Productividad en sectores de manufactura

Productividad en sectores de manufactura

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 .  (Foto: IDC online)

Preámbulo

La economía mexicana desde hace varios años se encuentra en una preocupante y limitada situación de reducido crecimiento y con un mercado interno que no se incrementa, algunas empresas se han logrado interconectar con los mercados externos, sin embargo, son las menos.

Por otra parte exportadoras o no, las manufactureras buscan incrementar sus ventajas competitivas y mejoras de productividad para no reducir el nicho de ventas y además asegurar la permanencia de los empleos que proveen. En un reciente estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) se anotan una serie de características de algunos problemas de productividad de algunos sectores de la manufactura mexicana.

Problemas de la manufactura mexicana

En primer lugar hay que anotar que la industria manufacturera está sustentada en una estructura de mercado basada en microempresas, así como medianas y sólo en una parte muy pequeña grandes empresas, las cuales funcionan alrededor del sector exportador.

Las manufacturas en México dan empleo a casi la tercera parte del empleo total nacional y contribuyen con la quinta parte del Producto Interno Bruto, de ahí la importancia que tiene en todo el territorio nacional desde la perspectiva económica.
Una de las más importantes causas de los problemas de la industria manufacturera se encuentra en su composición estructural, ya que al caer las exportaciones, ésta casi se detiene por completo debido al débil desarrollo del mercado interno.

De acuerdo con un estudio realizado por la OIT, ?la evolución de la industria manufacturera mexicana en los años 2000, llegó a un punto donde la competitividad laboral no se reduce a un problema cuantitativo, de incrementar la productividad y reducir el costo laboral, aumentando el volumen por trabajador y bajando remuneraciones, sino sobre todo por lograr un eslabón cualitativamente diferente y superior de competencia, de productos y servicios con mayor valor agregado.?

Lo anterior significa que para la industria manufacturera, el camino de la competencia por los bajos costos y la mano de obra barata dejó de tener significado en el acontecer del mercado global; de ser un discurso y una amenaza y es ya una realidad de los mercados internacionales; México no podrá recuperar su competitividad mundial si intenta seguir por el lado de la mano de obra barata y la fuerza de trabajo semicalificada.

El modelo que había seguido México de adecuarse a las nuevas reglas del mercado se terminó y ya no basta tampoco con montarse en las viejas olas de la informática, la electrónica o los sistemas de gestión de calidad y producción adelgazada, ni en los sistemas de aseguramiento de la calidad, los cuales están demostrando un grado de agotamiento que se traduce en obstáculos productivos.

La manufactura mexicana presenta rasgos que nos permiten escalarla en tres situaciones:

  • el sector exportador y maquilador, eje dinámico del sector, aunque está aislado del resto de la manufactura, no se articula, ni se vincula;
  • el antiguo sector creado por empresas integradas pequeñas y medianas que abastecen al mercado interno, y
  • las manufacturas atrasadas que se ocupan en actividades tradicionales urbanas y rurales y son las que tienen menores índices de productividad laboral y total.

Muestra de problemas

Podríamos anotar como un gran problema el diferencial de productividad entre la gran empresa y la pequeña, que en algunos casos llega a ser de hasta 30 veces menor en la segunda; a lo anterior se suma que en ocasiones el crecimiento de la productividad del sector manufacturero sobre todo de las grandes empresas, conduce a una distribución muy polarizada de los ingresos, lo que incide en un crecimiento limitado del mercado interno, algunos ejemplos de la problemática del sector son:

