Fluctuación cambiaria en el comercio exterior

Los importadores y exportadores tienen a su alcance diversas acciones para mitigar su impacto económico, según expertos

La situación financiera que está viviendo México por el comportamiento del tipo de cambio del peso frente al dólar obliga a las empresas a tomar ciertas medidas para aminorar el impacto económico, y esto no es la excepción para las que realizan operaciones de comercio exterior; ante ello se presentan diversos aspectos que pueden ayudar a entender el comportamiento del tipo de cambio del peso frente al dólar y que no deben perderse de vista, aunados a la opinión de especialistas en esta materia.

Aspectos generales

La alta volatilidad puede generar efectos negativos para la economía mexicana como la pérdida de competitividad en los mercados externos, por lo que es necesario que las compañías se acerquen a las instituciones financieras y se asesoren sobre aquellos productos que les permitan fijar un tipo de cambio para la fecha de venta o pago de las mercancías de comercio exterior. Por ejemplo, CIBanco ofrece productos de cobertura cambiaria.

Una consecuencia de la variación cambiaria es que el costo de las importaciones a nuestro país se incremente gradualmente en proporción al aumento por el valor de las divisas extranjeras –principalmente el dólar y el euro–.

Medidas

Ante ello quienes compren mercancías de procedencia extranjera –esto en el entendido de que en nuestro país no se produjeran o vendieran– podrían buscar alternativas para optimizar los recursos de la empresa, por ejemplo, podrían ser, en materia de:

  • impuestos de comercio exterior, utilizar:
  • aranceles preferenciales de los tratados de libre comercio, los insumos, partes, componentes, y activo fijo procedentes y originarios de países con los cuales se tienen celebrados estos instrumentos comerciales pueden importarse pagando un ad-valorem menor a la tasa general del IGI –aplicable a países sin tratado–, siempre y cuando se cuente con el certificado de origen correspondiente y se solicite al agente aduanal
  • preferencias arancelarias porcentuales que otorgan los acuerdos comerciales regionales de la Asociación Latinoamericana de Integración (ALADI), por ejemplo, México tiene suscrito con el Mercosur los Acuerdos de Complementación Económica No. 54 (ACE-54)–, conocido como el Acuerdo Marco, y el ACE-55 (sector automotor); con Argentina, ACE 6; Brasil, ACE 53; y Cuba, ACE-51
  • tasas de Programas de Promoción Sectorial (Prosec), son operados por la Secretaría de Economía y permiten importar bienes de procedencia extranjera para manufacturar mercancías que no necesariamente deben exportarse.
    Se paga un arancel ad-valorem menor a la tasa general del IGI, pudiendo ser 2.5 %, 3 %, 5 %, 7 %, 10 % o exenta
  • el depósito fiscal, régimen aduanero el cual permite diferir los impuestos, es decir, se determinan las contribuciones de comercio exterior, el IVA, las cuotas compensatorias al momento del ingreso de los bienes al depósito, pero se pagan hasta que se extraen de ese almacén, para lo cual deberán optar, al momento del ingreso de la misma al depósito fiscal, si la determinación del importe a pagar se actualizará en los términos del artículo 17-A del CFF, o con la variación cambiaria que hubiere tenido el peso frente al dólar americano, durante el período relativo desde la entrada de las mercancías al territorio nacional de conformidad con lo establecido en el artículo 56 de la Ley Aduanera (LA) y su retiro del mismo.
    Esto significa que se actualizarán las cantidades de contribuciones a pagar, desde el momento de entrada al país de las mercancías hasta que se retiren del depósito, según se opte, conforme: al índice nacional de precios al consumidor (INPC), o a la variación cambiaria en el mismo período. Bajo esta última opción podrían disminuirse –en razón del tipo de cambio– las cantidades de impuestos a pagar, cuando este sea más bajo, al momento de la extracción de las mercancías, a aquel que se tomó cuando entraron al depósito fiscal
  • gastos logísticos, cotizar tanto en México como en el extranjero, y tomar la mejor opción en cuanto a costo, sin sacrificar calidad y servicio:
    fletes internacionales, y
  • póliza de seguros global de transporte anual
  • cargas consolidadas, y
  • honorarios por servicios prestados por los agentes aduanales, al no existir un tabulador, pues se pactan entre el agente y el cliente (art. 163, fracc. V, LA), podrían contactarse varios de ellos, y exponerles qué mercancías se pretende importar, su origen, aduana de ingreso al país, etc., para comparar y evaluar los servicios y honorarios de cada uno de ellos, a efectos de elegir al que se ajuste a los requerimientos en particular

Comentario final

Múltiples pueden ser las afectaciones y cada empresa deberá resolverlas de acuerdo con sus necesidades o estrategias, ello en conjunto con los asesores especialistas del ramo de que se trate (financiero, logístico, aduanero, entre otros).

Si bien la fluctuación cambiaria, entendida como la diferencia que resulta de convertir transacciones denominadas en moneda extranjera a otra, utilizando diferentes tipos de cambio y convertir información financiera de la moneda de registro a la funcional, afecta e incide prácticamente en todo el comercio del mundo, sea de forma directa o indirecta, a quienes de manera cotidiana se dedican a la importación y exportación de mercancías, estas variaciones pueden llegar a causarles un gran problema económico, si no toman las providencias necesarias para enfrentarlo y mitigarlo en la medida de lo posible.

