Outsourcing, todo un reto para las empresas mexicanas

Uno de los riesgo de esta modalidad, es que el contratante puede volverse dependiente de su proveedor

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 .  (Foto: iStock)

En una economía competitiva el outsourcing o tercerización de servicios es un esquema que le permite a las empresas contratar por el tiempo y los volúmenes necesarios un servicio especializado; sin embargo, la verificación de los contratos , el pago de impuestos y la responsabilidad que las empresas asumen, podrían definir el éxito.

La tendencia fiscal de esta modalidad podría presentar algunos retos en México, pues el éxito de una tercerización depende de la buena relación entre cliente y proveedor, señaló el Socio Líder de Seguridad Social y Servicios Fiscales en Remuneraciones de KPMG en México, Rubén Dávalos.

A partir de la reforma a la LFT se definieron los requisitos para que se confirmen este tipo de contratos y se incorporaron disposiciones que de no cumplirse impedirían al contratante deducir el gasto por ISR, el acreditamiento del IVA, o tener que cubrir por si mismo el impuesto estatal sobre la nómina, y en casos más extremos, asumir la responsabilidad del patrón con respecto a los trabajadores contratados

“Un esquema de outsourcing debe entenderse como una figura legal destinada a beneficiar a las partes involucradas, y no como una estrategia para reducir artificialmente el número de trabajadores contratados, simular contratos ficticios, o evadir el pago de impuestos y contribuciones sociales que benefician al personal”, precisó KPMG.

Otro riesgo de la modalidad, es que el contratante puede volverse dependiente de su proveedor y perder al personal propio para continuar con el negocio, y en su defecto, la reconstrucción del área afectada.