¿Bueno o malo el seguro de desempleo?

Especialistas consideran benéfico crear una figura jurídica que le permita a los desocupados tener un respaldo financiero

Menor desempleo en México comparado con naciones de la OCDE
 Menor desempleo en México comparado con naciones de la OCDE  (Foto: Redacción)

El Instituto Belisario Domínguez (IBD) del Senado señaló que el seguro de desempleo es un mecanismo para enfrentar las crisis económicas nacionales y forma parte de las políticas integrales de protección frente al desempleo que se enfrenta a nivel mundial.

El organismo mencionó que esa figura es un instrumento de política pública que permite que los beneficiados continuar percibiendo los recursos para comprar bienes y servicios, lo cual permite que el ciclo económico siga hasta que el sujeto encuentre un empleo; además entre los países que aplican la medida se encuentran Argentina, Brasil, Chile y Uruguay.

Mediante un análisis denominado “Mirada Legislativa”, señaló que “la apertura al crecimiento económico ha conllevado a incertidumbres como el riesgo de desempleo. Para mitigar este riesgo, es necesario el uso de instrumentos como los seguros de desempleo, con el objetivo de mantener la economía nacional en movimiento”.

De acuerdo con el proyecto, el financiamiento se obtendría de los recursos que aporte obligatoriamente el patrón conforme la Ley del IMSS o del ISSSTE, es decir el 3% del salario del trabajador y los rendimientos que genere; asimismo, recibirá un subsidio del gobierno federal con cargo al Presupuesto de Egresos de la Federación.

No todo es lo que parece

En opinión de los especialistas “hacer uso de su seguro de desempleo implica lesionar su cuenta de ahorro para el retiro por obtener una liquidez inmediata”; y otros expertos consideran que “puede ser contraproducente, ya que si hace uso de su seguro va a tener menos fondos para adquirir su vivienda o tardará mucho más o será menos probable adquirir una casa”.

No obstante, la figura en cuestión forma parte de políticas integrales de protección frente al desempleo que aplican diversas regiones del mundo, tal como Brasil, Argentina, Chile, Venezuela y Uruguay, con el fin de potenciar sus capacidades y aprovechar las mejores oportunidades de crecimiento.

Sobre el origen del recuro por país se administra de la siguiente forma: Chile obtiene recursos para de la cuenta individual de cesantía del trabajador y del Fondo Solidario de Cesantía; Argentina obtiene del capital aportes y contribuciones privadas del Estado; Brasil cuenta con el Fondo de Amparo al Trabajador y otros programas de protección; y Uruguay origina el capital de un fondo constituido por aportaciones patronales, personales conforme a la remuneración de los trabajadores e impuestos generales.