Prevención: una estrategia global

Prevención: una estrategia global

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 .  (Foto: IDC online)

Preámbulo La Organización Internacional del Trabajo (OIT) cree firmemente que los accidentes y las enfermedades profesionales pueden y deben ser prevenidos y para conseguirlo es necesario adoptar medidas en el ámbito internacional, regional, nacional y empresarial. Parte de la respuesta consiste en promulgar una legislación nacional adecuada sobre seguridad y salud en el trabajo y fomentar su observancia, impartir más y mejor educación y formación, y en que la seguridad y salud en el trabajo estén mejor integradas en los cursos de formación vocacional, así como en los programas de formación empresarial. No obstante, el verdadero éxito en la disminución de accidentes y enfermedades laborales sólo puede lograrse si todas las partes relacionadas en la ?prevención? asumen un compromiso concreto, un concepto que es el eje de lo que se ha dado en llamar ?cultura de prevención en materia de seguridad y salud?. Prevenir supone gestionar, prever, planificar y comprometerse para anticiparse a los peligros, evaluar los riesgos y adoptar medidas antes de que ocurra un accidente o se contraiga una enfermedad.

Tanto el costo humano como el económico de los accidentes y las enfermedades en el trabajo son enormes en el mundo, la pérdida en el producto interno bruto en el mundo derivada de las muertes, lesiones y enfermedades en el trabajo es de unas 20 veces mayor a toda la ayuda oficial destinada al desarrollo, ello sin considerar el costo humano que esto representa, esto es, el sufrimiento.

En respuesta a un problema de tal magnitud, la Confederación Internacional del Trabajo optó desde el 2003 por una estrategia global basada en la necesidad de promover una ?cultura de prevención en materia de seguridad y salud? más amplia a escala mundial, así como de la necesidad de gestionar eficazmente los riesgos relacionados con el trabajo.

Día mundial de seguridad y salud en el trabajo (28 de abril de 2005)Este día se centró en la prevención de accidentes y enfermedades relacionados con el trabajo bajo el mismo tema de interés para todos en los últimos dos años, esto es, la promoción de una cultura en materia de seguridad y salud. Como años anteriores, también hubo varios subtemas, tales como:

  • prevención de accidentes y enfermedades en el sector de la construcción, y
  • prevención de accidentes y enfermedades entre trabajadores jóvenes y de edad.
Construcción
Es uno de los sectores industriales más importantes del mundo, pues cumple con las exigencias económicas muy dinámicas, así como con requisitos de los programas de construcción, renovación, mantenimiento y demolición en todos los países. Pese a la mecanización, esta industria sigue basándose principalmente en la mano de obra, y los riesgos de seguridad y de salud que corren los trabajadores se encuentran entre los mayores en relación a cualquier otro sector de empleo. Por la propia naturaleza del lugar de las obras en construcción, los entornos laborales cambian con mucha frecuencia y también lo hacen los riesgos de seguridad y salud que corren los trabajadores.

Además, hay muchas partes implicadas en las actividades relacionadas con la construcción:

  • empleadores;
  • contratistas;
  • obreros;
  • arquitectos;
  • aparejadores, y
  • clientes.
Trabajar en estas condiciones puede provocar estrés e incrementar la incidencia de problemas psicosociales, y aumentar las posibilidades de accidentes y enfermedades. En su conjunto, dichos factores hacen que para todas las partes sea muy importante comunicarse de forma eficaz y trabajar en equipo con miras a alcanzar y mantener un buen grado de seguridad y de salud práctica.

RIESGOS DE LOS TRABAJADORES DE LA CONSTRUCCIÓN
Los riesgos a los que se enfrentan estos trabajadores se derivan de la propia naturaleza del trabajo, que supone laborar a grandes alturas, trabajos de excavación, de izamiento, uso de equipo y herramientas eléctricas y otros vehículos de la obra, y a menudo en lugares desordenados y abarrotados de cosas, lo que hace más probable que ocurran accidentes. También están expuestos a gran número de riesgos para la salud, incluida la posesión de sustancias peligrosas, manipulación de cargas pesadas y exposición a niveles elevados de ruido y vibraciones, además dolor de espalda y otras lesiones musculares por levantamiento de cargas pesadas provocan muchas ausencias al trabajo en este sector.