Problemáticas

Dentro de las dificultades más claras, que se presentan para el importador de mercancías de procedencia extranjera, derivado de la variación en el tipo de cambio, en el entendido de que existen otros factores no inmediatos, se encuentra que entre la oferta de un producto en moneda nacional en determinado momento, no se toma en cuenta la posibilidad de un “gran aumento en el precio del bien ofertado” por el fabricante o comercializador foráneo, el cual si no sufrirá realmente una modificación del valor, al momento de, se tendrá que pagar en otra moneda, el precio final estará condicionado a la fluctuación del tipo de cambio.

Cuando se expresó, en el párrafo anterior, un gran aumento se considera, con base en la experiencia del suscrito, que la mayoría de las empresas realizan estimaciones que buscan reflejar aumentos en el tipo de cambio a usar, pero en muchas de las ocasiones esto no fue suficiente o las proyecciones se quedaron cortas, por eso es importante el uso de medios normales para su mitigación.

Además, es menester tomar en cuenta que aun y cuando el tipo de cambio que se usara al momento de pagar el producto en el extranjero, no hubiera sufrido variación, o este hubiera sido mínimo, ahí no acaba el alcance a considerar para el importador, pues en términos del artículo 56 de la Ley Aduanera, el tipo de cambio de moneda para efectos de pago de los impuestos al comercio exterior será el que se actualice con base en los supuestos de llegada o arribo de las mercancías al país, según se señala en dicha norma, como el fondeo del barco, el cruce de la línea internacional o el de arribo del avión en el primer aeropuerto nacional.

Si bien pareciera que el más afectado por la fluctuación cambiaria es quien se dedica a la importación, el exportador no está excluido del impacto que puede sufrir, pues el tipo de cambio pactado también puede perjudicarlo, si se deja a que el futuro decida cuánto le terminarán pagando, en el entendido de que no solo debe tenerse presente el precio del producto que se ofrece, sino también los gastos o costos inherentes a la operación como pueden ser el transporte.

Sugerencias para mitigar su impacto

Dentro de las soluciones que se pueden mencionar está el uso de un solo tipo de moneda desde la compra del producto hasta su venta final, que normalmente será en dólares, así la variación que sufra no se verá reflejada de forma inmediata en la operación comercial.

Para ello, se aconseja firmar contratos en los cuales se defina que toda la operación se realizará en cierta moneda o tomando como base el tipo cambio que se tenga en determinado momento de pago, esto dependerá de cada mercancía, operación y cliente para minimizar el efecto negativo, es decir, debe buscarse establecer las reglas del juego para que estas no se dejen al destino, y estén controladas por las partes.

El uso de contratos, en muchas operaciones no es normal, al considerar que lo más importante es el precio final pactado, la cantidad a enterar y las fechas de entregar, dejando plasmado estos elementos en órdenes de compra que no sustituyen el alcance de un contrato bien estructurado.

Otro tema importante, a tener en cuenta es que la determinación del precio en los ejercicios para obtener el costo del producto final no se realice en moneda nacional, cuando los mismos dependen del tipo de cambio, sino que se realice en dólares, pues con base en esta moneda se determinarán los gravámenes al comercio exterior, es decir, normalmente impuesto general de importación e IVA, así como las cuotas compensatorias, en caso de ser aplicables.

Conclusión

Las empresas que se dedican a la importación de mercancías de procedencia extranjera, así como quienes llevan a cabo la exportación de productos deben conocer los alcances de la fluctuación cambiaria, toda vez que su efecto no se limita al momento en cual se paguen las mercancías al proveedor extranjero, o a cuando su cliente les liquide el valor de las mismas, a efectos de buscar protegerse y minimizar el impacto que tal situación genera.


El mercado de exportación mexicano tradicionalmente tiene diferentes efectos en relación con el tipo de cambio dependiendo del sector de la industria a que se refiera.

En términos generales existe un equilibrio en el tipo de cambio, toda vez que cuando la relación peso dólar de los Estados Unidos de América (EUA) te da más pesos por cada dólar se abaratan los costos por la mano de obra, los energéticos y los consumibles, entre otros, en territorio nacional.

Sin embargo, como una parte importante de la materia prima procede del exterior, se paga más por los insumos extranjeros, provocando un equilibrio entre el aumento del ingreso en pesos y un gasto mayor en pesos por los dólares que implica la compra de insumos.

Tratándose de servicios de maquila pura de exportación, generalmente se abaratan los costos –no hay compras de insumos ni ventas de producto terminado–, al igual que los de la mano de obra (al estar en pesos).

El mercado de destino a los EUA resulta ser dinámico, especialmente en el sector de autopartes, puesto que la mayoría de los vehículos se renuevan cada cuatro años, esto porque la enajenación se da generalmente a través de arrendamientos financieros de muy bajo costo, en consecuencia, el parque vehicular se renueva con frecuencia. Por lo tanto, no se espera una disminución en la exportación de ese sector de la industria, ni de los sectores de consumo como los productos primarios agrícolas.

El aumento de costos en relación con la mayor cantidad de pesos que se tienen que erogar, principalmente afecta para la renovación de maquinaria y equipo, puesto que al tener que pagar mayores costos por este, se detiene la renovación de estos activos.

Esto se ha observado tradicionalmente en otras circunstancias donde haya variaciones en el tipo de cambio, y mientras no existan estas fluctuaciones, el mercado se mantiene estable.

Comentario final

Desde el punto de vista aduanero se recomienda aplicar de manera correcta los métodos de valoración aduanera, para no equivocarse en la base gravable de importación y exportación ya que son frecuentes los errores en ese concepto por las variaciones en tipo de cambio, especialmente en regímenes como depósito fiscal y los cambios de régimen de temporal a definitivo.