Por: Carmen Luna
Diversos analistas consideraron que el crecimiento que ha tenido México en los último 20 años, de 2.5% en promedio, es insuficiente para generar los empleos formales bien remunerados que son necesarios para apuntalar el mercado interno.
En marzo pasado, la tasa de desocupación se ubicó en 4.80% con respecto a la Población Económicamente Activa (PEA), frente a 4.51% del mismo mes de 2013, y 4.65% de febrero pasado, y aún lejos del promedio de 3.5% que se tenía previo a la crisis financiera de 2008-2009.
De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) durante los primeros tres meses del año se crearon 312,306 puestos de trabajo en el sector formal; sin embargo, solo seis de cada 10 son empleos permanentes, a la vez que 28 millones de mexicanos se encuentran en la economía informal.
Según un estudio de Credit Suisse, la tasa de desempleo ha mostrado una ligera mejoría en meses pasados, pero esto se deriva del aumento de la informalidad. Cifras del INEGI muestran que al primer trimestre todas las modalidades de empleo informal crecieron 0.3% respecto al mismo lapso de 2013.
“Creemos que esta tendencia se relaciona con la reforma fiscal recientemente aprobada, lo que obligó a empresas formales a despedir a los empleados, que a su vez, al parecer se albergaron en la economía informal”, señala el análisis del banco suizo.
A raíz de la reforma se limitaron las deducciones para las empresas en el tema de previsión social. Alil Álvarez, profesora del ITAM, explicó que prácticamente la mitad de los gastos de previsión social ya no son deducibles para los patrones, por lo que además se incrementan los costos de contratación.
Además, las modificaciones fiscales generan que se incremente la contratación de colaboradores independientes, lo que implica que estos no tengan acceso a prestaciones sociales como guarderías, servicios de salud, entre otros.
Con información de CNN Expansión
