Por Erika Rivera y Jesús Coronado
A partir del 1o. de enero de 2017, los trabajadores franceses podrán dejar de consultar ya sea su correo electrónico, mensajes de texto o atender llamadas fuera de los horarios laborales y durante sus vacaciones sin sufrir ninguna clase de represalias por parte de sus patrones.
Así las compañías con 50 o más empleados no podrán mandarles a estos correos electrónicos después de las típicas horas de trabajo. La incorporación, según los legisladores galos, es resultado de estudios que demuestran que las personas presentan una serie de dificultades tanto físicas como mentales para distanciarse de su centro de labores.
Por eso la norma tiene como objetivo que los ciudadanos franceses sean capaces de disfrutar plenamente de su tiempo de descanso. Se insistió en que la instantaneidad de la conexión y su ubicuidad ha desencadenado una sensación colectiva de que no estar pendiente de la mensajería electrónica es un error, y que debe atenderse al llamado de superiores o colegas en todo momento.
Los legisladores sostienen que el estrés relacionado con el trabajo es cada vez más constante; los empleados salen físicamente de sus oficinas pero no dejan de trabajar, ya que continúan ligados electrónicamente debido a los correos, llamadas o mensajes de texto, siendo una especie de “correa” o “grillete” en su vida.
Curiosamente la modificación contempla que las empresas deben implementar políticas que limiten la intromisión del trabajo en la vida privada de las personas, pero no sanciones para las que no lo hagan. En caso de llegar a un acuerdo, las corporaciones deberán formular y establecer cartas o manuales que especifiquen los tiempos en que los colaboradores no están obligados a responder fuera del horario de trabajo, inclusive por correo electrónico.
La propuesta original recibió diversas críticas por parte del sector empresarial. No obstante, una vez iniciada la discusión, diferentes compañías expresaron que la medida era necesaria y benéfica para la salud física y mental de los ciudadanos. El gobierno galo espera regular con esto la hiperconexión de los trabajadores y el respeto del tiempo de reposo. Esta medida pasó desapercibida dentro del cuestionado paquete de reforma laboral en Francia.
Recuerda que en nuestro país, el abuso del empleo de estas tecnologías puede originar conflictos entre los patrones y su personal. Por ejemplo, cuando un representante de la empresa solicita a sus colaboradores el desahogo de trabajo fuera de su horario de labores, puede dar pie a que aquellos reclamen el pago de horas extra.
Si se parte de que el numeral 58 de la LFT define a la jornada laboral como “el tiempo durante el cual el trabajador está a disposición del patrón para prestar su trabajo”, aun cuando los subordinados no se encuentren en el domicilio del centro de labores, si reciben llamadas, mensajes de texto o correos electrónicos relativos a sus funciones están atendiendo los requerimientos de su patrón.
Lo anterior en sentido estricto implica que a su jornada de trabajo habitual debe sumarse ese tiempo adicional en que estuvieron a disposición de la empresa, lo que genera el derecho al pago de jornada extraordinaria (arts. 66, 67 y 68 LFT).
Por ello lo recomendable es moderar el uso de esta tecnología fuera de las horas de trabajo pactadas con sus trabajadores, salvo que se trate de alguna circunstancia insalvable, urgente y a la cual deba dársele inmediata solución, por lo que debe crearse una efectiva cultura de la jerarquización de prioridades.
Sin duda saber cuándo, cómo y a dónde localizar a tu personal para que realice diligencias laborales, así como aprender a ponderar si una actividad puede ejecutarse en otro momento, es de gran importancia para ti, como patrón, pues te permitirá tener un clima laboral favorable, evitar demandas laborales y efectuar pagos por concepto de tiempo extra.