De acuerdo con la Secretaría de Movilidad (Semovi) de la Ciudad de México (CDMX), antes de la pandemia de COVID-19 se realizaban 19 millones de viajes diarios, de los cuales 53% de ellos eran por motivos laborales y en un regreso escalonado a las oficinas, las empresas deben considerar los planes de movilidad institucional para garantizar la seguridad de sus colaboradores.
Durante el panel “Alternativas de movilidad laboral ante el entorno Covid-19”, Gonzalo Peón, director del Programa México del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP) subrayó que los planes de movilidad institucional (PMI) pueden ayudar a mejorar la calidad de vida; la salud física y mental; la productividad; y la seguridad de empleados y empleadas.
Además, agregó que en cuestiones económicas, este tipo de planes ayudan a ahorrar costos de estacionamiento y otras externalidades en cuanto a la motorización para la empresa. En ese sentido, algunas estrategias que pueden realizarse van desde la planeación de rutas de transporte, incentivos para compartir automóvil, programas de car pooling y van pooling hasta estrategias administrativas como horarios flexibles.
Por su parte, Daniela Muñoz, directora de Planeación y Programación en Semovi, indicó que desde la secretaría han buscado hacer frente a los retos que trae consigo la pandemia en cuanto al transporte; como la reducción de la demanda de éstos al adoptar el teletrabajo; garantizar los servicios de transporte para actividades esenciales y de carga; una mejora en la infraestructura; y sobre todo, la protección de usuarios y operadores.
Además, reiteró que los planes de movilidad empresarial originalmente tenían como objetivo la reducción de contaminación; tráfico y congestión vial así como mejorar la calidad de vida y la equidad. Pero, dada la situación actual, los nuevos objetivos deben enfocarse a la reducción de contagios; mejorar la eficiencia; y productividad de las empresas y hacer eficiente la red de transporte de la ciudad.
Las alternativas: car-pooling, van-pooling y bicicleta
En tanto, Ingrid Avilés, directora de Waze Carpool México, recordó que en promedio, sólo hay 1.2 personas por auto en las grandes ciudades. Por ello, enfatizó que la alternativa del car pooling puede ayudar a cumplir los objetivos de los planes de movilidad institucional y prevenir más contagios.
A su vez, Vicente Torres, director de Asuntos Públicos de Urbvan mencionó que el transporte de la casa a la oficina o viceversa, supone un elevado riesgo para las personas. Ésto debido a las altas aglomeraciones, el poco espacio personal y una gran falta de confianza. Ante ello, señaló la importancia de las alternativas viales para más seguridad.
Asimismo, Manuel Cosío, COO y cofundador de Bussi afirmó que el Covid-19 ha logrado acelerar los procesos de transformación digital en las empresas y también en el sector transporte. Algunos de esos cambios ya pueden verse, pues hay una densidad controlada, un ajuste de demanda, alternativas de transporte y reducción de pagos en efectivo. No obstante, los requerimientos actuales van desde la desinfección, sana distancia, no efectivo e información verificada y al momento.
Finalmente, Fernanda Rivera, directora general de Seguridad Vial y Sistemas de Movilidad Urbana Sustentable de Semovi, dio otra alternativa al carpooling y van pooling: la bicicleta. Desde el inicio de la pandemia, comentó, la CDMX ha implementado campañas para promover el uso de la bicicleta; e incluso ha creado ciclovías emergentes para reducir el uso del transporte público y evitar la propagación de contagios. Actualmente existen 6 mil 500 bicicletas, 480 estaciones y se han realizado 67.4 millones de viajes en la capital mexicana.
Finalmente, todos los ponentes coincidieron en la importancia de garantizar seguridad a los usuarios y operadores en cuestión de salud, sin dejar a un lado el cuidado al medio ambiente.