En un informe denominado “Perspectivas sociales y del empleo en el mundo” (WESO, por sus siglas en inglés) realizado por la Oirganización Internacional del Trabajo (OIT), se destacó que las tasas de desempleo a nivel mundial continúan estables en economías emergentes y en desarrollo; además los datos del desempleo para 2015 se calcularon en 197.1 millones de personas y se espera que en 2016 aumente a 2.3 millones, es decir un total de 199.4 millones.
A pesar que los niveles de desempleo disminuyeron en algunas economías desarrolladas, nuevos análisis de la OIT demostraron que es poco probable que la crisis del empleo mundial se resuelva, principalmente en las economías emergentes.
El director general de la OIT, Guy Ryder, explicó que “la significativa desaceleración de las economías emergentes junto a una drástica disminución de los precios de las materias primas tiene un efecto negativo sobre el mundo del trabajo, debido a que muchos trabajadores tienen que aceptar empleos mal remunerados en las economías emergentes como en las en desarrollo y, cada vez más, en los países desarrollados” por lo que consideró “emprender una acción urgente para estimular las oportunidades de trabajo decente, o corremos el riesgo de que se intensifiquen las tensiones sociales”, agregó.
La tasa de desempleo de las economías desarrolladas bajó de 7.1% en 2014 a 6.7% en 2015; sin embargo, estas mejoras no fueron suficientes para colmar el déficit del empleo que se generó como resultado de la crisis financiera mundial.
Por su parte el director del departamento de investigación de la OIT, Raymond Torres, explicó que “la inestabilidad económica asociada con la volatilidad de los flujos de capital, la persistente disfunción de los mercados financieros y la insuficiente demanda mundial, siguen afectando a las empresas y desincentivan las inversiones y la creación de empleo”.
Los autores del informe WESO documentaron una disminución en las tasas de pobreza; no obstante, el empleo vulnerable en las economías emergentes y en desarrollo aún representa más de 46% del total del empleo a nivel mundial, lo que afecta a 1,500 millones de personas.
El empleo vulnerable es especialmente alto en Asia Meridional (74%) y África Subsahariana (70%), por lo que su magnitud demanda la implementación exitosa de la “Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible”.
Finalmente, el informe mostró que el empleo informal – como un porcentaje del empleo no agrícola – supera el 50% en la mitad de los países en desarrollo y emergentes que disponen de datos comparables; y en una tercera parte de estos países se afecta a más del 65% de los trabajadores.