En 2022 el comercio agroalimentario entre México y Estados Unidos creció a 73 mil 137 millones de dólares, convirtiéndose en la cifra más alta en el comercio de ambos países, asimismo, datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos revelaron que el año pasado las exportaciones alcanzaron 44 mil millones de dólares, 14% más que en 2021 y las importaciones casi 29 mil millones.
En un comunicado fechado al 16 de junio presente, a International Chamber of Commerce México (ICC México) expuso que los planteamientos de Estados Unidos y Canadá sobre la falta de evidencia científica de la prohibición del uso de maíz genéticamente modificado de México, pone en riesgo de perder paneles de resolución de controversias y el impulso al superávit comercial.
La disputa inició con un decreto el 31 de diciembre de 2020 y restringió el uso de maíz genéticamente modificado en todo tipo de alimentos para consumo humano, después de confirmó el 13 de febrero de 2023, cuando se restringió inmediatamente mediante nixtamalización o elaboración de harina, y gradual en uso industrial.
Por lo anterior, el gobierno de los Estados Unidos recurrió a consultas previstas en el Tratado de Libe Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), para indicar que las medidas tomadas por México carecen de respaldo científico y podrían perturbar el comercio norteamericano, tema al cual se sumó Canadá con premisas similares.
Al respecto, el ICC México recomendó a los 3 países a participar en “las consultas sobre el maíz genéticamente modificado con una actitud positiva”, para así resolver las diferencias y mantener el flujo comercial de dicho producto sin afectar a los socios del T-MEC.
Si bien, se recordó que el maíz genéticamente modificado es un producto que se considera perecedero, es decir, que tiene caducidad, de cualquier forma las consultas tendrán que celebrarse dentro de los 30 días siguientes, un mes después.
Asimismo, el International Chamber of Commerce sugiere que las autoridades mexicanas encargadas de revisar esto, evaluar de forma “seria y detenida” la derogación de este decreto en las consultas, ya que el “sustento jurídico no ha sido evidenciado”, y en caso de que esto no ocurra, se debe resolver mediante un panel internacional.
Lo anterior es lo menos conveniente, ya que resultaría en la imposición de restricciones a las exportaciones de México hacia Estados Unidos y Canadá, además, se debe aprovechar que el T-MEC impide a los países vecino “imponer restricciones unilaterales a las exportaciones mexicanas”, para solucionarlo debe ser de la forma más amistosa posible.