Informe sobre Seguridad Social

Síntesis del Capítulo I del Informe sobre Seguridad Social en América, de la Conferencia Interamericana de Seguridad Social 2006

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 .  (Foto: IDC online)

¿Y qué lugar ocupa México en materia de pensiones?

A partir de las tasas de cobertura de la seguridad social y de participación de la fuerza laboral adulta mayor, se identifican tres grupos de países:
Clasificación y Países Características
1 Los más ricos del continente Estados Unidos y Canadá Cuentan con altos niveles de ingreso per capita y tasas prácticamente universales de cobertura de la seguridad social en pensiones
2 De ingreso per capita medio, pero con cobertura de seguridad social con cifras elevadas Región del Cono Sur de América, Costa Rica y Panamá Debido a la cobertura de sus sistemas de seguridad social reportan una disminución en la participación laboral de las personas mayores de edad, pero estas tasas siguen siendo superiores a las observadas en el primer grupo
3 De ingreso per capita medio-bajo o medio pero con una distribución menos equitativa México, República Dominicana y Región de Centroamérica, excepto Costa Rica y Panamá Reportan altos niveles de participación de la fuerza laboral adulta mayor, incluso después de las edades de retiro

Preámbulo

Uno de los objetivos principales de los programas de seguridad social es proporcionar una fuente de ingreso monetario a los trabajadores en su vejez, y generalmente una pensión de seguro social es el ingreso principal de las personas mayores de 65 años de edad.

Dentro de los factores que influyen de manera importante en la decisión de los trabajadores de retirarse del mercado laboral a determinada edad se encuentran:

  • el estar cubierto por algún programa de seguridad social;
  • la estructura y el nivel de los impuestos y beneficios a los que se enfrentan, y
  • el acceso a un seguro de salud una vez que se deja de trabajar permanentemente.

El aumento de la expectativa y calidad de vida de las personas mayores de 60 años ha generado que en algunos países se considere la posibilidad de aumentar las edades oficiales de jubilación con el fin de reconocer una mayor capacidad de trabajo y alargar más el período de beneficios.

No obstante, aquellos países que opten por incrementar la edad de jubilación corren el riesgo de que los trabajadores se jubilen anticipadamente si las reglas de sus programas de discapacidad son vagas; o que una parte de los casos, que de otra forma terminarían con una pensión de vejez, sean considerados como de discapacidad, además de que por razones naturales la probabilidad de discapacidad crece con la edad.

En Europa Occidental y América del Norte existe evidencia de que la legislación nacional y la administración de los programas de seguridad social pueden afectar las decisiones de jubilación de manera sustantiva.

Con el propósito de observar lo que está sucediendo en América, a continuación se describen las condiciones de trabajo y de protección social de los trabajadores en los años previos a las edades de retiro a partir de estadísticas de cobertura, fuentes de ingreso, estatus laboral y condiciones de empleo de los adultos mayores. Estas evidencias se obtuvieron de encuestas realizadas recientemente en los hogares de la población (2001 y 2004), así como de otras bases de datos internacionales.

Mercado laboral para adultos mayores

Tendencia en la tasa de participación laboral de los adultos mayores en AméricaDesde finales de los años 70 y hasta principios de los 80, se observó en los países desarrollados una tendencia decreciente en la tasa de participación laboral de los adultos mayores (personas de 55 años en adelante), cuya disminución más notable se presentó en los trabajadores de 60 a 64 años.

Sin embargo, a partir de la mitad de los años 80 esta tendencia se detuvo e incluso en algunos países desarrollados (Australia, Estados Unidos y Japón), la tasa agregada de participación laboral creció en los 90.

Gruber y Wise (2004) identifican diversos factores asociados con la disminución de la tasa de participación laboral de los adultos mayores: mayor gasto social, disminución del porcentaje de personas dedicadas a la agricultura y programas de seguridad social más desarrollados; siendo la relación más fuerte para los hombres que para las mujeres.

De acuerdo con los documentos por regiones desarrollados por la Conferencia Interamericana de Seguridad Social, la evolución de la tasa de participación laboral de los adultos mayores en América es decreciente para los distintos subgrupos de edad. A principios de la década de los 70, Colombia, Costa Rica, Honduras, Estados Unidos, Nicaragua, Guatemala, Panamá, Paraguay, Brasil y Chile muestran una tasa de participación mayor al 50%, siendo arriba del 80% para Bolivia, Ecuador y República Dominicana.

