La Organización Internacional del Trabajo (OIT) urgió a América Latina y el Caribe a mejorar una migración laboral, pues destaca que hay vacíos y fragmentación en los acuerdos de la materia, así como en la gobernabilidad y que existe falta de coherencia entre políticas migratorias y de empleo.
El informe "La migración laboral en América Latina y el Caribe", el organismo argumenta que los actores del mundo del trabajo, incluidos Ministerios del Trabajo y las organizaciones de empleadores y de trabajadores, deben tener participación más activa en la elaboración de estrategias de migración.
Asuntos relacionados con la gobernanza de las migraciones, el medio ambiente y el clima, así como la inestabilidad política y social afectan los flujos en los corredores migratorios rumbo a otros lugares del mundo por donde transitan de 3.2 a 4.3 millones de latinoamericanos, dijo el Director Regional de OIT para América Latina y el Caribe, José Manuel Salazar.
“Si la migración laboral es bien manejada permite mantener y aumentar un crecimiento económico inclusivo en los países de destino y reducir la pobreza en los países de origen”, añadió Salazar.
Por ejemplo, de un total de 45 millones de migrantes en Estados Unidos, más de 21 millones son de América Latina; en España casi 1.3 millones de extranjeros que residen allí provienen de América del Sur, según fuentes citadas en el informe.
Una característica común en los corredores es la feminización de la migración laboral pues las mujeres representan más del 50% de trabajadores migrantes en situación irregular, de trabajadores migrantes en la economía informal, el bajo acceso a la protección social, y las que, con frecuencia, tienen deficientes condiciones de empleo aunado a que un número importante de ellas sufre abuso, explotación y discriminación.
La OIT identificó 11 corredores principales de movimiento de trabajadores, 9 de ellos intra-regionales sur-sur entre países de la región, y los 2 principales extra-regionales, sur-norte, hacia Estados Unidos y España.
“Al interior de los países existe un claro divorcio entre las políticas de empleo y las políticas de migración laboral, y ahora es más urgente que nunca que se complementen”, puntualizó Salazar.
Las líneas de trabajo y acción que la OIT propone para la región de América Latina y el Caribe incluyen:
- Promover una migración regular, segura y equitativa
- Promover formas de contratación justas
- Mejorar las condiciones laborales de los trabajadores migrantes y su formalización
- Promover una mejor gobernabilidad de las migraciones y un más sólido diálogo social en esta materia
- Recurrir a un enfoque de derechos al abordar el tema de las migraciones
- Fortalecer los vínculos entre políticas de empleo y políticas de migración laboral
- Promover un enfoque de género, de protección a la niñez migrante y de prevenir el trabajo infantil migrante
- Sensibilización sobre la contribución de los trabajadores migrantes al desarrollo