EU y China, y la guerra comercial que se avecina

El gobierno de Estados Unidos anunció oficialmente que impondrá, en dos etapas, aranceles de 25% a las importaciones de productos chinos

Xi Jinping, presidente de China y su homólogo Donald Trump han tenido conflictos por el comercio exterior en los últimos meses.
 Xi Jinping, presidente de China y su homólogo Donald Trump han tenido conflictos por el comercio exterior en los últimos meses.  (Foto: El Economista)

Estados Unidos y China tienen tres semanas para evitar el inicio de lo que podría ser una guerra comercial entre las dos principales potencias del mundo. La administración del presidente estadounidense, Donald Trump, anunció oficialmente el viernes que impondrá, en dos etapas, aranceles de 25% a las importaciones de productos chinos con un valor de 50,000 millones de dólares, la primera de las cuales inicia el 6 de julio.

Unos minutos después de esa comunicación, China replicó que impondrá medidas de represalia contra Estados Unidos con un impacto similar y emitió un recordatorio de que los aranceles anularán los acuerdos previamente negociados bilateralmente sobre el comercio. La aplicación de las tarifas se realizará en dos etapas: en la primera se gravará la importación de 818 productos, principalmente del sector tecnológico y entrarán en vigor a partir del 6 de julio, mientras que la aplicación de aranceles a 284 productos adicionales dependerá de los resultados de audiencias públicas y el asesoramiento de los comités comerciales apropiados.

El primer paquete cubre importaciones por 34,000 millones de dólares y el segundo abarca aproximadamente 16,000 millones de dólares. Incluyen productos de la industria aeronáutica, automóviles y robots.

China responde

Por su parte, China establecerá un arancel de 25% para 659 tipos de productos estadounidenses, por un valor de 50,000 millones de dólares y empezarán a aplicarse primeramente sobre 545 productos a partir del 6 de julio.

Los aranceles chinos se cobrarán en la primera fase a productos como soya, maíz, arroz, trigo, sorgo, vacuno, cerdo, pollo, pescado, lácteos, frutos secos, verduras, vehículos y bienes acuáticos, con un valor conjunto de 34,000 millones de dólares.

El resto de los aranceles irá entrando en vigor a medida que Estados Unidos vaya aplicando el resto de los suyos,y se destinarán, entre otros bienes, al carbón, gas natural y petróleo crudo.

La Representación Comercial de la Casa Blanca (USTR, por su sigla en inglés) comenzará próximamente un proceso para analizar las solicitudes de las empresas estadounidenses que cumplan con las condiciones de exclusión de las medidas.

“Mi gran amistad con el presidente Xi de China y la relación de nuestro país con China son muy importantes para mí. El comercio entre nuestras naciones, sin embargo, ha sido muy injusto durante mucho tiempo”, dijo el presidente Trump, en un comunicado de prensa.

“Esta situación ya no es sostenible. China, por ejemplo, ha participado durante mucho tiempo en varias prácticas desleales relacionadas con la adquisición de propiedad intelectual y tecnología estadounidenses. Estas prácticas, documentadas en un extenso informe publicado por la USTR el 22 de marzo del 2018, dañan nuestra seguridad económica y nacional y profundizan nuestro ya enorme desequilibrio comercial con China”, agregó.

Los aranceles estadounidenses se aplicarán sobre bienes chinos que “contienen tecnologías industrialmente significativas”.

Trump expuso que los aranceles se fijarán incluyendo bienes relacionados con el plan estratégico Made in China 2025, enfocado a dominar las industrias emergentes de alta tecnología que impulsarán el crecimiento económico futuro de China, pero perjudicará el crecimiento económico de Estados Unidos y muchos otros países.

“Estados Unidos ya no puede tolerar la pérdida de nuestra tecnología y propiedad intelectual a través de prácticas económicas desleales”, dijo Trump. A principios de este año, el gobierno estadounidense lanzó una lista inicial de 1,300 categorías de productos, la cual ahora ha sido recortada.

“China no está dispuesta a tener una guerra comercial, pero la parte china no tiene otra opción que oponerse firmemente a esto, debido al comportamiento miope de Estados Unidos que dañará a ambas partes”, dijo el Ministerio de Comercio en su sitio web.

“Introduciremos inmediatamente medidas arancelarias de la misma escala y fuerza. Todos los resultados de las negociaciones previamente alcanzadas por las dos partes serán inválidas”, reviró el gobierno chino.

Con información de El Economista