Orientación vocacional para grandes

Para los que ya no se sienten cómodos con sus trabajos, la mejor solución es recurrir a una nueva técnica: la orientación laboral.

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 .  (Foto: IDC online)
Revista Expansión, Ed. 926 | fecha: 10/12/2005... -

Orientación vocacional para grandes

Para los que ya no se sienten cómodos con sus trabajos, la mejor solución es recurrir a una nueva técnica: la orientación laboral.

Autor: Véronica García de León

 ?¡Qué cansada es la profesión que he elegido!?, piensa Gregorio Samsa recostado en su cama antes de saber que se había convertido en un monstruoso insecto. Algunos críticos dicen que fueron el tedio y la frustración por su trabajo las razones que llevaron al personaje de Franz Kafka en La Metamorfosis a tomar la desagradable forma que al final lo llevó a la muerte. Lo cierto es que ser vendedor era un trabajo que Samsa odiaba hacer y en el que él permanecía sólo para complacer a sus padres.

Los especialistas afirman que en recursos humanos el tedio es uno de los principales síntomas de insatisfacción en el trabajo, que culmina no con una metamorfosis, pero sí con el abandono del mismo.

Que el pago no corresponda al esfuerzo realizado, que el empleado vea pocas posibilidades de superación, o un ambiente inadecuado, así como inconformidad hacia estilos de dirección, son algunas de las razones que conducen a la desmotivación e insatisfacción de los trabajadores y que pueden llevar a una rotación laboral, apunta la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (Amedirh).

Infinidad de empresas que saben lo anterior se preguntan cómo retener a su personal. Sin embargo, para Fernando Fernández de Córdova, vicepresidente de Shore Consulting, compañía especializada en recursos humanos, el empleado también se debe preguntar ?¿qué tengo que hacer para ganar más?, y no solamente decir ?quiero ganar más?.

?La responsabilidad del desarrollo tiene que ser del empleado no de la empresa, él tiene que ver primero hacia dónde quiere llegar y proponerlo a la empresa, tener iniciativa?, sostiene.

Desde la óptica de la orientación laboral, detrás de una persona que no está contenta con su trabajo, yace la falta de un proyecto personal, una mala elección de carrera, una falta de actualización o  una ausencia de metas claras.

?La persona debe de tomar el problema como propio y desear un cambio. La orientación laboral la llevará a saber qué camino seguir a través del auto conocimiento?, refiere Guillermina Nava directora del Instituto Mexicano de Orientación Vocacional (Imovo).

La orientación laboral es una herramienta de la psicología que se ha vuelto más necesaria conforme las economías se han globalizado y el desempleo de profesionistas ha ido en aumento. Su uso empezó en  Estados Unidos, Inglaterra y España y se ha contagiado a otros países como México. ?Al haber tanta competencia para una sola plaza, son mayores los desafíos y muchas veces lo que sabes y esperas no coincide con la realidad del mundo laboral?, menciona Nava.

Mediante la orientación laboral, el individuo está consciente de dónde está parado en cuestión de fortalezas y debilidades y qué necesita para llegar a donde desea.

En algunos casos se puede tratar de un giro completo y cambiar de profesión. En otros, reorientar su actividad, o bien reafirmar el camino y renovarse mediante un curso o una maestría. Debido a las condiciones del mercado es cada vez más frecuente el cambio de rumbo. Fernández de Córdova afirma que 25% de los ejecutivos que salieron entre 2003 y 2004 de las empresas, cambiaron de actividad, es decir pusieron un negocio, se movieron de ciudad, se volvieron independientes. ?Les ayudamos a evaluar dónde tienen mayores posibilidades de éxito?, dice el especialista.

Los norteados

Más de 40% de las personas que buscan orientación laboral tienen entre 25 y 34 años. Estas edades, señalan en Imovo, coinciden con etapas de transición del ciclo de vida que están vinculadas con el desarrollo profesional y en las que se requiere orientación.

En el caso de las personas de 25 años, se puede tratar de individuos que una vez que terminaron su carrera no consiguen empleo. En un segundo momento, después de cinco o más años de trabajar, sienten que su actividad no cumple con las expectativas que tienen de la profesión o no le ven futuro a su carrera.

A partir de los 40 años (la famosa edad mediana), si no existen nuevos desafíos, las personas pueden perder el ánimo, presentar cuadros de agotamiento y monotonía, o incluso les pueden surgir nuevos intereses en otras áreas.

Otro momento clave que requiere de sesiones de orientación laboral es la llegada del retiro, cuando el ejecutivo está a punto de dejar la empresa y no sabe qué hacer con su tiempo libre o cómo seguir aprovechando sus capacidades.

