La pandemia nos dejó una lección que no podemos pasar desapercibida, el cambio es inminente en cualquier momento y estar preparados para él es una necesidad que las empresas deben subsanar si desean mantenerse vigentes, estables y productivas; por ello, la importancia de comenzar a preparar a su personal hacia un liderazgo consciente.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 75% de los empleados en el país sufre de estrés laboral, entre otros problemas como la depresión y el agotamiento por diferentes motivos; sin embargo, no en todos los casos los empleadores saben cómo atender estos problemas y solucionarlos, por lo que las compañías pierden miles de millones de pesos cada año.
Si bien, cada problema que afecta al personal de las organizaciones es distinto, tener un líder capaz de resolverlos y que sepa gestionar las circunstancias bajos las cuales se encuentra su equipo, permite buscar e implementar soluciones para la mejora continua, la pregunta es, ¿cómo tener buenos líderes?
Sobre esa línea, Juan Arenas, Vicerrector de Canales Digitales y Empresas en Universidad Tecmilenio, aseguró en entrevista a IDC, que aunque hay distintos tipos de liderazgo, la filosofía del economista y vicepresidente de desarrollo ejecutivo en Linkedin, Fred Kofman sobre “vivir a conciencia”, ha dado pie al liderazgo consciente.
¿Qué es el liderazgo consciente?
La Real Academia Española (RAE) resume al liderazgo como una “situación de superioridad en que se halla una institución u organización, un producto o un sector económico, dentro de su ámbito”, mientras que Arenas agregó que “el liderazgo parte de la consciencia de uno mismo, donde sabes que no puedes mejorar una debilidad o un fallo si no eres consciente de su existencia”, pero también hay que resaltar las virtudes.
El experto detalló en que ser conscientes de las fortalezas y debilidades, priorizando el razonamiento por encima de las emociones, permite a los líderes tomar decisiones más asertivas a favor de sus equipos de trabajo, sin importar el giro de la empresa, ya que se antepone el bienestar de los colaboradores y se les impulsa a adaptarse al cambio y la innovación.
Este tipo de líder asume sus responsabilidades y busca soluciones, convirtiéndose en un ejemplo a seguir a través de sus acciones y valores a favor de la visión y misión de la compañía, empujando a sus equipos a asumir nuevos retos e impactando en las personas, las relaciones y los resultados, mostrando coherencia en lo que dice y lo que hace mediante una comunicación afectiva, asertiva y activa que promueva la responsabilidad individual e impacte en el desempeño colectivo.
Beneficios de contar con este tipo de líder en la empresa
Napoleón Bonaparte dijo alguna vez que “un líder es un repartidor de esperanza”, y no podría estar más en lo cierto, pues el papel que desempeñan es fundamental para lograr el éxito en cualquier parte, de hecho, Peter Drucker, consultor y profesor de negocios aseguró que el “liderazgo es elevar la visión de una persona, llevar su rendimiento a un mayor estándar y construir una personalidad más allá de sus limitaciones normales”, pero, ¿qué otros beneficios se obtienen?
- mejoran las relaciones laborales
- hay predisposición al cambio
- mejora la comunicación desde la empatía y la compasión
- aumenta la motivación y satisfacción laboral
- disminuye la rotación del personal y el ausentismo
- incrementa la productividad
- se desarrollan y potencializan las habilidades del talento
- se adquieren nuevas skills
- se aumenta la colaboración
- hay equipos mejor enfocados a favor de los objetivos de la empresa
- hay toma de decisiones conscientes
- las personas se vuelven una mejor versión de ellos mismos
- los profesionistas alcanzan su propósito de vida
- se clarifica la visión de la organización
- se identifican problemas y se brindan soluciones
¿Quién pueden ser un líder consciente y cómo implementarlo?
Juan Arenas resaltó a IDC que cualquier persona que tiene a su cargo una o más personas puede convertirse en un líder consciente, solo necesita reconocer el poder que tiene y su capacidad para guiar a los equipos a través de la confianza e inspiración, por ello la importancia de la educación continua.
Y es que el Vicerrector de Canales Digitales y Empresas en Universidad Tecmilenio, reconoció la importancia de implementar este tipo de liderazgo desde la educación y formación de los profesionistas, justo como lo han hecho en el Centro de Desarrollo de Competencias (CDC) de la institución y que ya ha comenzado a brindar resultados.
Arenas nos compartió dos ejemplos de éxito, el primero fue una empresa de la industria bancaria que al implementar el liderazgo consciente, logró disminuir la rotación del personal en un 10%, la productividad creció en un 7% y el 23% de las personas que tomaron el programa tuvieron nuevas oportunidades de desarrollo.
Mientras que el segundo ejemplo es aún más sorprendente, pues la compañía de retail mostró que al contar con este tipo de líderes, la productividad de la organización aumentó en un 25%, lo que finalmente ayudó al negocio a crecer, pero entonces, ¿cómo se puede impulsar este liderazgo?
- hay que escuchar: los expertos indican que un líder que escucha a su equipo y habla con ellos de manera colectiva e individual permite una mejor conexión entre colaboradores
- predicar con el ejemplo: como ya lo decía Arenas, es necesario que los líderes se conviertan en un ejemplo a seguir, y que lo que dicen sea igual a lo que hacen
- conocer el entorno: ver la situación del equipo desde distintos puntos ayudará a encontrar áreas de oportunidad, resolver problemas y crear soluciones que abran la comunicación grupal
- tomar decisiones conscientes: hay que buscar soluciones a partir de la situación real de la empresa y el equipo, de manera que todos se beneficien, considerando todas las opciones posibles
- mantener una buena comunicación: escuchar y ser asertivo con los demás y expresarse de manera honesta permite crear un núcleo de confianza con el equipo, además, esto promueve la colaboración y resolución de problemas o roces en los grupos
- estar dispuesto al cambio: es sin duda uno de los puntos más importantes, tanto como aceptar los errores propios, ya que estos dos últimos permiten mejorar y adaptarse a nuevos panoramas que permitan el crecimiento de los empleados
