Aumento al salario mínimo, ¿redujo la pobreza?

Es difícil que el Estado pueda evitar de manera directa que a las mujeres les paguen menos por el mismo trabajo

 Erradicar trabajo infantil  (Foto: Redacción)

Valeria Torres

En los primeros tres meses del año, más de 500,000 trabajadores ganaron, por primera vez, lo suficiente como para comprar una canasta básica. El incremento al salario mínimo “alivió la pobreza de medio millón” de empleados, de acuerdo con el Observatorio de Trabajo Digno (OTD).

El avance es insuficiente, pero muestra ya una tendencia positiva, consideró Rogelio Gómez Hermosillo. El exconsultor del Banco Mundial coordina Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, conformada por diferentes organizaciones y que ha creado el OTD.

A finales de 2018, 15 millones 636,000 personas tenían un ingreso muy bajo a pesar de que trabajaban. Lo que les pagaban no les alcazaba para comprar una canasta básica de productos alimenticios y de higiene. Al terminar marzo de 2019, ese número se redujo a 15 millones 133,000 empleados.

En un corto plazo, apuntó Gómez Hermosillo en conferencia de prensa, la disminución fue de apenas 2 por ciento. Sin embargo, se trata de una tendencia que confirma “la urgencia de impulsar la recuperación gradual de los salarios”.

En enero pasado, después de varias décadas, el incremento al salario mínimo fue significativo. La política laboral del gobierno federal elevó, para la mayor parte del país, el pago mínimo por jornada de 88 a 102.68 pesos. En la frontera norte llegó hasta 176.72 pesos.

Incremento gradual de 17 pesos al mes

Una vía para continuar con el aumento del salario mínimo es hacerlo de manera semestral. En junio pasado Acción Ciudadana presentó este plan a la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami). La propuesta pretende llegar a 204 pesos a finales de 2021, mediante un incremento de 17 pesos cada seis meses.

Una familia compuesta por cuatro integrantes y en la que dos de ellos trabajan y perciben 204 diarios como mínimo, sería un ingreso digno, subrayó Rogelio Gómez. “El aumento a los salarios mínimos no impacta de manera negativa a las empresas” porque no aumenta sueldos, sino que establece que no se puede pagar menos que la cifra establecida.

Al contrario, seguir subiendo el límite “mejora el mercado interno. Sobre todo, en momentos en los que el país no está en el mejor momento económico”. A decir de Gómez Hermosillo, la Conasami y la Confederación Patronal de la República Mexicana ven viable esta propuesta.

Recordó que las cifras de desempleo han aumentado, se trata de una tendencia que va más allá de junio del año pasado. Enfatizó que no sólo se trata de crear más plazas, sino de que quienes trabajan no vivan en pobreza, por ello es importante impulsar una política salarial digna.

Más de 18 millones de empleados no tienen un contrato estable, 14 millones no tienen seguridad social y 15 millones no ganan lo suficiente para tener una vida digna, según el OTD. El Observatorio llamó al gobierno a sancionar a las empresas de terciarización que incumplen los derechos laborales de sus colaboradores.

La brecha más grande de AL

El mercado del trabajo “presenta condiciones adversas” para todos, consideran los integrantes del Observatorio del Trabajo Digno. Pero hay más de 4.6 millones de desempleadas y 2.9 millones de hombres sin trabajo. El salario promedio para mujeres por una jornada completa es de 5,000 pesos; para ellos, de 5,825.

“Es escandaloso”, no sólo que suceda, sino que no se esté hablando de esto, señaló María Ayala, responsable del área de Investigación y Datos de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza. Pero, habría una forma de cerrar esa brecha, apuntó en conferencia de prensa para presentar el estudio del OTD.

Para que esas trabajadoras ganen el mismo salario que sus compañeros por hacer el mismo trabajo, tendrían que laborar 5 días extras al mes. Es decir, habría que crear para ellas meses de 35 días o años de 14 meses.

Las trabajadoras mexicanas están en peores condiciones que las de Guatemala, El Salvador u Honduras. La brecha salarial entre mujeres y hombres en México es la más grande de América Latina, apuntó.

Más trabajo, pero no remunerado

La tasa de desempleo para las mujeres es de 18%, mientras que para los hombres es de 8%, informó María Ayala. Explicó que el OTD, de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, toma en cuenta no solamente a la población que no tiene trabajo y que está buscando uno.

También contabiliza a aquellas a personas que ya perdieron la esperanza de ser contratadas, después de tanto tiempo de intentarlo. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) los deja fuera, por ello la cifra de desocupación es menor, aclaró.

Y para el caso de las mujeres no sólo está la desilusión de buscar empleo sin resultados. Para muchas, el trabajo del hogar y de cuidados de otras personas les dificulta que puedan salir a buscar uno o que puedan obtenerlo. Sin embargo, a pesar de que sí están ocupadas, no reciben un salario por ello.

Aquéllas que sí tienen un empleo remunerado tampoco se escapan de dedicar más trabajo en la casa que sus compañeros. En promedio, ellas dedican 42 horas semanales y ellos, 16. Esto representa para las mujeres una jornada completa adicional.

Contar con servicios de cuidados ayudaría a que las mujeres puedan ampliar y mejorar su participación en el mercado laboral, apuntó Ayala.

Brecha salarial afecta a la productividad

Es difícil que el Estado pueda evitar de manera directa que a las mujeres les paguen menos por el mismo trabajo, indicó María Ayala en entrevista, al término de la presentación. En cambio, tener una conversación plural con representantes empresariales puede ayudar a que, primero se comience a hablar del problema.

No incluir a las mujeres en el mercado laboral y pagarles menos afecta directamente la productividad del país. “ Y el tamaño de la economía mexicana permite reducir estas brechas”, así que no habría motivos para no hacerlo.

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