Trabajar más causa depresión o infartos a mexicanos

Legislaciones mundiales establecen 40 horas como máximo a la semana y en México son 48

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 .  (Foto: Cuarto Oscuro)

Mexicanos son dos veces más propensos a padecer depresión o 33% a sufrir un infarto por trabajar 11 o más horas al día, pues es una cifra que sobrepasa la media de horas trabajadas al día de las naciones miembro de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), de acuerdo con el académico de la Facultad de Medicina de la UNAM, Rodolfo Nava Hernández.

México es el país miembro en donde se trabaja más al año (2,246 horas) y donde las personas se retiran a la edad más avanzada (73 años, en una nación cuyo promedio de vida es de 75), cifra que  duplica el tiempo trabajado en Alemania durante el lapso referido (1,371).

Lo paradójico, mencionó Nava Hernández, es que México consistentemente registra los niveles más bajos de productividad, según la organización, mientras que los germanos ocupan los más altos.

La mayoría de las legislaciones mundiales estipulan que una persona debería laborar 40 horas a la semana como máximo, pero la mexicana establece 48 (sin contar tiempos extras), lo cual llega a generar afectaciones a nivel orgánico, psicológico e incluso social, pues el trabajo excesivo deteriora las relaciones familiares e interpersonales.

México cuenta con una de las legislaciones más atrasadas en este renglón -incluso Colombia nos supera-, al grado de que nuestro país no reconoce como enfermedades laborales a aquellas derivadas del estrés, pese a toda la literatura médica al respecto y a sus notorios impactos en el bienestar de los individuos, subrayó el académico.

 “En este fenómeno confluyen dos aspectos: la organización y la satisfacción del empleado respecto a sus deberes. Por ejemplo, las compañías alemanas suelen brindar condiciones por arriba de lo estipulado en las normatividades europeas, lo que genera mayor compromiso entre sus empleados, mientras que las mexicanas ofrecen escenarios malos y adversos, por lo que la gente se desmotiva”, expuso.

Parte de este problema se debe a que, quienes organizan estos esquemas son los patrones y lo hacen con pocos acotamientos por parte de la autoridad. Ellos establecen los horarios de entrada y salida, salarios, niveles jerárquicos en las empresas y hasta las obligaciones de cada quien, al tiempo que entorpecen y frenan cualquier intento de impulsar mejoras en este ámbito, añadió.

 “De hecho, los japoneses tienen una palabra, karōshi, que significa ‘muerte por exceso de trabajo’. Se calcula que el año pasado, dos mil 300 nipones fallecieron por esta causa (la cifra podría llegar a 10,000 al finalizar 2016). Las leyes de ese país contemplan que, si alguien perece en dichas circunstancias, el gobierno aportará a su familia 20,000 dólares, mientras que la empresa contratante desembolsaría hasta un millón y medio de dólares de demostrarse que el deceso se debió a una desmesura ejercida contra su empleado”, dijo Nava Hernández.