La Organización Mundial del Comercio (OMC) estimó que el comercio crecerá solo 1% en 2023, 2.4 puntos porcentuales menos de lo que había proyectado en abril de este año.
Asimismo, respecto a 2022 advirtió que el comercio se desacelerará en la segunda mitad, como consecuencia del panorama mundial además de que la creciente factura de las importaciones de combustibles, alimentos y fertilizantes podría provocar inseguridad alimentaria y dificultades de endeudamiento en los países en desarrollo.
Respecto a los motivos, la presidenta del organismo internacional, Ngozi Okonjo-Iweala, explicó que la guerra entre Rusia y Ucrania provocará un aumento de precios en la energía por lo que se reducirán el gasto de los hogares y aumentarán los costes de fabricación.
A su vez, el endurecimiento de la política monetaria en Estados Unido afectará al gasto sensible a los intereses en áreas como la vivienda, los vehículos de motor y la inversión fija.
Mientras que en China continúan las afectaciones de los paros productivos por brotes de COVID-19.
Por lo anterior la funcionaria planteó que aunque las restricciones comerciales pueden ser una respuesta tentadora a las vulnerabilidades de la oferta que han puesto de manifiesto las perturbaciones de los dos últimos años, una reducción de las cadenas de suministro mundiales no haría más que agravar las presiones inflacionistas, lo que conduciría a un crecimiento económico más lento y a una reducción del nivel de vida a lo largo del tiempo.