El principal reto de la seguridad social en México es garantizar –para todos los ciudadanos- una protección universal, lo que de conseguirse sería un avance significativo para el país, debido a que el actual sistema enfrenta diversas dificultades, entre las que destacan la convivencia de diversos regímenes pensionarios, la falta de cotización de las mujeres que se dedican al hogar, la longevidad de los pensionados, la aparición de enfermedades crónicas en éstos, y la evasión fiscal.
El titular del IMSS, José Antonio González Anaya, consideró que el gran problema del instituto en su carácter de recaudador, asegurador y proveedor de servicios, es la insuficiencia de recursos para cubrir las prestaciones de seguridad social.
Esta situación se debe al alto número de personas pensionadas en comparación con las que están cotizando, ya que por cada cinco trabajadores activos actualmente existe un pensionado; y el aumento de enfermedades crónico-degenerativas.
El funcionario detalló como estrategias para fortalecer y ampliar los ingresos del Seguro Social hacer efectivos más del 98% de los créditos emitidos por el área de cobranza; establecer procesos internos de mejora en el desahogo de los juicios entablados en su contra para lograr el 100% de su cobranza; aumentar la base de patrones inscritos; ser más eficientes y productivos en los servicios que brinda el IMSS, y adquirir medicamentos a menor costo.
Para ello, González Anaya anunció que el organismo celebrará convenios con otras instituciones del sector salud a fin de realizar las licitaciones en forma conjunta.
Además mencionó que la meta del presidente Enrique Peña Nieto es construir un sistema nacional de salud que brinde una cobertura universal a los mexicanos, así como ampliar el sistema de previsión para el retiro.
