El principal inconveniente de los mexicanos para mantener una salud óptima, que incluye mantenerse en el peso ideal, es el mal hábito nutricional que se inculca desde el núcleo familiar; por ello el IMSS ha emprendido una campaña que promueve la alimentación balanceada, y orienta sobre la prevención de enfermedades crónicas.
Acudir con los especialistas permite a los derechohabientes mantener un estado de salud adecuado para evitar sobrepeso u obesidad, así como mejorar la calidad de vida, dijo en un comunicado la nutricionista Rebeca Milheim López.
El principal hábito del mexicano “es consumir más calorías de las que se requieren; casi siempre se ingieren bebidas azucaradas en abundancia, a ello se suma el estilo de vida sedentario que impide quemar el exceso de energía”, apuntó.
Otro factor es desconocer lo que aporta cada grupo alimenticio. Comer en exceso desbalancea la nutrición; por ejemplo, es importante moderar la cantidad de cereales o productos animales que se incluyen en la dieta a lo largo del día.
De igual forma, consumir productos chatarra en exceso es otro mal hábito, ya que aumenta la ingesta de grasas y sal, no otorgan beneficio a la salud y, por el contrario, resulta difícil para el cuerpo desecharlas. Lo mismo sucede con los alimentos fritos, capeados o empanizados.
Milheim López mencionó que eliminar alguno de los horarios de los alimentos, masticar rápido, destinar poco tiempo para ello, o comer durante todo el día sin horas fijas, son rutinas que impiden mantener una alimentación saludable, lo que ocasiona el advenimiento de diversas enfermedades.
“Por ello, es recomendable que los derechohabientes acudan con los especialistas del IMSS para que, de acuerdo con el estilo de vida de cada uno, así como su edad, peso y estado de salud, se pueda establecer una dieta balanceada”, con la que se obtiene una mejoría en la salud.