La inversión extranjera directa (IED) se redujo un 35% en 2020 a nivel mundial, sin embargo, no es necesario ir tan lejos, pues de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en su estudio anual “La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2021”, la inversión registrada el año pasado fue de 105.480 millones de dólares, lo que significa una baja del 34.7% en comparación con 2019, el monto más bajo desde 2010.
Si bien, el estudio reveló que los proyectos de inversión mostraron una recuperación de septiembre 2020 a febrero 2021, de dicho mes a mayo de este año se registró una nueva caída, por lo que la Comisión señala, buscar activos estratégicos que transformen la estructura productiva a favor de la reactivación.
Al respecto, la CEPAL identificó ocho sectores estratégicos que podrían impulsar la sostenibilidad en la región a través de “actividades que generen mayor productividad, innovación y tecnología”, agregó Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva del organismo regional de las Naciones Unidas.
Sectores estratégicos:
- La transición hacía energías renovables.
- La electromovilidad sostenible en ciudades.
- La revolución digital inclusiva.
- La industria manufacturera de la salud.
- La bioeconomía.
- La economía del cuidado.
- La economía circular.
- El turismo sostenible.
Asimismo, el estudio indicó que solo México, Ecuador, Paraguay, Bahamas y Barbados, aumentaron su IED en 2020; sin embargo, también se evidenció que los sectores de recursos naturales y manufacturas redujeron en -47% y -38%, respectivamente, ya que las energías renovables fueron las que despertaron el interés de los inversionistas extranjeros.
En el estudio también se expuso que el desarrollo digital es importante a favor de la inclusión, innovación y regulación, a través ya sea de la economía conectada, la economía digital y la economía digitalizada.
Alicia Bárcena aseguró que para la reactivación en la región, “los gobiernos y el sector privado deben utilizar sus capacidades para que la política de atracción de capitales extranjeros sea parte de la política industrial como instrumento de transformación de la estructura productiva”.