Alcance de la responsabilidad social

Reglas aplicables a las empresas y su impacto en la sociedad, por Ancelmo García Pineda, asesor externo de la OIT y colaborador de IDC

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 .  (Foto: IDC online)

Preámbulo

Este tema tiene diversas dimensiones y ha sido abordado de diferentes maneras por los gobiernos, empresas y organizaciones. Como nuestros lectores saben, la responsabilidad social es, sobre todo, una actitud de carácter voluntario de los responsables de la empresa ante diversos problemas y dilemas que enfrenta el ámbito empresarial.

También es una respuesta de la organización a las preocupaciones por insertarse en la comunidad social de una manera más humana y solidaria, sin dejar de negociar de manera ética y moral.

Éste ha sido un tema de debate en las más importantes oficinas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), motivo por el cual, a continuación, presentamos esta visión con un énfasis en su alcance de la dimensión laboral.

Responsabilidad social desde la perspectiva de las Naciones Unidas

La visión y propuesta de las Naciones Unidas están contenidas en el denominado Pacto Mundial que consta de 10 principios que corresponden a los ámbitos:

  • de los derechos humanos (extraídos de la Declaración Universal de Derechos Humanos);
  • laboral (tomados de la Declaración de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo);
  • medioambiental (sacados de la Declaración de Río de Janeiro sobre el medio ambiente y desarrollo), y
  • de la corrupción (se tomaron del Convenio de la ONU contra corrupción). El décimo principio relativo a la corrupción se agregó en junio de 2004.

La mayoría de los gobiernos nacionales del mundo entero han aceptado estos principios; por lo que se alude a éstos últimos con frecuencia como ?principios universales del Pacto Mundial?.

El Pacto Mundial no es un código de conducta, ni un instrumento prescriptivo ligado a un control o a una auditoría exterior a cargo de las Naciones Unidas o a cualquier otro organismo para verificar los esfuerzos que desarrollan las compañías. El ahora ex secretario general de las Naciones Unidas, cuando lanzó el pacto el 26 de julio de 2000, aclaró: ?la ONU no tiene ni el mandato ni la capacidad para controlar o auditar los resultados empresariales relacionados con el Pacto Mundial?.

No obstante lo anterior, este Pacto crea un foro para aprender y compartir experiencias relativas a la promoción de los 10 principios. A través de éste, las empresas demuestran a sus empleados y a la comunidad que son compañías ciudadanas responsables. La organización elige cómo lo asume, e incluso si da a conocer su compromiso.

Contenido y carácter del Pacto Mundial de responsabilidad social empresarial

Los instrumentos de los que se han extraído los principios corresponden al ámbito de responsabilidad de los gobiernos. El Pacto Mundial no traslada esta responsabilidad a las empresas, sino que promueve la idea de lo mucho que éstas pueden y están haciendo en sus ámbitos de influencia para fomentar los 10 principios en su seno y en el de sus empresas y comunidad.

El Pacto Mundial de las Naciones Unidas se constituyó como una iniciativa de compromiso ético destinada a que las empresas de todos los países acogieran, como una parte integral de su estrategia y operaciones, los 10 principios de conducta y acción en materia de derechos humanos, trabajo, medio ambiente y lucha contra la corrupción.

Así, el objetivo de los principios de responsabilidad social es promover la creación de una ciudadanía corporativa global que permita la conciliación de los intereses y procesos de la actividad empresarial con los valores y demandas de la sociedad civil, así como con los proyectos de la ONU, organizaciones internacionales sectoriales, sindicatos y ONGs (organismos no gubernamentales).

El Pacto supone el reconocimiento de las necesidades compartidas por todos en un mundo crecientemente globalizado y el inicio de una colaboración mutuamente enriquecedora que contribuyese a la eliminación de los más evidentes y perjudiciales efectos perniciosos de la actual dinámica económica, además de la promoción del bienestar y la dignidad humana. En esencia, es una respuesta muy general a 10 desafíos (en principio nueve) y un compromiso con las necesidades de un mundo en transformación.

Debemos considerarlo como un instrumento de libre adscripción por parte de las empresas y organizaciones laborales y civiles, que des cansa en su compromiso de adopción de los 10 principios actuales del Pacto en su estrategia y operaciones.

En este sentido, no es ni un instrumento regulador que plantea normas legales de conducta para las empresas, ni concede una certificación a las que cumplen con determinados requisitos. La compañía que se adhiere a ello asume el compromiso de ir implantando los principios en sus actividades diarias.

Asimismo, se compromete a informar a la sociedad, con publicidad y transparencia, acerca de los progresos que lleva a cabo durante ese proceso de implantación.

El Pacto Mundial es, por lo tanto, un compromiso firme de cada entidad para avanzar en sus actividades por el camino trazado por estos principios.

