Accidentes de trabajo y sus efectos psicológicos
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Laboral
Según el psicólogo Alfonso Rigoberto Millán García, a pesar de que diversos estudios demuestran que es común que las personas con problemas psicológicos crónicos sufran accidentes en el trabajo más a menudo que la población en general; se ha descubierto que los individuos con buena salud mental también se lesionan debido a algún desequilibrio emocional que eventualmente presenten por una experiencia:
- desagradable o preocupación por problemas financieros o familiares, o
- positiva derivada de un evento bueno, por ejemplo el nacimiento de un hijo, aumento inesperado de su ingreso
Esto tiene sentido si se parte de que estos acontecimientos provocan que los colaboradores estén dispersos y tengan distracciones u olvidos en torno a los procedimientos y lineamientos básicos de seguridad en el trabajo a seguir, y consecuentemente, sufran un siniestro laboral.
Además se debe considerar que un trabajador siniestrado está más propenso a accidentarse durante su reinserción a sus actividades, lo que provoca un impacto negativo para él y para su patrón, precisó el especialista.
Los efectos psicológicos de un accidente de trabajo se presentan especialmente cuando el siniestrado pierde la función de un miembro u órgano de su cuerpo en forma parcial o total, temporal o permanente, sencillamente porque se altera su autoimagen.
Lo anterior se debe a que la víctima enfoca toda su atención en el funcionamiento y mejoramiento de su cuerpo en lugar de sus labores.
Obviamente esta conducta está relacionada con la severidad de la lesión, y que tras el accidente realiza sus actividades con mayor dificultad o no las puede llevar a cabo. Surgen temores respecto al rechazo de sus compañeros, a su incapacidad de sostener a su familia o convertirse en un estorbo o ser despedido y no poder conseguir otro empleo debido a su nueva condición física.
Esta situación es delicada, pues según Millán, si esos pensamientos persisten o se agrava su salud, los siniestrados tienden a:
- desarrollar una sensación de vulnerabilidad, que con el paso del tiempo les afecta psicológicamente, pues manifiestan depresión, desinterés, ganas de morir o pensamientos suicidas, que en casos extremos pueden materializarse, o
- presentar ansiedad intermitente, ensimismamiento, el cual hacen palpable con comportamientos de aislamiento, trastornos alimentarios y de sueño, pérdida o disminución de deseo sexual, apatía y desinterés por los gustos que antes tenían
Otro factor importante es el papel que tiene el trabajador en su familia; por ejemplo si es su sustento, puede repercutir en la sensación de enojo o ansiedad de los familiares, ya que verán afectada su situación económica lo que puede desencadenar sensación de irritabilidad, depresión y agresión verbal o física por parte de aquel.
La supervisión constante y adecuada de la reinserción de los subordinados accidentados puede ser clave para solucionar en gran medida estos problemas, pues además de enfrentarlos en forma cuidadosa, evita que sean objeto de mayor presión.
En resumen los efectos psicológicos de un accidente de trabajo varían según el tipo y la magnitud del percance y de la lesión producida, la temporalidad que resulte, así como de los recursos psicológicos y la capacidad que los trabajadores tengan para enfrentar las dificultades y su condición emocional de la que gocen antes del siniestro.
Recuerda que dentro de la seguridad integral está la “psicología de la seguridad”, que se enfoca a las acciones preventivas necesarias para evitar que los desequilibrios emocionales cotidianos de los trabajadores lleguen a materializarse en los accidentes de trabajo con su consecuente repercusión y en las acciones correctivas aplicables a los trabajadores accidentados (diversas técnicas y modelos de gestión) encaminadas a lograr su reinserción adecuada a la vida laboral y minimizar el impacto psicológico del accidente de trabajo del que fue víctima.