Colaboración de Ancelmo García Pineda, Asesor externo de la Organización Internacional del Trabajo y colaborador permanente de IDC Seguridad Jurídico Fiscal.
Estas organizaciones siempre han jugado un rol preponderante en el manejo y administración de las condiciones de trabajo que rigen en los centros de labores; por ello, ahora más que nunca su participación y colaboración es primordial en resolver los conflictos que la economía mundial plantea.
En estos momentos deben asumir una actitud madura y responsable, pues se trata de solventar el desafío que representa la subsistencia de la organización, de las fuentes de empleo de sus agremiados y por ende del propio organismo sindical.
Recientemente algunos organismos, como la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (Amedirh), lanzaron una ?campaña antidespidos? mediante la cual se exhorta a los patrones a tomar medias para evitarlas (como los paros técnicos). Asimismo, el director de la Amedirh, Pedro Borda, hace un llamado a los sindicatos, recomendándoles ser mesurados con sus peticiones de aumentos de salario y prestaciones, así como flexibles tratándose de medidas tales como la disminución de las jornadas y el agotamiento de días de vacaciones del personal para ahorrar costos en la operatividad y producción.
Si bien resulta incuestionable que la presencia de los gremios de trabajadores es indispensable como mecanismo para la defensa de los derechos de los trabajadores y de contrapeso frente a los intereses patronales, su participación debe ir más allá de esos roles, por lo que debido al preponderante papel que juegan en la sociedad, política y economía mexicana, inquirimos nuevamente a Ancelmo García Pineda sobre ¿cuál cree que debe ser la participación de los sindicatos mexicanos ante la crisis?
Las organizaciones sindicales de México en su gran mayoría están anquilosadas y son grupos de intereses reducidos, pero los trabajadores sindicalizados y los representantes sindicales a nivel de piso de producción no se han maleado y pueden apoyar a las corporaciones en este momento de crisis.
Aunque es posible observar respuestas negativas en las que predomine el interés monetario e individual, este será el menos y es de esperar que la autoridad siga trabajando para encarcelar a los líderes que simulan y extorsionan tanto a las compañías, como a los trabajadores.
También se prevén posturas positivas de representantes sindicales, por lo cual se debe estar atento para apoyarlas, guiarlas y orientarlas.
Algunas posibles tareas de carácter general a ejecutar por los sindicatos son las siguientes:
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asumir un compromiso claro, expreso y explícito de que se va a trabajar de manera conjunta para salir de la crisis, y
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elaborar un programa de acciones, desde aquellas que tienen que ver con la disminución de costos de mano de obra, hasta aquellas vinculadas con acciones de mejora continua en la organización con beneficios para la gerencia y el accionista; y por tanto también para los colaboradores
Dentro de las acciones específicas que pueden llevar a cabo podemos referirnos a las:
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de reducción de costos laborales desde la perspectiva sindical:
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evaluar de manera bilateral las cláusulas del contrato de trabajo que propician la productividad, así como las que la obstaculizan
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renunciar a demandas que signifiquen gasto sin beneficio de la mayoría de los trabajadores
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acordar un nuevo contrato colectivo de trabajo con tres vértices de atención: la competitividad, la productividad y la calidad de vida de los trabajadores
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eliminar todos los beneficios económicos que sólo favorecen a los representantes sindicales y convertirlos en fondos de inversión de la corporación
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reducir en lo posible el número de subordinados con licencia sindical y que por ende resultan improductivos para la organización
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aumentar los estímulos a subordinados que ejercen funciones sindicales sin salir del piso de producción, y
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establecer el día de mejora para la corporación con beneficio mutuo
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de mejora continua desde la perspectiva sindical:
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transformar todos los desperdicios en un recurso extra para obtener mayor ganancia en salario e inversión productiva
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eliminar tiempos muertos cuya responsabilidad sea exclusivamente de los trabajadores sindicalizados
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identificar las posibles mejoras en la compañía con un compromiso de beneficio para todos
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elaborar un programa de motivación y de estímulos para la mejora continua, y
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convocar y realizar a una asamblea del sindicato con el sólo objetivo de analizar cómo contribuir con la organización para salir de la crisis de manera corresponsable, ampliar el mercado, mejorar el producto, eliminar tiempos muertos y suprimir trabajos de supervisión u otros que sobren. La importancia de llevar a cabo una asamblea específica para esos temas radica en que la confianza de los subordinados no se expresa tan libremente en la oficina del supervisor o el gerente, como en las asambleas del sindicato; además muchos tienen conocimientos que no les gusta expresarlos en el área de producción
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Al final lo más importante de estas acciones es que deben analizarse con seriedad por el empresario, comprendiendo también que la salida de la crisis debe ser una oportunidad para plantearse mejores condiciones de vida para sus trabajadores y al mismo tiempo practicar una cultura productiva para alejar al país de la pobreza extrema en la que hasta ahora se ha mantenido.
La situación de crisis a la cual se enfrenta el sindicato y la empresa es el mejor momento para identificar y abandonar prácticas negativas e identificar las nuevas acciones como oportunidades y desafíos. Recordemos que la evaluación permanente, es la conciencia crítica de nuestro trabajo.