Buenos hábitos de sueño mejoran la productividad

Algunas compañías implementan programas para que su personal obtenga descansos más reparadores

El horario de verano requiere que hagamos un ajuste en el ciclo de sueño, lo cual puede lograrse en un día
 El horario de verano requiere que hagamos un ajuste en el ciclo de sueño, lo cual puede lograrse en un día  (Foto: Redacción)

Dormir implica un proceso de reconstitución física y mental indispensable para el ser humano en virtud de que le permite desarrollar sus actividades diarias, y el trabajo no es la excepción.

Siempre que se habla de los efectos del mal sueño en el ámbito laboral se evocan las tareas de individuos con jornadas de trabajo extensas como los choferes de transporte de carga, o los que realizan esfuerzos físicos particularmente demandantes, tales como los operarios de máquinas cortadoras en una fábrica; sin embargo el sueño también afecta a los subordinados que efectúan actividades consideradas como intelectuales o de oficina en los que se observan tiempos de respuesta lentos, comisión frecuente de errores, dificultad para tomar decisiones correctas, entre otras.

Lo anterior es delicado porque los trabajadores que sufren de un déficit en la cantidad o calidad del sueño no solo ponen en riesgo su integridad física, la de sus compañeros y el de terceros sino que limitan su creatividad y desarrollo profesional.

Los impactos de este trastorno son:

  • baja productividad por la falta de atención y reducción de la memoria derivados del cansancio y la desmotivación que sufre un subordinado al no gozar de un sueño reparador. Incluso afecta el grado de disposición hacia los clientes o la actividad cotidiana porque la calidad de su sueño determina su humor durante la jornada laboral, y
  • accidentes de trabajo, la disminución de la capacidad física y mental expone a cualquier colaborador a padecer estos siniestros, lo que se traduce en una afectación económica para el patrón por los ausentismos amparados por los certificados médicos de incapacidad respectivos, y con ello, el incremento en el porcentaje de la prima del Seguro de Riesgos de Trabajo del IMSS

Si bien la atención de las irregularidades en el proceso del sueño pareciera responsabilidad exclusiva de cada individuo, los efectos señalados obligan a las compañías a tomar cartas en el asunto.

Por ejemplo algunas empresas en los Estados Unidos de América incorporaron dentro de sus programas de bienestar una serie de consejos y terapias tendientes a que su personal obtenga un sueño reparador que les permita ser más sanos y productivos.