Principios de responsabilidad social empresarial en el Pacto de las Naciones Unidas

Los 10 principios del pacto mundial de responsabilidad social empresarial se agrupan en los cuatro bloques siguientes:

  •  derechos humanos:
    • las empresas deben:
      • apoyar y respetar la protección de los derechos humanos fundamentales, reconocidos internacionalmente, dentro de su ámbito de influencia (uno), y
      •  asegurarse de que sus empresas no son cómplices en la vulneración de los derechos humanos (dos);
  • trabajo:
    • están obligados a apoyar la:
      • libertad de afiliación y el reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva (tres);
      • eliminación de toda forma de trabajo forzoso o realizado bajo coacción (cuatro);
      • erradicación del trabajo infantil (cinco), y
      • abolición de las prácticas de discriminación en el empleo y la ocupación (seis);
  • medio ambiente:
    • tienen que:
      • mantener un enfoque preventivo que favorezca el medio ambiente (siete);
      • fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental (ocho), y
      • favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente (nueve), y
  • corrupción: han de trabajar contra la corrupción en todas sus formas, incluidas la extorsión y el soborno (10).

Como podemos observar, el contenido de los principios es muy similar al de otras iniciativas que tienen que ver con la responsabilidad social empresarial, como son las de crear normas certificables, así como los contenidos que algunas compañías incorporan en sus códigos de ética internos; de conducta y protocolos de los comercios justo o limpio.

Aplicación de los principios en la empresa

En la oficina de las Naciones Unidas, así como en algunas organizaciones de empleadores y organizaciones sindicales, se han construido instrumentos guía para la aplicación de los principios en comento en los centros de trabajo o empresas y acercarse a su cumplimiento. En relación con los derechos humanos de una empresa, a continuación presentamos algunas ideas para ponerlos en práctica:

  • desarrollar:
    • una política de empresa y una estrategia que fomenten el respeto de los derechos humanos, y
    • un proyecto higiénico-sanitario y de seguridad en el trabajo;
  • disponer de dotación de personal para la formación en cuestiones relativas a los derechos humanos e identificar la forma en que pueden afectar al negocio; así como gente para la aplicación de políticas internas en la empresa;
  • realizar informes de impacto de derechos humanos sobre la actividad del negocio y revisarlos periódicamente;
  • discutir el efecto de las cuestiones relativas a los derechos humanos con los grupos afectados;
  • trabajar en la mejora de las condiciones de trabajo en conjunto con los trabajadores y sus representantes, garantizando:
    • la libertad de asociación;
    • la no discriminación en los procesos de selección de personal, y
    • que no se emplea, directa o indirectamente, mano de obra forzosa o infantil, y
  • facilitar a los trabajadores y sus familias el acceso básico a la salud, educación y vivienda, si no pueden lograrlo fuera.

Una política eficaz de los derechos humanos podrá ayudar a evitar que las empresas se vean implicadas en casos de vulneración de los mismos y dejar claro que los negocios se llevan a cabo con ética y verdadera responsabilidad social.

Dimensión laboral de la responsabilidad social empresarial

Aunado a lo anterior, de manera particular, los principios del trabajo del Pacto Mundial especifican claramente cuatro que debemos retomar:

  • 3. libertad de asociación y reconocimiento efectivo del derecho a la negociación colectiva;
  • 4. eliminación de todas las formas de trabajo forzoso y obligatorio;
  • 5. abolición efectiva del trabajo infantil, y
  • 6. rechazo a la discriminación en relación con el empleo y la ocupación.

Como se indicó anteriormente, estos principios de carácter laboral se han extraído de la Declaración de la OIT relativa a los principios y derechos fundamentales en el trabajo y, por tanto, deben considerarse en dicho contexto.

En primer lugar, la libertad de asociación no se refiere a abrirle las puertas a los sindicatos o a que se obligue a la gente a afiliarse a ellos; se trata de una cuestión de respeto. Si un trabajador elige libremente afiliarse a un sindicato, este principio pide al empresario que le respete esa opción. Del mismo modo, si un trabajador decide no hacerlo, también debe respetarle esa decisión. Se enfatiza a los empleadores que no ejerzan una influencia indebida sobre las decisiones de sus colaboradores.

En lo que atañe a la negociación colectiva, el Pacto Mundial no espera que el empleador/empresario altere el marco de las relaciones laborales; no obstante, muchas organizaciones líderes reconocen la utilidad del diálogo y la negociación para lograr la competitividad. La negociación colectiva debe ser una cuestión de libre elección.

Por otra parte, los principios se refieren a que los trabajadores tienen derecho a ser remunerados, por su trabajo, con dinero y no en especie; de prestar su trabajo libremente y que, si así lo desean, pueden renunciar a éste de acuerdo con la legislación y práctica nacionales. No deberían estar encerrados en su lugar de trabajo ni quedar expuestos a la violencia en él.

