Hoy en día los jóvenes tienen menos oportunidades para conseguir condiciones adecuadas de empleo, además de que padecen bajos niveles de inserción al mercado laboral, según los estándares de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
En un comunicado, la especialista del Instituto de Investigaciones Sociales (IIS) de la UNAM, Fiorella Mancini, mencionó que actualmente es más difícil incorporarse a plazas laborales de alta calificación, pues el primer empleo en México se caracteriza por ser de baja graduación.
“Está demostrado que las posibilidades de colocarse en plazas de calidad a lo largo de la trayectoria laboral depende de las características del primer empleo”, sostuvo la experta.
De acuerdo con la Encuesta Demográfica Retrospectiva (EDER) 2011, la inserción laboral de los 18 a los 29 años aumentó de 36 a 49% entre la primera y tercera generación. A partir de la segunda, los jóvenes se ocupan principalmente en trabajos manuales con baja calificación, con las peores condiciones laborales.
Por su parte, Luciana Gandini, del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias (CRIM) de la UNAM, indicó que las posibilidades de encontrar un empleo de calidad se reducen para los mexicanos que vuelven al país después de ser deportados de Estados Unidos.
La reinserción laboral de los retornados, en su mayoría entre los 30 y 44 años, es más complicada al pagar el costo de salir del país y entrar por primera vez a nuestro mercado laboral.
“Han perdido redes y vínculos y se ubican en trabajos por cuenta propia para conformar el grupo más heterogéneo, que incluye a profesionistas en plazas precarias, informales y en el comercio ambulante”, puntualizó la especialista.
