Aspirinas para el cáncer

Entrevista al director del IMSS, Daniel Karam, sobre las finanzas del Instituto, realizada por Regina Moctezuma y publicada en la revista Expansión

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 .  (Foto: IDC online)

El actual director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) con serios problemas financieros, corrupción en licitaciones para compras de medicamentos y escándalos en los permisos para la operación de guarderías. “Un monstruo con el reto de convertirse en un Instituto de primer mundo”, dice José Peña, académico de la Universidad Iberoamericana.

El director del IMSS trabaja en restablecer la reputación del organismo a su cargo, por eso en enero firmó un acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Comisión Federal de Competencia (CFC) para garantizar transparencia, ya que detectó casos de colusión por parte de sus proveedores, y de esta manera generar ahorros.

El funcionario también lucha contra la idea de que la institución que encabeza, la cual provee de salud a medio México, está a punto del colapso financiero. Por ello consiguió un paliativo consistente en que en 2011 y, por única vez, se le transfieran al Seguro más demandado, el de Enfermedades y Maternidad, el excedente de los Seguros de Invalidez y Vida y el de Riesgos de Trabajo, que tienen reservas por 70,000 millones de pesos (mdp). Pero el informe financiero del Instituto deja ver la realidad: “Los excedentes generados por los segundos no logran cubrir, por mucho, el faltante de los primeros”, dice el directivo.

En entrevista con Expansión, Karam revela que el efecto de esta “medicina” durará tres años y que se requiere una segunda generación de reformas para asegurarle vida al IMSS.

¿Qué ha hecho para reestructurar las finanzas del IMSS?

De los cinco Seguros que nos toca administrar (de Enfermedades y Maternidad, de Salud para la Familia, de Riesgos de Trabajo, de Invalidez y Vida, y de Guarderías y Prestaciones Sociales) identificamos un desfinanciamiento muy importante en el primero, esto significa que los ingresos a recibir en los próximos 50 años no son suficientes para cubrir el gasto que vamos a tener. Esa presión se ha incrementado por el cambio demográfico y epidemiológico del país, pues estamos viviendo más y padeciendo enfermedades crónico-degenerativas, como la hipertensión y la diabetes, cuyo tratamiento es muy costoso.

Pero, al mismo tiempo, encontramos un superávit en los Seguros de Invalidez y de Riesgos de Trabajo. Es decir, estamos acumulando más reservas en esos Seguros de las que, eventualmente, se van a utilizar. Era irresponsable seguir acumulando recursos que no se van a tocar y que están generando intereses, cuando hay una necesidad tangible en el Seguro de Enfermedades y Maternidad, así que promovimos el permiso a través de la Ley de Ingresos 2011 para poder transferir el excedente de recursos.

¿Qué significó este movimiento?

Es como una especie de máscara de oxígeno que nos va a permitir tener un flujo de recursos para los próximos años. La pregunta es: “¿Es la solución de fondo?” La respuesta es “no”.

¿Por cuántos años mantendrá a flote las finanzas del IMSS esta medida?

Es una medida que puede darle un flujo de recursos al Seguro Social para seguir su operación hasta el año 2013 ó 2014, dependiendo de cómo cambien las condiciones económicas.

El estudio más actualizado nos asegura el flujo por tres años.

¿Qué se necesita después?

Una segunda generación de reformas en materia de salud que se deben de establecer en el país. Una de las guías para garantizar un financiamiento estable a la seguridad social es cambiar de un esquema de financiamiento de impuestos a la nómina, como el que hoy tenemos, a un esquema de impuestos federales como se financia ahora el Seguro Popular.

Homogenizar el esquema de financiamiento es una solución que han usado otros países y es uno de los puntos a analizar.

Con esto podremos lograr la cobertura universal de los servicios de salud al final de esta administración.

¿Cómo ha cumplido el IMSS la política de ahorros y transparencia en las compras que hace?

Establecimos una comisión compradora de medicamentos de patente para garantizar que se compre al mejor precio y que éste sea el mismo para los servicios de salud pública en conjunto. Antes, el propietario de la patente vendía el mismo medicamento a precios distintos (a diferentes oficinas de salud pública federal).

Además, en la compra de genéricos eliminamos la práctica de que las 35 delegaciones del IMSS salían a negociar y establecimos una compra a nivel central con una política de precios muy agresiva. También instauramos el mecanismo de compra a través de subastas en reversa.

¿Qué ahorros han obtenido con esta medida?

En su conjunto estas tres estrategias nos han dado ahorros en la compra de medicamentos de 35,000 mdp, equivalentes al presupuesto total de un año y medio de lo que gastamos en ellos.

¿Cómo funcionan las subastas en reversa?

Una vez que se tiene garantizado que los productos son homogéneos, que cumplen las características técnicas y el diferenciador principal es el precio, se le adjudica al proveedor que nos asigne el mejor precio como producto de una puja pero que, en lugar de hacerse hacia arriba, se hace hacia abajo.

¿Qué resultados tangibles han conseguido?

Con las subastas en reversa, que arrancaron en septiembre de 2009, ahorramos el primer año 560 mdp. ¿Para qué nos alcanza esa cantidad? Para un hospital como el que estamos construyendo en Metepec (Estado de México).

¿En qué va la propuesta “Ley Simi” que le permitiría al IMSS entregar vales para que los derechohabientes puedan comprar medicamentos en farmacias particulares?

Vemos con simpatía todo esquema para que el IMSS pueda surtir de manera completa las recetas con dos características: primero, que esté sujeto a la disponibilidad presupuestal. Si no tenemos los recursos, la propia Ley establece que, en caso de que se apruebe la reforma, estaría sujeto a nuestro presupuesto. Segundo, que el Consejo Técnico del IMSS defina las reglas para que si se aprueba una reforma de esta naturaleza, estemos en posibilidad de instrumentarla.

¿Cuál es el nivel en el que el IMSS surte las recetas a su derechohabiencia?

De 96%. En un mes, el IMSS surte 12 millones de recetas.

¿A cuánto asciende este 4% faltante?

Se requeriría cubrir un monto de entre 2,000 y 4,000 mdp.

Si se aprobara hoy esta iniciativa, ¿hay recursos para cubrir este 4% de déficit de medicamentos?

No al 100%. El Consejo Técnico tendría que definir en qué regiones se inicia y en qué modalidad.

¿Están satisfechos los derechohabientes del IMSS?

Con ayuda de Transparencia Mexicana realizamos una encuesta cada seis meses para conocer la calificación del servicio del IMSS. La satisfacción a julio de 2010 fue de 82%. Los insatisfechos (11%) señalan tres problemas: los altos tiempos de espera, el mal trato por parte del personal y el que no se les hubiese surtido su receta de manera completa y oportuna.