Las organizaciones tienen que adaptarse, no solo en la forma de interactuar con sus colaboradores, sino también en los bienes o servicios que brindan, ya que el consumidor está modificando el valor de las cosas.
De ahí que, Ángel Hernández Murillo, Creador de Contenidos de Great Place to Work® México, comenta que aspectos deben considerarse para que los negocios se renueven exitosamente.
El enfoque de hoy
Con la llegada del 2020 las reglas del juego cambiaron en todas las áreas de la vida. En los negocios, fue imposible que se quedaran estáticos o al margen de la transformación, mientras la tormenta perfecta parece menguar.
En el pasado summit (cumbre) Oportunidades Infinitas para Todos, organizado por Great Place to Work®, el empresario, columnista y conferencista de negocios Mauricio Candiani, en su ponencia “¿Cómo construir valor en los negocios de la nueva realidad?” expuso que en el actual panorama, cualquier campo de operaciones vive una realidad líquida; es decir, en donde las cosas que se deciden y se quisieran tener bajo control, de repente, un choque externo hace que eso que se sentía que venía bien, se escurra de las manos.
Ante ello, el recurso inmediato es nuestra velocidad de reflejo, esto es, ver y aprender de lo que está ocurriendo más allá de nuestra organización, en nuestros mercados y con los clientes. Esta anticipación a la incertidumbre es una de las nuevas reglas del juego, por lo que la implementación de soluciones multiplataforma digitales y análogas, es un requisito ineludible.
Los negocios dejaron de ser lo que hace un año. En el camino la reasignación estructural de recursos debe abordarse sin más retardo. ¿En qué estás invirtiendo en estos momentos? y ¿qué esperas de esa inversión?, son preguntas que no deben postergarse ni subestimarse porque de sus respuestas depende la adecuada asignación a nuevos proyectos y perspectiva de prioridades.
Si antes la prioridad para unos era tener instalaciones listas para atender en físico, en este momento debe ser tener posibilidades listas para atender a la distancia. Por eso es importante preguntar: ¿hace cuánto tiempo que no volteas tu presupuesto de cabeza?, ¿qué costo todavía no has cuestionado?, ¿qué elemento de tu operación no has repensado?, ¿vale la pena tenerlo a largo plazo o con flexibilidad?
El mundo cambió y si antes se necesitaba que la empresa fuera grande, a lo mejor, en esta época hace falta que sea chica, pero definitivamente móvil porque los mercados también se están moviendo.
De acuerdo con la visión de Mauricio Candiani, actualmente la oferta de contenidos es la que manda, no los productos en sí, sino aquello que además de captar la atención del cliente, considera le es útil para su vida o para sus propósitos; es decir, el contenido es el foco.
Los tomadores de decisiones deben enfrentar lo que Candiani denomina el “trilema de la anticipación” para gestionar un cambio proactivo, el cual consiste en tener:
- toda la apertura posible
- cierto grado de estabilidad y seguridad en el tiempo y,
- velocidad correcta para hacer los cambios
El trilema se presenta cuando para un proyecto se tiene que decidir su grado de apertura, de accesibilidad con estabilidad y la velocidad adecuada. Se trata de tres vectores en la organización que Candiani denomina tensiones estructurales. “Quieres proponer un nuevo sistema para tu organización pero alguien te va a hablar de la seguridad que debe tener ese sistema. Pero si elevas el nivel de seguridad se reduce el nivel de apertura y reduces la velocidad de procesamiento. Alguien te va a decir en el área de marketing que necesitas captar rápido a tu cliente, pero implicaría subir la velocidad y entonces vas a tener sacrificio en otras variables”.
Dicho en otros términos, si se sacrifica accesibilidad a la gestión de un cambio, es probable que existan efectos positivos en la estabilidad, una velocidad moderada en el proceso, pero se renunciaría a la apertura de ideas y capacidad de adopción de aquello que no se está haciendo, así como la posibilidad de acelerar el ritmo de cambio.
La importancia de las sacudidas
La sugerencia es que, por momentos, nos dejemos llevar por la intuición, que la capacidad de anticipación sea la que conduzca. Candiani dice que es confiar en la preparación y en el sentido del negocio que se ha ido construyendo a lo largo de una vida directiva y no olvidar que cierta dosis de descontrol permite nuevas posibilidades en los negocios.
El analista vislumbra un mundo dividido: entre aquellos que tienen la posibilidad de anticipar la incertidumbre y quienes tienen la certeza plena de un dolor anunciado y esperan. Desde el punto de vista de Candiani, la misión 2021 para todos los directores, independientemente de la organización que gestionen, es generar valor con contacto físico moderado y una anticipación tecnológica lo más intensiva posible y que esté al alcance del talento colaborador.
Es la creación de actividades de acercamiento físico moderado, no porque no vayamos a regresar al apapacho y el saludo cálido o al evento masivo, sino porque tomará más tiempo del que se creía regresar al mundo como lo conocimos. Así, los negocios que encontraron el equilibrio entre lo digital y la proximidad física moderada, estarán mejor preparados para el mundo de lo híbrido, de lo cambiante, donde por momentos se pueda decir si se va a hacer algo presencial medianamente intensivo, pero eso sí, expandido con alcance digital.
Lo fascinante de quienes emprenden y dirigen un negocio, es que todo el tiempo están pensando lo que tienen, lo qué pueden hacer, y con las piezas mínimas recombinar los elementos para construir un nuevo valor donde no lo había.
La constante: el cambio de valor
Es importante preguntarse ¿cuáles son esas recombinaciones obligadas o impulsadas de las cuales la organización va a ser protagonista en el futuro?, porque con seguridad habrá otra tendencia que va a estar ahí y que es la modificación de apreciaciones de valor. Por ejemplo, si hasta hace poco el público valoraba el interior en un restaurante como un lugar exclusivo, actualmente esa valoración se le ha conferido al exterior o a los espacios abiertos.
Estas modificaciones de valor impactarán a los negocios por trimestre, quizá mensualmente. Así que si el año pasado la dirección encontró una fórmula que empezó a capturar la atención de sus mercados, no debería dar por hecho que seguirá igual de productiva en los meses subsecuentes.
En el caso del retail, los números indican que una vez que alguien entra por primera vez a los patrones de consumo digital, se vuelve un usuario de semi intensivo a muy intensivo, pero ya no regresa a ser un usuario ocasional. Algo que no se imaginó en 2019.
Por eso, los capitanes de las decisiones deben probar e invertir en temas que sean focales, pero introduciendo cautela en las inversiones nuevas (debido a esos cambios repentinos) y no solo en lo referente a recursos financieros, también al tiempo, la energía y el talento que se pone al servicio de los proyectos.
Actualmente se necesita: leer más; estar en la tendencia; escuchar otros sectores; hablar más con las personas que intelectualmente se respeta, que conocen otros mundos, que polemizan en las decisiones para tratar de encontrar ángulos que un cerebro habituado no ha producido. No basta decir lo que se está haciendo y simplemente gestionar, ni solo saber, sino también se requiere buscar la fórmula de cómo combinar elementos para que produzcan resultados diferentes.
El Fondo Monetario Internacional estima que ha pasado lo más difícil, la economía mundial tendrá una recuperación de 5 % o 5.5 %. Sin embargo, queda al margen cómo cada organización la experimentará.
Vivimos un mundo desigual en el ritmo de los negocios, un mundo donde unos están encendidos y acelerando, y otros están entumidos, heridos de muerte. Todos toman decisiones un día sí y otro también, moldeando sus negocios con el deseo de que sea la dirección correcta.