El desempleo forzoso a cualquier edad es otro momento crítico, en el que, según Guillermina Nava, la orientación laboral le permitirá a la persona abrir su campo de búsqueda y fortalecer aquellos aspectos en los que el individuo requiere ser más competente.

Un alto en el camino

Un profesionista, de 30 años y dedicado a la informática, llegó a Imovo con un síntoma muy concreto: no era promovido. ?No paso de maceta para corredor?, se quejaba.

Todas las personas que acuden a los talleres de orientación profesional repiten los mismos patrones: no se sienten satisfechos en su puesto, perciben que no crecen en la empresa, y notan que su trabajo es amenazado por talento más joven. De hecho, éstos son los motivos de 80% de quienes buscan ayuda, mientras que el restante 20% lo hace porque no encuentra empleo.

Existen otros síntomas que pueden ser señal de que una persona requiere un ajuste de carrera: limitarse a cumplir lo requerido y esperar sólo el día de pago; sentirse aburrido; no interesarse por el proyecto de la empresa; sentirse poco valorado, y percibir que las tareas son  padecidas en vez de disfrutadas.

El que un empleado siga creciendo dentro de una organización, menciona Guillermina Nava, depende de dos habilidades, que si no están bien desarrolladas pueden convertirse en un obstáculo: las cognitivas (relacionadas con la preparación del empleado, su facilidad para aprender y su tipo de razonamiento), y las de personalidad, dentro de las cuales entran factores emocionales como la autoestima y las habilidades sociales.

Un taller de orientación laboral tiene como finalidad detectar qué está obstaculizando estas habilidades. Para ello se aplica una batería de pruebas que evalúan la personalidad, las aptitudes, los intereses vocacionales y la historia de vida del individuo en el ámbito escolar, familiar y personal.

?Es hacer un alto en el camino y entrar a un proceso de autoconocimiento. Entre más profundo sea es mejor?, agrega Nava.

A través de la prueba de personalidad, el profesionista que sentía que no pasaba de maceta, descubrió que tenía problemas para socializar, no trabajaba en equipo, y si quería ser supervisor no podría hacerlo sin mejorar sus habilidades sociales.

La prueba de personalidad puede además detectar que un individuo quizá no es  capaz de tolerar a la autoridad, no soporta la frustración, no maneja la hostilidad, es sensible a las críticas o no puede trabajar bajo presión.

Mediante la prueba de aptitudes, una administradora que se encontraba estancada en su trabajo descubrió sus grandes potenciales como escritora. Ella decidió hacer un cambio paulatino: seguir con su trabajo mientras estudiaba la carrera de Letras. Además, dentro de su empresa se encargó de echar a andar la revista interna que por años dejó de circular.

Una meta

Rosa María deseaba ser sobrecargo de una línea área, pero tenía que esperar a cumplir 18 años. Faltaba sólo un mes, sin embargo decidió entrar a trabajar como asistente en una empresa, donde se le pasaron sin darse cuenta más de 10 años. Se casó y se fue a vivir al extranjero. Su vida fue un infierno y regresó a su sueño de volar sólo faltando un mes para llegar al límite de edad para poder ser sobrecargo. ?Su problema fue no tener claras sus metas y no aferrarse a ellas?, afirma Guillermina Nava.

Puede sonar un poco obvio, pero tener metas claras y saber a dónde se quiere llegar es uno de los pasos más importantes para tener éxito.

Uno de los ejercicios que aplica Imovo en sus talleres para aclarar la visión de sus alumnos, es pedirles que dibujen cómo se ven en 20 años. La dificultad para hacerlo habla de la claridad (o no) que tienen en cuanto a sus proyectos de vida.

Y es que sin importar la etapa de desarrollo en la que se encuentre, cualquier persona dará palos de ciego y tendrá una sensación de insatisfacción permanente sin una meta clara.

Para Fernando Fernández de Córdova, cuando un empleado tiene un proyecto sabe qué necesita de la empresa y qué requiere la compañía de él. Con base en ello puede haber una alineación con los objetivos de la organización y una mayor productividad.

?El empleado debe preguntar a su jefe qué se espera de él en este trabajo, qué puede hacer para progresar, qué tiene que hacer para ser más productivo, y hacer un convenio para decir ?si yo cumplo lo que me pides, dime que voy a tener a cambio??, explica Fernández Córdova.

El trabajo de la orientación laboral consiste en ayudar a la persona a crear un proyecto de vida realista y pequeñas metas para llegar a él.

Seguramente la vida de Gregorio Samsa hubiera terminado diferente de tener un proyecto más propio que el de ganar dinero para sus padres. Habría sido otra la historia.