Para el 2000 las tasas más altas de participación laboral se observaron en Bolivia con 78%, Ecuador con 69% y en República Dominicana con un 70%; aún México, con un ingreso por habitante relativamente elevado para la región de América Latina y el Caribe (ALC), mostraron una tasa de participación del 50%. La intensidad de la caída en la tasa de participación laboral para este grupo de edad fue variable, siendo más drástica en general en el Cono Sur de América, así como en Costa Rica y Panamá.

Por otra parte, Bolivia es el país que experimentó la menor disminución en el tiempo. Estados Unidos, Canadá, Argentina y Uruguay fueron los países que mostraron las tasas de participación laboral más bajas durante el período estudiado.

La tasa de participación de las mujeres mayores de 65 años en América Latina es menor que la reportada en los países desarrollados, donde la proporción de mujeres dentro del mercado laboral de adultos mayores es cada vez mayor.

Dentro de los retos originados por el envejecimiento poblacional para los programas de seguridad social, se debe tener en cuenta el cambio en el balance de la composición de la fuerza laboral, lo cual ocasiona una mayor participación de las mujeres, además de que éstas reciben salarios más bajos y pasan menos años que los hombres dentro del mercado laboral; lo que originará probablemente, la disminución de sus pensiones y ahorros individuales en relación con los de los hombres, y en una mayor proporción de casos no cumplirán con los requisitos mínimos para devengar una pensión en un sistema de reparto.

Características laborales de las personas en edades cercanas al retiro
Hasta los años 50, en los países desarrollados, el retiro del mercado laboral era un evento que ocurría a una edad determinada con una muy baja posibilidad de recibir una pensión antes de cumplirla. Desde entonces se han desarrollado diversos mecanismos para proporcionar redes de protección económica al adulto mayor, de tal forma que algunos de éstos se convirtieron en rutas potenciales de transición del mercado de trabajo hacia un retiro temprano.

En América Latina se observa que la propensión a trabajar de los adultos mayores varía considerablemente entre países; sin embargo, actualmente la tasa de participación laboral continúa siendo elevada.

Categoría OcupacionalEn los países desarrollados se identifica una diferencia notable entre la población en edad de trabajar y los adultos mayores en términos de su condición de actividad y categoría ocupacional.

En la mayoría de los países en desarrollo se observa que, a medida de que los trabajadores envejecen, tienden a trabajar por cuenta propia, debido principalmente a la flexibilidad que brinda esta categoría y aunado a la dificultad de encontrar un trabajo como asalariados.

Categoría Ocupacional de los trabajadores en América Latina(Porcentaje)

  Andina México y República Dominicana Centroamérica Sudamérica
Categoría Edad Bolivia Perú México República Dominicana Costa Rica Honduras Nicaragua Argentina Chile Uruguay
Asalariados1 15-54 35.9 34.5 69.8 62.3 71.5 51.3 45.6 74.4 70.0 73.3
55-59 21.9 22.4 48.1 52.3 53.9 27.3 24.4 62.8 53.5 62.3
60-64 10.5 17.9 41.0 48.9 45.9 28.3 23.8 58.9 49.1 55.3
65+ 7.5 7.3 31.6 44.5 20.4 21.2 10.5 41.1 32.6 42.7
Cuenta propia2 15-54 36.2 36.7 3.6 20.2 18.8 36.7 26.2 21.6 17.8 21.9
55-59 53.2 49.7 40.3 26.8 32.1 67.3 52.6 29.1 29.9 30.0
60-64 67.3 55.9 47.7 29.0 38.3 65.8 51.2 32.4 34.2 37.5
65+ 64.0 63.2 56.8 30.2 56.2 73.8 61.8 40.4 48.1 47.3
Otro3 15-54 27.9 27.3 26.7 17.5 9.7 12.0 28.2 4.0 12.2 4.8
55-59 24.9 28.8 11.6 20.8 14.1 5.4 23.0 8.1 16.7 7.7
60-64 22.2 26.2 11.2 22.1 15.8 5.9 25.0 8.6 16.7 7.2
65+ 28.5 29.5 11.5 25.3 23.3 5.0 27.7 18.6 19.4 10