Relacionado con el trabajo infantil, recordemos que la OIT adoptó un Convenio sobre la eliminación de las peores formas de trabajo infantil (Convenio número 182) y su primer objetivo han de ser los principios extraídos en este instrumento. Los niños representan la fuerza laboral del futuro; puesto que la calidad de la fuerza de trabajo determina tanto la competitividad de las empresas como la del propio país, el hecho de mantener a los niños en el empleo en lugar de educarlos socava la competitividad futura.

Los empleadores no deberían recurrir a modalidades socialmente inaceptables del trabajo infantil, que llevan al niño a perder sus oportunidades de educación. Es preciso encontrar un equilibrio en virtud del cual, si un infante tiene que trabajar, no tenga que hacerlo en un entorno de explotación o peligro, sino en un ambiente en que se atienda a sus necesidades educativas.

El Pacto Mundial no sugiere a los empresarios cambiar su marco general de relaciones dentro de su sector industrial. Sin embargo, algunas organizaciones como la Organización Internacional de Empleadores han indicado que existen empresas de ?alto rendimiento? que reconocen la importancia de recurrir al diálogo y a la negociación para lograr resultados competitivos.

Para avanzar en la responsabilidad social empresarial respecto de la dimensión laboral o del trabajo, tenemos que:

  • garantizar:
    • que todos los trabajadores puedan constituir un sindicato y afiliarse a uno de su elección sin temor a sufrir represalias, y
    • políticas de neutralidad de los sindicatos, así como de los procedimientos en aspectos concretos como solicitudes de empleo, archivo de información y datos personales y decisiones sobre promociones, despidos o traslados;
  • facilitar espacios o lugares para que los representantes de los trabajadores puedan realizar su labor; según las necesidades, tamaño y capacidad de la compañía. Además de incluir la posibilidad de cobrar cuotas de afiliación dentro de la misma empresa, la colocación de carteles informativos y libre distribución de documentos sindicales que tengan que ver con sus actividades dentro de la empresa, así como facilitarles tiempo retribuido dentro del horario laboral para esos fines;
  • reconocer a las organizaciones sindicales para sentar las bases de la negociación colectiva;
  • utilizar la negociación colectiva como foro constructivo para debatir las condiciones de trabajo y empleo y las relaciones entre empleadores y trabajadores o sus organizaciones respectivas;
  • abordar cualquier problema o necesidad de tipo preventivo teniendo en cuenta el interés tanto de la dirección de la empresa como de los trabajadores, incluyendo reestructuraciones y necesidades de formación, procedimientos de regulación de empleo, seguridad y sanidad, agravios y procedimientos de arbitraje de disputas, reglas disciplinarias y bienestar familiar y comunitario;
  • facilitar la información necesaria para que una negociación adquiera pleno sentido;
  • compensar el trato con el sindicato más representativo garantizando la escucha a trabajadores pertenecientes a organizaciones de menor tamaño y velar por su viabilidad;
  • tener en cuenta el clima de relaciones laborales con la empresa en el país anfitrión a la hora de asegurar la libertad de afiliación y la negociación colectiva, y
  • apoyar el establecimiento y buen funcionamiento de organizaciones locales nacionales de empleadores y sindicatos.

Conclusión

Los empleadores están, y seguirán estando, en el foco de atención por razón de sus políticas y prácticas sociales y medioambientales. El Pacto Mundial es una forma para que los empleadores demuestren públicamente de qué manera promueven y apoyan los principios universales de los derechos humanos y fundamentales en el trabajo, las prácticas medioambientales sostenibles y la lucha contra la corrupción. Los empleadores tienen que seguir probando que pueden reaccionar a estas cuestiones de manera positiva, demostrando que adoptan prácticas adecuadas.

Empresa socialmente responsable

¿Qué es?

Es una organización competitiva en términos económicos, que intenta cumplir de manera excelente sus cometidos para continuar siéndolo y asegurar su supervivencia.

¿A qué debe responder?

  • ofrecer productos y servicios que respondan a necesidades de sus usuarios, contribuyendo al bienestar;
  • tener un comportamiento que vaya más allá del cumplimiento de los mínimos reglamentarios, optimizando en forma y contenido la aplicación de todo lo que le es exigible;
  • impregnar de ética a todas las decisiones de directivos y personal con mando, y formar parte consustancial de la cultura de la empresa;
  • dar prioridad a las relaciones con los colaboradores, asegurando unas condiciones de trabajo seguras y saludables;
  • respetar con esmero el medio ambiente, e
  • integrarse en la comunidad de la que forma parte, respondiendo con la sensibilidad adecuada