Ventajas de competitividad de las Pymes

Las Pymes representan un potencial de crecimiento y generación de empleo aún poco explotado en nuestro país

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 .  (Foto: IDC online)

En México, ¿dónde hay mas pymes Preámbulo
Las pequeñas, medianas y micro empresas en México (Pymes) representan un potencial de crecimiento y generación de empleo aún poco explotado en nuestro país. En diferentes sectores estas compañías dan la batalla por generar bienes y servicios, y no son pocas las dificultades que día con día resuelven. Las Pymes, a pesar del surgimiento de importantes formas de progreso local, así como de programas de desarrollo de proveedores y de integración local, como de incubadoras de empresas o de franquicias; continúan encapsuladas en esfuerzos que no alcanzan a madurar del todo y en algunos casos crecen con limitaciones tales como su escaso acceso a créditos bancarios y a la tecnología; su falta de capacitación y, en definitiva, de competitividad para salir a dominar al mundo con lo que deberíamos denominar “el modelo mexicano de pequeña empresa” que ojalá algún día se haga presente en el mundo. ¿Por qué debemos buscar ser más competitivos
En un vistazo rápido sobre el mundo de las micro, pequeñas y medianas empresas se debe observar y subrayar su potencial, aunque sin dejar de lado también sus carencias y dificultades; entre las que podemos mencionar que en su mayoría no logran alcanzar los 15 años de antigüedad, mientras que apenas algo más del 40% de ellas han llegado a una edad mayor de los 12 años de vida. Respecto a su personal, sólo el 26% tiene un nivel de estudios de secundaria y el 35% solamente terminó la primaria. Por otra parte, nos damos cuenta que en general no existe cultura de calidad en las Pymes, pues más del 80% de ellas no cuenta con ningún tipo de certificación y poco más del 50% no aplica ninguna técnica de mejora de la calidad y productividad. Como se ve, el panorama es muy desafiante, ya que es en este clima donde deben responder a los retos de competitividad y productividad que la globalización demanda. Algunas características importantes de el porqué debemos seguir pensando en estas compañías se debe a que generan más del 56% del total de empleos, aunque los salarios que pagan aún no rebasan los tres salarios mínimos. Entonces, aunque son las que más generan empleo, no es así en cuanto a la calidad del mismo; ya que tampoco ofrecen suficiente capacitación a la gente que contratan, además de no proporcionar estabilidad en el empleo. El principal desafío respecto a este punto es que a final de cuentas, tanto en el mercado de bienes y servicios como en el laboral, las Pymes suelen ser las que más generan empleo precario y en muchos traspiés son la antesala del empleo informal. Además, muchas veces las empresas pequeñas y micros prefieren incumplir con sus obligaciones fiscales y laborales, ya que su estructura de costos y de rentabilidad no les permiten consolidarse y soportar las cargas impositivas. Principales desafíos de las Pymes
En reciente investigación del foro económico mundial sobre las dificultades y los desafíos que deben sortear las Pymes en los países, entre los cuales está México, se encontró lo siguiente:
  • corrupción de un tercero;
  • ineficiencia de la burocracia;
  • difícil acceso al financiamiento;
  • ley laboral muy restrictiva;
  • inadecuada infraestructura;
  • falta de políticas gubernamentales;
  • tasas impositivas incoherentes;
  • calificación insuficiente en la fuerza de trabajo;
  • carencia de cultura y ética de compromiso;
  • inestabilidad gubernamental, y
  • escasez de calidad en los proveedores.

Estos aspectos influyen de manera negativa en el clima empresarial y en su limitado crecimiento. En general podemos afirmar que México se encuentra muy por debajo de otros países en tratándose de temas como la calidad nacional del ambiente de negocios; así como respecto a estrategias y operación de compañías, que forman parte del conjunto de factores que permiten el desarrollo empresarial. Pymes familiares potencialmente sólidas
Por otra parte, no debemos pasar por alto que en el caso de las empresas pequeñas, micros y medianas, adquiere relevancia el hecho de que poco más del 50% de ellas son familiares, por lo que se deben someter a un análisis particular. Algunos problemas relevantes que deben enfrentar estas empresas familiares son:

  • demasiado tiempo en relevar a un ejecutivo miembro de la familia;
  • gastos fuera de control por los vínculos familiares existentes;
  • fuerte concentración en la toma de decisiones;
  • problemas de sucesión de mando entre familiares;
  • falta de cultura para delegar responsabilidades;
  • escasa planeación de mediano plazo;
  • nula elección de líderes sin vínculos familiares;
  • conocimiento de resolución de conflictos sin ruptura de la empresa;
  • poca experiencia empresarial acerca de trabajo en equipo, entre la familia, e
  • impera la alusión: “primero es la familia y luego la calidad”.

Lo anterior sólo representa una mínima parte de los problemas que les impiden a estas empresas crecer y desarrollar su potencial productivo, organizacional y competitivo en México, pues se suman a los anotados para todas las Pymes, lo cual demuestra que se debe profesionalizar su administración y visión de negocios ante un mundo global de intensa competencia. En el caso de las empresas familiares de dimensiones propias de Pymes, algunas acciones que pueden mejorar su práctica productiva y competitividad pueden ser:

  • establecer protocolos de sucesión;
  • institucionalizar la empresa de manera corporativa;
  • crear consejos de administración;
  • distribuir las acciones de manera planificada;
  • realizar planeación estratégica, y
  • recurrir a una consultoría externa.