1 En Honduras, este grupo abarca a los asalariados pertenecientes al sector agropecuario y los de algún otro sector
2 En Honduras, dentro de esta categoría se encuentran los trabajadores agropecuarios
3 En México y República Dominicana comprende: patrón, miembro de una cooperativa y trabajador familiar sin pago

 

En Canadá la proporción de trabajadores por cuenta propia se incrementa con la edad tanto para los hombres como para las mujeres. Para los trabajadores de 60 a 64 años, el 35% de los hombres y alrededor del 20% de las mujeres se encuentra dentro de esta categoría ocupacional.

En consecuencia, una política adecuada de protección social debe considerar que en la mayor parte de los países una proporción importante de los adultos mayores en edades cercanas al retiro está trabajando por cuenta propia.

Trabajo secundarioJunto con una mayor incidencia de trabajo informal, los países con menor ingreso o una distribución menos equitativa tienden a tener un mayor porcentaje de trabajadores con uno o más trabajos adicionales al reportado como trabajo principal.

En México y Honduras existe un incremento dramático en el porcentaje de trabajadores de 55 a 59 años que tienen dos o más empleos, tanto que el primero tiene una tasa de trabajo secundario del 36.5%, mientras que el segundo 25.9%.

Horas trabajadasEn los países desarrollados cada vez más personas que trabajan tiempo completo realizan la transición para el retiro del mercado laboral por medio del trabajo de medio tiempo. A finales de los años 80 y principios de los 90 se observa un incremento en la importancia del trabajo de medio tiempo para las personas mayores de 55 años.

En el caso de los países de América Latina la evidencia no es tan clara, debido principalmente a la falta de trabajo con esta característica y a la baja remuneración que ofrecen.

En los países desarrollados la mayoría de los trabajadores de 50 años o más (arriba del 80%) laboran semanalmente más de 30 horas. Sin embargo, una de las estrategias recientes para incrementar la permanencia en el mercado laboral de los adultos mayores es proporcionar flexibilidad en cuanto a las horas de trabajo; en Japón, por ejemplo, uno de los principales factores detrás de la alta participación laboral de los trabajadores mayores es la posibilidad de que a la medida que el trabajador envejece existe una transición hacia el trabajo de medio tiempo, es decir, el retiro en este caso es una decisión de todo o nada.

Sector económicoLa importancia del sector agricultura y silvicultura crece con la edad del trabajador, ya que al tener los trabajadores del campo menor acceso a la seguridad social, es más probable que sigan trabajando más allá de los 65 años.

Así, el sector donde se concentran los trabajadores mayores de 55 años en Bolivia, Honduras, México, Nicaragua y Perú es el de agricultura y silvicultura.

En argentina, Chile, Uruguay y República Dominicana la mayoría de los adultos mayores ocupados están en el sector de servicios.

Fuentes de protección del ingreso del adulto mayor en los países de América

A medida que las personas envejecen, su capacidad de obtener un ingreso suficiente disminuye debido principalmente a las menores posibilidades de conseguir un empleo y, gradualmente, por el decremento de capacidades.

Algunos adultos mayores se ven obligados a jubilarse debido a las leyes nacionales y algunos otros no son capaces de seguir trabajando por problemas de salud.

Bajo este contexto, cuando los adultos mayores pierden la posibilidad de obtener un ingreso laboral comienzan a depender de los ahorros que pudieron generar durante su vida activa y de los recursos sociales disponibles.

Se reconocen tres fuentes principales de ingreso para este sector de la población: programas sociales, ahorros individuales y transferencias familiares.

Dentro de los programas sociales se distinguen los proporcionados por los sistemas de seguridad social, creados como respuesta a la disminución en la capacidad para trabajar que surge con la edad y que provoca que los adultos mayores necesiten de recursos externos para financiar su consumo, de ahí que uno de los principales objetivos de los programas de seguridad social es proporcionar una fuente de ingreso monetario en la vejez, ya sea como reemplazo del ingreso ganado mediante la participación en el mercado laboral (programas contributivos), o como herramienta para ayudar a reducir la pobreza (programas no contributivos o suplementarios).