  •  el caso de la industria textil, es preocupante ya que desde hace varios años no logra modernizar maquinaria y demás equipos, además de que el comportamiento a la baja del mercado le exige recurrir a los paros técnicos, lo que implica despido o separación de los trabajadores del centro de trabajo, e inclusive muchas de las veces la separación personal con elevado nivel de calificación y conocimientos de los procesos productivos;
  • la carencia de financiamiento, que se debería acompañar de apoyos fiscales;
  • otras industrias como la del juguete y del plástico se enfrentan a problemas externos de las plantas que afectan su competitividad como el contrabando y la proliferación de productos asiáticos, particularmente chinos, que en el caso de algunas industrias llega a ser hasta del 60% la cantidad de productos ilegales;
  • en la industria de los productos metálicos, la maquinaria y el equipo es particularmente relevante, ya que ahí se concentran las actividades que más dedican su producto a la exportación; tales como la automotriz, electrónica y eléctrica, y
  • la capacitación; no hay que olvidar que de acuerdo con un reciente estudio del Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval) y de la Encuesta Nacional de Empleo, el 70% de la fuerza laboral mexicana nunca ha recibido un curso de capitación, lo que habla de generar ventajas competitivas con una fuerza de trabajo poco calificada y con salarios por debajo de la media latinoamericana, lo que ha llevado al país a un agotamiento del modelo competitivo. Esto refleja una cultura empresarial que no valora la inversión en formación para el trabajo.

Lo anterior, demuestra que se requieren más esfuerzos en un plan coordinado por todos los actores sociales y productivos, pues la falta de capacitación limita las posibilidades de incrementar el índice de empleabilidad y de adquirir y poner en práctica mayores conocimientos por parte de los trabajadotes mexicanos.

Hacia donde construir solucionesAunque es posible anotar diversas soluciones de índole económico y productivo, éstas las podemos agrupar en dos grandes rubros: por un lado las alianzas y el asociacionismo empresarial y por el otro, la revisión de programas específicos de productividad, ambas líneas deben ser por supuesto de bajo impacto económico en la estructura de costos de nuestra empresa.

Es evidente que las empresas de manufactura deben replantear su estrategia de construcción de ventajas competitivas, y buscar insertar segmentos de producción y consumo de mayor valor agregado, lo que las conduciría a apoyarse más en fuerza de trabajo calificada y en políticas internas e integrales y permanentes de formación y calificación de sus trabajadores.

Es importante trabajar en construir los enlaces posibles en las cadenas productivas y en el traslado de saberes entre empresas para enfrentar mejor la coyuntura. Es evidente que se tienen que ensayar nuevas soluciones, ya que México no puede seguir esperando a que la economía de nuestros vecinos crezca, por el contrario, se debe adaptar a un mercado en el que prevalecen bajas tasas de crecimiento, y donde la competencia e incertidumbre sean el rasgo distintivo de la globalización en el entorno regional.

Desde los clusters, el desarrollo de proveedores, el outsourcing, hasta las alianzas estratégicas con firmas de otros países, en particular de aquellas que tienen ventajas competitivas de las que nuestra empresa carece.

Hacia adentro de nuestra empresa, como hemos anotado tenemos cuatro grandes esferas de acción como:

  • innovación en tecnología;
  • rearticulación de nuestras formas de organización de la producción;
  • reorganización del trabajo, y
  • exploración nuevas formas de gestión de la producción.
Lo anterior, puede articularse de manera contemporánea con nuevas formas de remuneración vinculadas a la productividad y calidad, así como de organización que permitan a los trabajadores participar en la solución de problemas y atorones de la producción, a partir de una supervisión más horizontal y participativa.

Una vía poco explorada en nuestro país se encuentra en impulsar la productividad laboral en dirección de una trayectoria de creación de mayor valor agregado desde el enfoque de costo unitario lo que implica explorar y poner en práctica acciones y planes productivos de mayor calidad e innovación permanente de producto y proceso, además de entrar a una dinámica de generación de conocimientos que haga realidad la búsqueda y multiplicación del capital intelectual en las plantas productivas.

Conclusión
Como ya hemos anotado, es cierto que se debe buscar un mercado mucho más organizado y cuidadoso de los equilibrios macroeconómicos y sociales, también es cierto que algunos empresarios no supieron anticiparse a la situación de que la mano de obra barata y semicalificada iba a durar poco tiempo como factor de ventaja competitiva, fenómeno que se aceleró con el crecimiento de China y con la pérdida del mercado norteamericano por parte de los productores mexicanos.

Como hemos podido anotar y observar, el problema de los productores manufactureros es doble, por un lado la estancada economía que demanda exportaciones, y por otro un mercado interno que no acaba de crecer como todos quisiéramos, por lo que la necesidad de construir ventajas competitivas de nueva base es urgente si no queremos ver que se reduzca todavía más la planta productiva, los empleos y la capacidad competitiva de la nación.