Moody’s descarta cambio significativo del TLCAN
Para la calificadora no existe ninguna propuesta para modificar la estructura tarifaria actual dentro del acuerdo
Comercio Exterior
Moody’s Investors Services consideró improbable que la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) cambie de manera significativa el acuerdo comercial, incluso sería un factor crediticio positivo para México.
Señaló que funcionarios de México, Estados Unidos y Canadá planean realizar siete rondas de conversaciones con intervalos de tres semanas para renegociar el TLCAN, sobre la base del resumen de objetivos, publicado por la Oficina del Representante Comercial estadounidense la semana pasada.
“Los objetivos esbozados en el informe sugieren cambios limitados que no afectarían sustancialmente los flujos de comercio ni afectarían negativamente a la economía mexicana”, estimó la calificadora internacional de riesgo crediticio.
En un análisis, apuntó que las negociaciones se iniciarán el 16 de agosto, y la primera ronda de conversaciones tendrá lugar el 20 de agosto en Washington.
Sobre la base del calendario de intervalos de tres semanas, las negociaciones terminarán a principios de 2018 y las enmiendas al acuerdo serán sometidas a la aprobación del respectivo cuerpo legislativo de cada país.
“En general, los objetivos esbozados en el informe de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos no apuntan a cambios perjudiciales en el núcleo del TLCAN”, consideró Moody’s.
Indicó que no existe ninguna propuesta para modificar la estructura tarifaria actual dentro del acuerdo, lo cual sugiere que el documento constituirá la base de un nuevo acuerdo que podría aumentar los flujos de comercio dentro de América del Norte con solo una pequeña pérdida de competitividad.
Esto contrasta con la incertidumbre de principios de año que llevó a una mayor volatilidad en los flujos de inversión a México y su tipo de cambio cuando los objetivos de renegociación de las autoridades de Estados Unidos no estaban claros y los mercados temían un resultado negativo para la economía mexicana.