México mostró un avance notable en materia comercio exterior, pues de acuerdo con el Reporte de Economía y Desarrollo (RED2021): Caminos para la integración: facilitación del comercio, infraestructura y cadenas globales de valor, su integración al TLCAN le permitió incrementar en más de 50 puntos su PIB.
Además, el informe resaltó que la integración económica de América Latina es un factor clave para el desarrollo regional, pues la región tuvo un incremento de 72% y 62% por la caída observada en los aranceles aplicados; y solo Centroamérica aumentó su comercio intrarregional de 12.1% a 13.9%.
En el caso de México, por ejemplo, el nivel de aranceles bajó de 18% en 2000, a 3% en 2018, lo que significó una mayor integración productiva del país a las cadenas de valor de Estados Unidos y Canadá, y se vio reflejada en la proporción del valor agregado exportado como porción del valor agregado total, mientras que en América Central, el nivel pasó de 7% a 4%.
El RED2021 señaló que para lograr una mayor inserción regional y global, es necesario facilitar el comercio, la infraestructura física y la integración productiva. Al respecto, la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, dijo que el acercamiento geográfico de los países nos hace socios evidentes para expandir “nuestros mercados mediante economías de escala y especialización”.
En tanto, el vicepresidente Corporativo de Programación Estratégica de CAF, Christian Asinelli, agregó que “para seguir promoviendo la inserción internacional de las empresas mexicanas y centroamericanas y la participación en cadenas regionales y globales de valor”, se deben buscar más oportunidades para promover “el comercio intrarregional”.
El editor del reporte, Lian Allub, apuntó que entre 2017 y 2021 México incrementó su participación en las importaciones de Estados Unidos en segmentos de vehículos, no obstante, destacó que la integración energética es un capítulo donde América Central es un ejemplo positivo en la región.
Pues con la creación del Mercado Eléctrico Regional y el SIEPAC, el comercio de energía se intensificó, reduciendo los niveles de demanda máxima en relación a la potencia instalada en todos los países y aumentó la generación de energía a partir de fuentes renovables no convencionales.
“Para profundizar la integración productiva es necesario avanzar en la simplificación y armonización de reglas de origen, para permitir que se puedan comerciar insumos intermedios necesarios para la producción”, y “un primer paso es evitar reglas de origen muy estrictas”, dijo René Orellana Halkyer, gerente regional para México y Centroamérica de CAF.