Cómo prevenir el estrés laboral

Acorde con cifras del IMSS, un 20% de los trabajadores en activo padece en mayor o menor medida esta terrible enfermedad

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 .  (Foto: IDC online)

En una nota recientemente publicada por CNNExpansión se comentó que de acuerdo con cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social, aproximadamente un 20% de la población trabajadora en nuestro país padece en mayor o menor medida esta enfermedad.

La crudeza de esta cifra nos obliga a fijar la vista en este moderno cáncer enquistado en el seno de las relaciones laborales, cuyas consecuencias se ven reflejadas no sólo en el deterioro de la salud de los subordinados, sino también en la productividad de las organizaciones.

Lo dramático es que no todos los colaboradores (ni siquiera sus patrones) saben a ciencia cierta si se encuentran bajo los efectos de este padecimiento, por tal razón resulta conveniente señalar algunos de sus síntomas para una clara identificación del mismo:

  • dolor de cabeza
  • hiperventilación (es aquella respiración que se encuentrapor encima de las necesidades normales o habituales de nuestro cuerpo producida por ansiedad o estrés)
  • ausentismos laborales
  • baja productividad
  • cansancio extremo, y
  • aumento en el consumo de tabaco y alcohol

La solución se encuentra precisamente en la persona que sufre este singular trastorno, quien deberá controlar las reacciones de su organismo a través de su propia mente.

La directora de la División de Estudios del Estrés Post-Traumático de Mount Sinai School of Medicine, Rachel Yehuda, recomienda las siguientes acciones para combatir el estrés:

  • respirar profundo: cuando el colaborador esté a punto de entrar en un estado de ansiedad intenso producido por el estrés debe respirar profundamente cinco veces con los ojos cerrados
  • jerarquizar: es un grave error creer que todas las actividades tienen la misma importancia, si el subordinado piensa así se encuentra en serios problemas, ya que se debe empezar por los pendientes más urgentes, cuya atención genera resultados a largo plazo. Si un trabajador llega a sentir que no es capaz de priorizar sus actividades y lo desbordan, debe tranquilizarse y recordar que sólo es trabajo y aun cuando suene grotesco, es más importante conservar la salud que un empleo
  • analizar prioridades (no es Superman): el cuerpo humano requiere necesariamente espacios para realizar funciones vitales como comer y dormir, por lo cual la persona afectada debe analizar sus prioridades nuevamente y proveerse del tiempo mínimo suficiente para llevarlas a cabo
  • crear esquemas de trabajo: para aprovechar el tiempo al máximo todo trabajador debe identificar cuáles son sus distractores (chat, mail, teléfono, etcétera) y suprimirlos de sus actividades, quizá llegue a pensar que es poco funcional, pero cuando lo ponga en práctica comprobará el avance en sus tareas gracias a la concentración ganada
  • hacer ejercicio y alimentarse correctamente: los hábitos también contribuyen en la generación de estrés en el ser humano, por lo que suprimir de la dieta los refrescos, el café y los alimentos chatarra y sustituirlos por agua y comida baja en carbohidratos (alimentación sana) sin duda ayudan a disminuir los niveles de este padecimiento.
Asimismo, es necesario realizar algún tipo de actividad física, e incluso cuando no se dispone del tiempo suficiente, se pueden ejecutar acciones en la propia oficina, tales como subir o bajar escaleras, estacionarse lejos para caminar un poco más, o bien, hacer flexiones con ayuda del escritorio, y

  • elegir correctamente actividades laborales: si a pesar de llevar a cabo todas estas acciones y de contar con asesoría profesional, persisten niveles altos de estrés, lo más sano es evaluar y determinar si el trabajo es el culpable. De ser así, lo ideal es optar por un cambio de empleo, ya que las características emocionales de la persona deben ser compatibles con la labor a realizar

Indudablemente estas medidas sirven para atemperar los efectos del estrés, pero también es importante que las compañías intervengan con las siguientes acciones:

  • seleccionar adecuadamente a su personal, esto es, definiendo claramente si el perfil del aspirante es compatible con las actividades del puesto
  • proveer a los trabajadores capacitación en materia de administración de tiempo
  • señalar con precisión a los subordinados la prioridad de las actividades encomendadas
  • establecer una distribución justa y equitativa de actividades laborales, y
  • reconocer la necesidad de contratar más personal antes de que las actividades desborden las capacidades de sus subordinados

Como puede apreciarse combatir el estrés es una responsabilidad y labor compartida, por lo que se requiere la participación y voluntad de los patrones y sus trabajadores, ya que como quedó apuntado, este padecimiento produce consecuencias negativas para ambas partes, razón de más para calificar estas medidas como prioritarias en la organización.