GESTIÓN, PLANIFICACIÓN Y COORDINACIÓN A TRAVÉS DEL DIÁLOGO SOCIAL
La naturaleza temporal del entorno de trabajo que rodea a la construcción, acompañada de la diversidad de actores que intervienen en los procesos, hacen de éste un sector industrial único. Si se desea gestionar correctamente los riesgos para la seguridad y la salud y hacer realidad la prevención de accidentes y enfermedades es de vital importancia involucrar a las partes interesadas.

Todas las partes tienen una función que desempeñar en la reducción de dichos riesgos, beneficiando de este modo no solo a los trabajadores de la construcción sino también a los del futuro mantenimiento de edificios que se construyen.

Por tanto, es necesario un enfoque específico de la seguridad y salud en el trabajo de construcción, donde lo fundamental es contar con una buena gestión, planificación y coordinación a través del diálogo social, y la mejor manera de conseguirlo es consultando con las distintas partes, acordando y apuntando las medidas preventivas necesarias para una obra en particular, y asignando responsabilidades. Éste es el objetivo del programa o plan de seguridad y salud en el que se establece, define,  cuantifica y estima el costo de las medidas específicas de prevención.

PROGRAMAS DE PREVENCIÓN PARA EL SECTOR DE LA CONSTRUCCIÓN
Muchos programas se han centrado sobre todo en las cuestiones de seguridad más que en las relacionadas con las enfermedades, por los beneficios inmediatos de la reducción de accidentes de trabajo comparados con los beneficios a largo plazo de la reducción de enfermedades. Es necesario dedicar más esfuerzos a las cuestiones relativas a la salud en este sector, aunque resulte más difícil medir los resultados de ese tipo de programas. En el ámbito nacional, varios países crean sus propios programas de prevención para este sector. Malasia, por ejemplo, organizó un programa de seguridad y salud en la construcción durante varios años en estrecha colaboración con los interlocutores sociales y la inspección de trabajo. Utilizaron la innovadora metodología de emparejar grandes empresas multinacionales ?mentoras? con pequeñas y medianas empresas, y unos inspectores con formación específica realizaron visitas coordinadas a ambos tipos de empresas y evaluaron resultados, llegando a la conclusión de que el programa había tenido importantes efectos tanto en la mejora de la sensibilización como en la reducción de accidentes y enfermedades en la industria.

Otros países han desarrollado enfoques integrados. El Reino Unido, por ejemplo, posee un programa nacional de seguridad y salud en la construcción basado en asociaciones efectivas con todos los participantes en la industria y en una combinación de distintas clases de intervenciones. El programa ha tenido una repercusión muy significativa en el sector a través, por un lado, de inspecciones con objetivos específicos con una aplicación adecuada y, por otro lado, con gama de otras actividades destinadas a sensibilizar y a mejorar las normas en este sector, campañas de publicidad nacionales y regionales, reuniones con participantes clave en el sector, conferencias, etcétera.

Los programas nacionales para combatir ciertos riesgos genéricos también han incidido en la industria de la construcción, se han puesto en marcha programas nacionales para erradicar la silicosis y existe un número creciente de programas para reducir la exposición al amianto (asbesto), que influye de forma significativa en este sector.

Trabajadores jóvenes y de edad avanzada Las Naciones Unidas definen a las personas jóvenes como aquellas cuyas edades están comprendidas entre los 15 y 24 años. Según la OIT el 85% de los jóvenes del mundo vive en economías en vías de desarrollo y es probable que el porcentaje crezca aún más.