El financiamiento de los programas no contributivos se da por medio de impuestos generales y, a diferencia de los programas contributivos, no están ligados a una participación laboral previa, tratando así de alcanzar a cubrir a aquellas personas carentes de protección.

La pensión otorgada en este tipo de programas es pequeña en relación con las pagadas por virtud de los programas contributivos, ya que el propósito es simplemente garantizar un consumo mínimo.

La mayoría de los sistemas de seguridad social de América son básicamente de naturaleza contributiva, fragmentados y enfocados a sectores específicos y actualmente existe la preocupación acerca de la falta de cobertura de los grupos más vulnerables de la sociedad, entre ellos, los adultos mayores.

Seguridad social y cobertura de los adultos mayores

En América Latina, sólo en Brasil y Uruguay se encuentran cubiertos más del 80% de los adultos mayores de 65 años en adelante, y en el primer caso, este porcentaje se debe principalmente a la implementación del programa de pensiones rurales (no contributivas) en los años 90.

En lo referente únicamente a pensiones, Bolivia, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y República Dominicana cubren el 15% o menos de este segmento.

Algunos de los programas no contributivos en los países de América Latina son excluyentes ?están sujetos a una ?prueba de medios?? y se otorgan a los adultos mayores que no cuentan con otro tipo de pensión o ingreso. Con excepción de Brasil, la proporción de adultos mayores que se encuentran recibiendo beneficios de la seguridad social es mayor en las ciudades que en el estrato rural, lo cual se debe a que los sistemas de pensiones están ligados a las contribuciones en un contexto de mercados de empleo formal y, en consecuencia, la cobertura es básicamente de naturaleza urbana.

Lo anterior significa que hay una diferencia que puede ser importante en algunos casos en la medición de la cobertura de seguridad social.

De acuerdo con el comportamiento laboral de los adultos mayores pueden distinguirse tres grupos de países, los:

  • más ricos (Estados Unidos y Canadá) donde el nivel de riqueza y la cobertura universal o cercana a la universal en los seguros de pensiones y salud han influido para que la participación laboral del adulto mayor sea baja. Sin embargo, a diferencia de Europa Occidental, los mayores incentivos al ahorro privado y a mantenerse trabajando hacen que en los años previos a las edades oficiales de retiro las personas se mantengan trabajando (aún después de los 70 años), y
  • de ingreso medio pero:
    • que han logrado una cobertura relativamente elevada de los programas de seguridad social (Uruguay, Brasil, Chile, Bolivia, Argentina, Costa Rica, Panamá y Ecuador) y en los cuales se da una disminución en la participación laboral, pero aún se tienen niveles significativamente superiores a los países más ricos y no se observa una disminución gradual de las horas trabajadas al avanzar la edad, y
    • con baja cobertura de la seguridad social y una deficiente distribución del ingreso (México, República Dominicana, Perú, Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua), donde se observan niveles de trabajo aún después de las edades oficiales de retiro.

FUENTES DE INGRESO DE LOS ADULTOS MAYORES EN AMÉRICA LATINAEn la mayoría de los países de América Latina existen fallas para brindar protección económica al adulto mayor por medio de los programas de seguridad social, aun cuando se toman en cuenta los de naturaleza no contributiva. En países en donde no todos los adultos mayores tienen acceso a pensiones porque la seguridad social no es universal, la familia proporciona fuentes alternativas de ingreso y se ocupa de ellos.

Debido a que las políticas públicas y la familia se complementan entre sí, se esperaría que la seguridad social promoviera esta relación.

La falta de cobertura de los programas sociales y el relativamente bajo monto otorgado por medio de las pensiones u otro tipo de programas sociales, han ocasionado que la ayuda familiar y el ingreso laboral sigan siendo una herramienta necesaria para garantizar el consumo de este grupo de la población.

