Las exportaciones totales en México alcanzaron a febrero de 2022 un valor de $46,246 millones, es decir, 27.8% más que en el mismo mes del año anterior, de acuerdo a cifras del INEGI, lo que significa que las empresas comercializadoras están rebasando sus propias fronteras para producir y vender más, algo que podría ser aún más sencillo con el factoraje.
Tomando en cuenta que al menos el 75% de los negocios cierran antes de cumplir dos años de vida por la falta de organización y de registros financieros saludables, según el Instituto del Fracaso, es necesario que las compañías vendan cada vez más al exterior con herramientas que les permitan continuar con el crecimiento de sus negocios y asegurar la liquidez.
De acuerdo con Mundi, es fundamental un comercio sin fronteras, sin embargo, ante la falta de recursos o el no querer endeudarse, el factoraje financiero llega como una solución, donde se convierte al efectivo y de forma inmediata, las facturas de exportación de las organizaciones.
Este servicio financiero permite a las empresas adelantar hasta el 90% de sus facturas por cobrar, mejorando sus flujos de efectivo y reduciendo la necesidad de acceso a créditos para el financiamiento de sus operaciones diarias, así como la compra de materias primas, tanto para grandes como pequeñas y medianas empresas.
Lo anterior se vuelve eficaz porque entonces, los comercios pueden seguir expandiéndose y a otros países con finanzas saludables y financiar la exportación antes de cobrar con un costo mínimo de transacción.
Entre los beneficios del factoraje está la transparencia con los clientes y la facilidad de continuar con sus operaciones, sobre todo ahora, que datos de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) estiman que el comercio electrónico transfronterizo representará el 22% del comercio global online en los próximos cinco años.