En 2015 se calcula que unos 660 millones de jóvenes, estarán trabajando o buscando trabajo. El Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP) también declara que unos 57 millones de hombres jóvenes y 96 millones de mujeres en edades comprendidas entre los 15 y 24 años de países en desarrollo no sabe leer ni escribir, lo cual dificulta su capacidad para encontrar trabajo y los excluye de los trabajos mejor pagados y menos peligrosos, a menudo están expuestos a graves deficiencias en materia de trabajo decente, por ejemplo, bajos salarios, malas y precarias condiciones de trabajo, falta de acceso a protección social, a la libertad sindical y el acceso a la negociación colectiva.

 El FNUAP predice que mientras, en la actualidad, una de cada 10 personas en el mundo tiene 60 años o más, en 2020 esta cifra se habrá elevado a una de cada ocho personas. Entre tanto en Europa el grupo de edad entre 45 y 64 años constituirá en el 2010 casi la mitad de la población trabajadora.

Por sus años de experiencia, conocimiento y calificaciones, los trabajadores de edad tienen mucho que ofrecer a sus empleadores y a los demás, y en lugar de discriminarlos por razones de edad, pueden seguir siendo valiosos activos si se presta tanta atención a su seguridad y su salud en sus últimos años de trabajo como en los inicios de vida laboral.

CUESTIONES DE SEGURIDAD Y SALUD RELATIVAS A LOS TRABAJADORES Jóvenes
Por varias razones los trabajadores jóvenes corren un mayor riesgo de sufrir accidentes graves no mortales  que sus colegas de más edad, entre éstas, cabe mencionar su falta de experiencia laboral, desconocimiento de los peligros del lugar de trabajo, de cómo pueden ocurrir los accidentes, formación en seguridad y salud, falta general de madurez física y psicológica. Asimismo es posible que desconozcan la legislación nacional capaz de protegerlos ante los riesgos relacionados con el trabajo, como su derecho a disponer de un medio ambiente de trabajo seguro. Además quieren complacer y cumplir bien con su labor, sobre todo si éste es precario, y en este caso pueden trabajar con más empeño y más horas, en detrimento tal vez de su propia seguridad y salud.

También puede estar relacionada con problemas generales de pobreza, analfabetismo, salud, o puede tratarse de la situación aún más desfavorecida de las chicas y mujeres jóvenes.

Por lo tanto, algunas de las cuestiones clave para los trabajadores jóvenes tienen que ver con lograr una mayor sensibilización sobre los riesgos, formación e información, entre otras cosas:

  • educación general acerca de riesgos y seguridad y salud en el trabajo. En algunos países, la educación relativa a los riesgos comienza a impartirse en la escuela, y las asignaturas sobre riesgos y seguridad y salud en el trabajo están incluidas en los planes de estudio nacionales. Es necesario avanzar más en esta área y utilizar más instrumentos modernos e innovadores, incluida la Internet;
  • formación vocacional e información. Los centros de formación y otras instituciones deben incluir los riesgos de seguridad y salud en sus programas, tal vez en relación con un determinado sector dirigidos específicamente a trabajadores jóvenes y explicarles su derecho a gozar de un medio ambiente de trabajo seguro y saludable;
  • formación, información y supervisión en el ámbito de la empresa. Los empleadores deben garantizar que los trabajadores jóvenes reciban la formación e información necesaria para las tareas que se les asignan  y que se les realiza una debida supervisión, y
  • uso de los medios de comunicación en las campañas de sensibilización y otras iniciativas de promoción. Algunos países han logrado resultados satisfactorios, recurriendo a los medios de comunicación, por ello es preciso alentar más el uso de formas ingeniosas y originales para transmitir mensajes importantes sobre la seguridad y la salud de las personas jóvenes.
De edadEl envejecimiento es un proceso individual, pero puede acelerarse a causa de las condiciones de trabajo difíciles como la manipulación de cargas pesadas, una exposición excesiva al ruido, horas de trabajo atípicas o excesivos cambios en la organización. De la amplia variedad de cuestiones relacionadas con la seguridad y salud que pueden afectar a los trabajadores mayores, las siguientes son particularmente pertinentes:

  • fuerza muscular, por lo general disminuye con la edad, por lo que es necesario gestionar adecuadamente la manipulación de cargas y otras actividades que requieren fuerza muscular;
  • capacidad de movimiento y postura, la pérdida de la flexibilidad en las articulaciones puede agudizarse en el momento de realizar ciertos trabajos que requieran movimientos rápidos o bruscos, de ahí que el diseño ergonómico del equipo y procesos de trabajo sea un factor clave para estos colaboradores;
  • agudeza visual, ver con claridad y ser capaces de medir distancias es primordial para algunos trabajos, por ello, los empleadores deben garantizar que la visibilidad del entorno en general sea buena (buena iluminación), además es posible que algunos trabajadores necesiten pruebas de visión para garantizar que no van a poner en peligro su seguridad y su salud, ni la de los demás por alguna clase de discapacidad visual, y
  • audición, en caso de las pérdidas de audición provocadas por exceso de ruido, los empleadores deben tomar medidas para reducir los niveles de ruido ambientales a niveles aceptables, no obstante, las pérdidas auditivas individuales pueden tener efectos adversos sobre la capacidad de otros trabajadores para oír señales y gritos de advertencia, lo cual los pone en peligro y quizás a los demás, por ello deben realizarse pruebas y exámenes auditivos para garantizar una buena salud auditiva.
NORMAS Y DIRECTRICES DE LA OIT
Hace muchos años que la OIT ha adoptado varias medidas para fomentar condiciones de trabajo seguras y saludables, sobre todo para los trabajadores jóvenes. En el Convenio sobre la edad mínima y el Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil, se prohíbe que los trabajadores menores de 18 años realicen labores peligrosas. Por lo que todo país que ratifique estos convenios está comprometido a prohibir este tipo de trabajo con carácter de urgencia. En la recomendación sobre los trabajadores de edad (número 162), 1980, se especifican las medidas que deben adoptarse para reducir las dificultades con las que pueden encontrarse los trabajadores de edad, por lo que abordan cuestiones de seguridad y salud, situándolas en el contexto más amplio de la igualdad en el trato, la no discriminación y las prácticas jubilatorias.

PROGRAMAS DE PREVENCIÓN
En el ámbito nacional y de empresa existen programas de prevención para los trabajadores jóvenes. En los programas nacionales de capacitación para los jóvenes, por ejemplo, suelen incluirse elementos de formación en materia de seguridad y salud y también de sensibilización, y los programas nacionales encaminados a erradicar el trabajo infantil peligroso, han resultado beneficiosos para jóvenes trabajadores menores de 18 años. Muchos empleadores proporcionan formación inicial o programas introductorios para trabajadores jóvenes, en los que también se trata la seguridad y salud, métodos para prevenir accidentes y enfermedades en el trabajo.

También existen programas nacionales y de empresa centrados en las necesidades de los trabajadores de edad.

Finlandia desde 1997 hasta 2002 llevó a cabo satisfactoriamente un programa nacional con el que se proponía mejorar el bienestar de los trabajadores de edad en el trabajo y conseguir la clase de organizaciones en las que estos trabajadores puedan participar.

En el ámbito empresarial, un fabricante de automóviles francés ideó una política de prevención dirigida a todos los asalariados con objeto de preservar la salud mental y física de los mismos desde la edad más temprana posible; se contrató a especialistas en ergonomía para adaptar mejor los lugares de trabajo de todo el personal.

Conclusiones 
 En este informe se han examinado los problemas a los que se enfrentan los trabajadores de la construcción y los trabajadores jóvenes y de edad, sin embargo, los retos de mejorar la seguridad y salud en el trabajo conciernen a todos los sectores económicos y todos los interlocutores sociales tiene un papel que desempeñar en la reducción de los accidentes y las enfermedades en el lugar de trabajo. La OIT desea promover la seguridad y salud en el trabajo en todo el mundo y afirmar la importancia del diálogo social eficaz y de una ?cultura de prevención en materia de seguridad y salud? satisfactoria para abordar dichos retos. Si todas las partes aúnan sus fuerzas, la tasa mundial de accidentes y enfermedades puede reducirse.