Workshifting: trabajar en donde sea y cuando sea

Esta modalidad de trabajo por las bondades que ofrece es viable para el empresario mexicano, pero debe tomarse con cautela porque la LFT no la regula

Cada vez más frecuente el padecimiento por usar demasiado la computadora
 Cada vez más frecuente el padecimiento por usar demasiado la computadora  (Foto: Redacción)

Los mercados globalizados exigen que las formas de prestar los servicios laborales sean más eficientes y oportunas. El trabajo móvil o workshifting es un esquema que los trabajadores frecuentemente utilizan porque les permite realizar, en cualquier tiempo y lugar, las tareas que les son requeridas.

Esto se lleva a cabo mediante el empleo de dispositivos tecnológicos basados en Internet, tales como tabletas y teléfonos  inteligentes, entre otros, lo cual reporta muchos beneficios para las empresas.

Para el portal de Internet observatorio laboral, administrado por la STPS, el trabajo móvil -al basarse en el uso eficiente de la tecnología- promueve el desarrollo potencial de los colaboradores, al mismo tiempo que optimiza los recursos materiales de la organización, porque reduce costos materiales, estimula la creatividad del personal, propicia un ambiente laboral armónico, incrementa la productividad de la empresa, y contribuye a la sostenibilidad ambiental.

Según diversos estudios internacionales, un gran número de subordinados que emplean el workshifting afirman que habitualmente sus horas de servicios no están constreñidas a las jornadas pactadas con sus patrones en los contratos individuales de trabajo, pues llegan a desarrollar tareas en cualquier momento del día.

Por ejemplo, cuando tienen insomnio, después de pasar momentos con su familia, o incluso durante su tiempo libre. Esto es así porque se sienten más plenos y productivos debido a la flexibilidad de horario del que gozan.

No obstante que el trabajo móvil es un esquema viable para las corporaciones nacionales, requiere para su implementación que los directivos tengan una actitud abierta y de confianza hacia a los trabajadores, y que éstos últimos asuman un compromiso de colaboración.

También debe tenerse presente que la LFT no regula esta modalidad de trabajo, al contrario, determina jornadas máximas poco flexibles, lo que en la práctica es un problema para los patrones ante posibles reclamos de sus empleados.