Las relaciones laborales son importantes y relevantes no solo para los trabajadores sino para el mundo de los negocios, por lo que es necesario contar con sistemas de protección social adecuados, afirmó el director de la Centro Interamericano de Estudios de Seguridad Social (CEISS), Reginald Thomas.
Durante el Foro sobre la universalidad de la protección social, con motivo del 100 aniversario de la Organización Internacional del Trabajo y el 56 onomástico del CEISS, la titular de la oficina de la OIT para México y Cuba, Gerardina Marroquín, recalcó que la justicia social es lo único que puede garantizar la paz duradera y para ello es esencial que tengamos sistemas de seguridad social que funcionen y protejan a la población.
En ese sentido, indicó que la llamada Agenda 2030, un acuerdo asumido por varias naciones entre ellas México, recoge los objetivos laborales de la Organización en materia de trabajo decente.
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Lo anterior significa que se realiza en condiciones de seguridad, libertad, equidad y dignidad humana, es decir con un ingreso justo para vivir.
Sin embargo, explicó en México 2.78 millones de trabajadores mueren anualmente, resultado de un accidente de trabajo, existe una brecha salarial de género de 20% y el salario decreció 1.8% en 2017.
A esto se suma la aceleración del envejecimiento de los ciudadanos, lo que genera más presiones a los modelos pensionarios y a la organización laboral y productiva del país.
Aclaró que las nuevas fuerzas transforman el mundo del trabajo, las relaciones entre trabajadores y patrones, además de los modelos de producción, tales como los avances tecnológicos, el cambio climático, movimientos demográficos y la globalización
"Hemos visto la tecnología como una amenaza o como una ayuda, pero deberíamos encausarla a favor de generar condiciones de trabajo decente", recomendó Marroquin
Destacó que estas pueden ser aprovechadas para generar un mejor contexto para los trabajadores, siempre y cuando se tomen medidas enérgicas al respecto.
"Un futuro del trabajo mejor depende de que se ejecuten políticas de desarrollo productivo y de talento humano para acelerar la transformación económica, la productividad y promover un crecimiento inclusivo con más y mejores empleos", destacó.
Advirtió que la protección social es uno de los pilares para lograrlo y en América latina todavía hay muchos retos a librar.
Detalló que no hay modelos de portabilidad de derechos, altos niveles de informalidad y aún no se logra la regularización del empleo doméstico en el que solo 0.9% cuenta con protección.
Destacó que solo el 50.3% de los mexicanos cuenta con al menos una prestación de seguridad social y únicamente 20.6% de los mayores de 65 años cuentan con pensión, cifras que, evidenció, se pueden mejorar pero "hay que seguir y seguir para mejorar el déficit que tenemos".
No obstante, señaló que esas dificultades no se podrán abatir en tanto la democracia no genere los espacios fiscales, acuerdos tripartitos y las condiciones políticas adecuadas.
Reconoció que los países sí tienen una inclinación por optimizar los derechos de los trabajadores, es así que la suscripción de objetivos de la OIT creció en los últimos años; pero "aún hay retos".
"No podemos seguir en una sociedad donde los seres humanos estén desprotegidos, donde se enferman y no tienen quién los atienda, donde se enferman y no tienen un recurso mientras se recuperan, eso debe terminarse", puntualizó la titular del organismo internacional.
