Con el propósito de promover la mejora de las políticas nacionales de desarrollo social y la cooperación internacional, regional y bilateral en el ámbito social, así como la medición de la pobreza y desigualdad, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) convocó a articular políticas económicas, sociales y ambientales para lograr la doble inclusión social y laboral en el territorio, con base en la necesidad de un cambio en el estilo de desarrollo.
Durante la inauguración de la “Segunda Reunión de la Conferencia Regional sobre Desarrollo Social de América Latina y el Caribe”, la secretaria ejecutiva de la Comisión, Alicia Bárcena, apuntó que “la desigualdad está fuertemente condicionada por la matriz productiva y la cultura de privilegios que caracteriza a la región”; es decir, en un escenario de modesto crecimiento económico es necesario redoblar los esfuerzos para evitar retrocesos en materia de reducción de la pobreza y de la desigualdad con el fin de cumplir los compromisos de la Agenda 2030.
“El desarrollo social es una inversión con réditos positivos para el crecimiento económico y el cuidado del medio ambiente. Hay que invertir en educación, nutrición, salud, protección social y desarrollo de capacidades para aumentar la productividad de los trabajadores”, sostuvo.
Por su parte, el ministro de relaciones exteriores de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, señaló que “para que la democracia no sea una promesa incumplida se debe asegurar un piso básico de cohesión social que garantice la inclusión y la integración de todos los ciudadanos (…) pues al desarrollo se accede por medio del bienestar y del mayor acceso a oportunidades”.
Asimismo, la ministra de desarrollo social de Uruguay, Marina Arismendi, destacó la necesidad de vincular las políticas macroeconómicas con las sociales para garantizar el bienestar de la población.
Finalmente, la CEPAL presento el documento llamado “Brechas, ejes y desafíos en el vínculo entre lo social y lo productivo” el cual plantea que la región necesita avanzar hacia un círculo virtuoso de desarrollo en el que se aborda la diversificación productiva, el cambio estructural progresivo y el impulso ambiental acompañados por el desarrollo social inclusivo.