Estrategias de competitividad de las Pymes
En relación con la generación de estrategias que se ha seguido con éxito en algunos países; la búsqueda y construcción de estrategias de desarrollo local es la clave, ya que si bien éstas no son nuevas en el tiempo, si lo son en cuanto a que las sociedades y sus gobiernos han alcanzado una madurez que no tenían en años anteriores. Por otra parte, los actores productivos han de vincular sus negocios con términos como el de desarrollo sustentable y empresas socialmente responsables, que también son de nuevo cuño. Entre las nuevas percepciones existentes en los negocios destaca la que afirma que hoy más que nunca está demostrado que las empresas no pueden depender de torpes decisiones de los gobiernos centrales. Por tanto se deben impulsar medidas para lograr el desarrollo local, la promoción económica y el empleo; y para ello se tienen que crear esquemas sustentados en las fortalezas locales, en articulación con los esfuerzos nacionales. De acuerdo con lo anterior, el desarrollo económico local no debe basarse solamente en crecer a partir de la inversión externa. En tal virtud, el desarrollo económico local debe buscar:

  • mejorar la calidad de la vida mediante la creación de nuevos activos para las empresas y las comunidades locales;
  • ayudar a obtener un crecimiento económico sustentable;
  • incrementar el empleo, la prosperidad y calidad de vida de las comunidades;
  • consolidar y expandir las empresas locales, y
  • generar aprendizajes propios del dominio local.

Buenas prácticas para la competitividad de las Pymes
Las mejores prácticas son herramientas que deben concebirse desde las etapas de planeación de las actividades empresariales. Al abordar este tema, debemos tomar en cuenta no sólo los objetivos económicos de las Pymes, sino su entorno social y su situación de problemática industrial local, para buscar un proyecto sustentable y socialmente responsable. De esa manera se debe generar una discusión centrada en los problemas de las Pymes con un enfoque desde su entorno local y de su base para resolver los problemas de índole propio en un ámbito territorial determinado. Se debe abandonar ya el intento de generar recetas para las Pymes, como si fueran iguales o las mismas en cualquier
parte del territorio nacional. Entre los fines últimos del desarrollo económico local se encuentra disminuir la pobreza a través de la institucionalización de mercados, para lo cual se requiere de empresas consolidadas, que proporcionen empleo y generen buenos salarios, con todo lo cual se pueden generar verdaderos cambios estructurales en la economía de una región, rama productiva y país. Cuando hablamos de buenas prácticas no las debemos reducir a aquéllas que se refieren a la eficiencia operacional; el concepto se debe ampliar hasta abarcar aspectos como: procesos de aprendizaje local, producción de bienes públicos, formación de capacidades y la promoción de ventajas comparativas, hasta llegar a tener las buenas prácticas para las condiciones nacionales y locales específicas. Algunos programas de mejores prácticas para las Pymes los ubicamos en temas de alto impacto como los que se presentan a continuación:

  • planificación, manejo y formación de recursos humanos;
  • plan de sucesión de ejecutivos;
  • sistema de información gerencial;
  • organigrama de división y funciones en el trabajo;
  • planificación:
    • estratégica de actividades;
    • de la cadena encargos-producción-suministro, y
    • financiera;
  • contabilidad y estados financieros;
  • cálculo de costos y precios;
  • proyectos de inversión;
  • manejo eficiente de insumos;
  • estudio de mercado y atención al cliente, y
  • búsqueda de innovaciones en todas las áreas.

Una oportunidad única que se ha intentado desarrollar en México y que presenta gran potencial es el desarrollo de concentraciones de empresas de determinado sector en una misma región, con relaciones inter e intra firma, con cierta relación entre los sectores e intervención de agentes gubernamentales y privados con proyectos estratégicos de competitividad sistémica; es decir, desde y hacia dentro de sí mismos. Las concentraciones de las empresas como estructuras locales que potencien el desarrollo de las Pymes las podemos ubicar y clasificar como sigue:

  • primaria: varias empresas se asocian para fabricar un mismo producto;
  • secundaria productiva: se establecen relaciones ínterfirmas para crear eslabonamientos o encadenamientos en fases productivas;
  • intersectorial: construyen relaciones de empresas y convergen entre sectores diversos; generan y fomentan una cadena de valor;
  • sistémica: se involucran además instituciones o agentes gubernamentales para propiciar el desarrollo territorial, y
  • estratégica: entre todos buscan encadenarse para crear un desarrollo sustentable, mientras que la clave de una adecuada estrategia de competitividad se encuentra en la articulación de:
    • obtención de:
      • tecnología no obsoleta, y
      • mayor y más moderno equipo de capital;
    • mejoramiento de los recursos humanos;
    • seguimiento del trabajo en equipo;
    • realización constante de innovaciones en tecnología de proceso y producto;
    • estandarización de procesos;
    • certificación del trabajo de los técnicos, y
    • aplicación de la ingeniería de diseño.

Conclusión
Como hemos podido apreciar, en la constitución de ventajas competitivas para las micro, pequeñas y medianas empresas, resulta esencial terminar con el centralismo y sustentar el crecimiento en el desarrollo económico local; para lo cual es fundamental el estudio de las condiciones que determinan las ventajas competitivas de la producción en la entidad respecto de cualquier otro mercado nacional o internacional. A partir de ahí se deben detectar los sectores, subsectores y ramas para realizar la mejora o la inversión, partiendo de impulsar una concentración que permita aprovechar todas las ventajas de una localidad en un momento determinado.