La importancia de las diferentes fuentes de ingreso cambia de acuerdo con los subgrupos de edad en:

  • Bolivia, el 40% de los adultos mayores en el grupo de 65 años en adelante reciben un ingreso laboral, mientras que en el grupo de los de 55 a 59 años cerca del 50% lo perciben. El ingreso por transferencias familiares es el que menor cambio tiene para los diferentes subgrupos de edad, mientras que las transferencias, entre las que se incluye el Bonosol y algunos subsidios, pasan de representar el 10% a alrededor del 80% de adultos mayores recibiendo ese tipo de ingreso;
  • Perú, el 30% de los adultos mayores de 65 años en adelante reciben un ingreso laboral, y no se observa un cambio significativo con respecto al grupo de 55 a 59 años, donde cerca del 41% lo reciben; sin embargo los ingresos por pensiones, transferencias familiares y el rubro de otro tipo de ingreso carecen en importancia a medida que se observan los grupos más envejecidos, siendo más del 50% de los mayores de 65 años los que se encuentran cubiertos por estas fuentes;
  • Costa Rica, se advierte cómo disminuye la importancia del ingreso laboral al observarlo en diferentes subgrupos de edad, al tiempo que crece la importancia del ingreso por pensiones y transferencias. El porcentaje para el rubro de otro tipo de ingreso se mantiene cercano al 10%;
  • Honduras, aun analizando las fuentes de ingreso por subgrupo de edad, el ingreso laboral y las transferencias familiares son la principal fuente de protección económica para el adulto mayor, ya que menos del 10% de los adultos mayores reporta recibir ingreso por alguno del resto de los conceptos considerados. Alrededor del 36% de los adultos mayores del subgrupo de 65 años y más percibe un ingreso laboral y cerca del 30% recibe transferencias familiares, y
  • México, se observa que el mayor cambio está en los rubros de pensiones y/o retiro, y transferencias (generales y familiares), más del 55% de los mayores de 65 años tiene ingreso por estos conceptos. El ingreso laboral y el rubro de otro tipo de ingreso es recibido por cerca del 30% de los adultos mayores de 65 años.

La importancia de las transferencias familiares y otro tipo de beneficios otorgados por programas sociales no es baja, lo que apunta a que no existe un ahorro suficiente como para disminuir las transferencias a niveles observados en países de altos ingresos.

Seguridad social e ingreso de los adultos mayores en estados unidos y canadá

Los adultos mayores en Estados Unidos reciben ingresos de una gran variedad de fuentes, incluyendo las de carácter laboral, prestaciones por retiro otorgadas por el gobierno, programas de pensiones de patrones, así como beneficios acumulados de sus ahorros, tales como intereses de bonos o cuentas de ahorro y dividendos de acciones.

El bienestar del adulto mayor en Estados Unidos depende del ahorro privado en una forma mucho más importante que en la región de ALC. El 59% de la población mayor de 65 años recibe ingresos por activos (intereses, dividendos, rentas y patentes), el 40% reciben pensiones otorgadas por el patrón y una quinta parte todavía recibe ingreso laboral. Existen otras fuentes que, en el agregado, son relativamente menos importantes, por ejemplo, sólo el 5% de los mayores de 65 años recibe asistencia pública, que abarca principalmente el ingreso supletorio de seguridad.

En Canadá el sistema de pensiones está compuesto por dos pilares públicos ?financiados por medio de ingresos generales? y por el Plan de Pensiones de Canadá que está financiado por contribuciones del patrón y el trabajador.

El sistema de pensiones privado es la principal herramienta que tiene el gobierno para promover el ahorro para el retiro, el sistema abarca varios esquemas de pensiones otorgados por el empleador.

En ese mismo país todos los hogares tienen derecho a una pensión pública, en cambio, crece la relevancia del ahorro privado y, dentro de éste, el que se hace por medio de los patrones.

Conclusiones

Para los países de América Latina que muestran menores tasas de participación laboral del adulto mayor, existen redes sociales de protección más amplias. Además los programas de pensiones contributivas pueden llegar a cubrir a gran parte de este grupo.

El aumento de la edad oficial de retiro repercute principalmente en la población que realmente reúne los requisitos para recibir una pensión contributiva, que en el mediano plazo seguirá siendo muy baja.

La seguridad social y otras políticas laborales deben tomar providencias para poder brindar una verdadera transición del mercado laboral hacia el retiro y que no sea una decisión de retiro definido o de permanencia en jornada completa, con posibilidades limitadas de una separación gradual mediante trabajo en jornadas reducidas al avanzar la edad.