El ambiente laboral es uno de los factores más importantes para lograr el bienestar en el trabajo, por ello cuando se presentan problemas en el entorno estos pueden afectar el desempeño de los empleados, comentó la Consultora OCCMundial.
La firma considera que tratar con personas que obstaculizan el desempeño en el trabajo es un problema común en las oficinas, por ello recomienda:
Identifica al agresor
Antes de enfrentar a un compañero de trabajo problemático es necesario entender cuáles son sus comportamientos y qué busca lograr con ellos, algunos ejemplos son:
- Protagonista: Una persona que se adueña de las conversaciones en juntas y reuniones, impone sus puntos de vista y hace menos los de los demás.
- Informal: Es un clásico de oficina y su principal característica es que no respeta tiempos de entrega.
- Chismoso: Todos hemos conocido a un compañero de trabajo cuya principal actividad parece ser difundir información sobre otras personas.
- Descalificador: Es el típico colega que parece nunca estar de acuerdo con tus propuestas
- Flojo: Uno de los peores compañeros de trabajo es aquel que simplemente no realiza sus actividades o las hace de manera deficiente.
Analiza si el problema es contigo
Para neutralizar el efecto que nos produce un compañero lo primordial es identificar si las agresiones son sólo contra nosotros o es un comportamiento regular contra el equipo de trabajo.
Neutraliza tus emociones
Es normal sentirse agredido cuando un compañero de trabajo tiene un comportamiento grosero; sin embargo, la clave para poder responder a la situación es proteger tu autoestima y no permitir que esa persona te haga perder el control.
Actúa y no lo dejes pasar
Mientras más esperes para poner un alto a tus problemas más trabajo te costará dominar la situación. Cuando permitimos que un compañero nos moleste durante un periodo largo de tiempo, esta persona gana terreno sobre nuestro estado de ánimo.
Evita quejarte con los demás
En lugar de compartir tu problema con cada compañero, lo ideal es afrontarlo en persona y de manera directa.
Si hablar directamente no resuelve el conflicto, la persona apropiada para comentarlo es tu jefe inmediato, con total confidencialidad y sólo si las actitudes de tu compañero afectan directamente en trabajo.
