Sindicato y patrón ¿amigos en la crisis?

En etapas en donde la economía se encuentra seriamente afectada, es cuando los gremios muestran una postura negociadora con los empresario

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 .  (Foto: IDC online)

No se puede cuestionar el rol que los sindicatos tienen en el ámbito laboral, pues son el medio con que los trabajadores establecen un frente para la defensa de sus derechos, es decir, son los encargados de crear un contrapeso a los intereses de las compañías.

No obstante, a través del tiempo se ha ido desvirtuando esta figura como consecuencia de las actitudes de rapacería de algunos de sus líderes, ya sea presionando a los patrones al exigirles condiciones laborales inadmisibles, negociando incrementos salariales inverosímiles, o extorsionándolos para obtener beneficios económicos a cambio de no ser objeto de emplazamientos a huelga e incluso gestionando favores políticos.

Esto se confirma porque cuando las finanzas de las empresas y del país están en crecimiento, en las revisiones bianuales de las condiciones generales de trabajo y las anuales relativas a incrementos salariales, señaladas en los numerales 339, fracción III y 399-Bis de la Ley Federal del Trabajo (LFT), algunos sindicatos mantienen una postura firme y en ocasiones intransigente en sus peticiones para obtener, por una parte, mejores beneficios para sus agremiados (quedando bien posicionados ante éstos) y por otra, crear en los patrones un temor psicológico demostrándoles su poder de control e influencia dentro de las organizaciones.

Sin embargo es preciso comentar que en las etapas en donde la economía se encuentra seriamente afectada, como la actual contracción de los mercados internacionales que ha creado la recesión más grave en los últimos 70 años, es cuando estos gremios muestran una postura negociadora con los empresarios, debido a que la prioridad de ambos, principalmente de los primeros, es preservar a toda costa la subsistencia de las compañías y por ende de las fuentes de empleo. Por ello el destacado abogado laboralista Luis Manuel Guaida Escontría señala que: ?En la negociación colectiva, sin duda crisis significa oportunidad?.

Lo anterior se refleja en la práctica, por ejemplo en:

  • las recientes negociaciones de paros técnicos, donde se están reduciendo jornadas y salarios, entre otras modificaciones a las condiciones de trabajo, y
  • la última resolución emitida por los integrantes de la Quinta Comisión Nacional para la Participación de los Trabajadores en las Utilidades de las Empresas, dada a conocer el 3 de enero del presente año, donde se confirmó, incluso por la fracción del sector obrero ahí representado, que por las circunstancias económicas imperantes en el país, durante los próximos 10 años la participación de los trabajadores en las utilidades de las empresas seguirá siendo del 10% aplicable sobre la renta gravable, de conformidad con las disposiciones de la Ley del Impuesto sobre la Renta, a pesar de que meses atrás los sindicatos habían expresado abiertamente al Gobierno Federal sus inquietudes respecto a incrementar el porcentaje de reparto

Como puede apreciarse en estos dos casos claramente existe un reconocimiento expreso del sector sindical de que este no es el mejor momento para asumir actitudes de negociación rígidas, de ahí que se pueda afirmar que la mayoría de los sindicatos se han comportado a la altura de las circunstancias, lo cual nos obliga a reflexionar si es necesaria una época de crisis para que entiendan su labor real (la defensa de los intereses de sus agremiados) y vean a los patrones como un socio estratégico y no como un antagónico histórico.