Los errores con el dinero pueden ocurrir sin ser percibidos hasta que pierdes monto muy grande.
Por ello, si en tus finanzas aprendes a detectar los pasos en falso y a corregirlos desde el principio, podrías ahorrar miles de pesos y estrés innecesario. A continuación encontrarás seis casos que puedes hacer frente con un mejor manejo de tu cartera.
Comprar una casa que no puedes costear
En general, la mayoría de las personas saben que una casa puede ser un gran activo financiero; sin embargo, esto no es como comprar algunas acciones, ya que se necesita una gran inversión de dinero, tiempo y energía, por lo que si te extralimitas económicamente para comprar esa casa, puede terminar siendo una inversión muy mala.
Si comprarla te “hunde” profundamente en la deuda y te obliga a recurrir a las tarjetas de crédito para estar a flote, terminarás gastando más en cuotas e intereses de lo que posiblemente podrías obtener como retorno de tu “inversión”.
Por ello, los prestamistas hipotecarios normalmente recomiendan limitarse a un pago hipotecario mensual que no supere el 28% de tu ingreso antes de impuestos; pero si no puedes encontrar una casa por menos de eso, es mejor alquilar hasta que cambie tu situación.
No ahorrar el 10% de tus ingresos
Apartar una porción razonable de tus ingresos de manera regular puede cosechar grandes recompensas:
- comprar inversiones que tienen décadas para crecer te dará un enorme rendimiento, gracias al interés compuesto;
- tener una cuenta de ahorros con el valor de algunos meses de gastos puede salvarte de depender de las tarjetas de crédito durante alguna emergencia, lo que significa un ahorro en intereses y otros cargos relacionados con las deudas; y
- tener dinero ahorrado te da más flexibilidad en tus opciones de estilo de vida. Por ejemplo, si deseas hacer una carrera con un gran potencial en el futuro, pero paga muy poco en este momento, tener algún colchón en el banco hará que sea mucho más seguro y fácil de alcanzar ese trabajo
Ignorar tus inversiones
Una estrategia de inversión de comprar y retener tiene muchas ventajas, y la mayor de ellas es que requiere mucho menos tiempo y esfuerzo para mantenerla; sin embargo, eso no significa que puedes configurar un plan de inversión automático y luego ignorarlo los próximos 30 años.
Como mínimo, revisa tus inversiones una vez al año y decide si estás o no satisfecho con su desempeño; de igual forma, te permitirá reequilibrar tu cartera y reemplazar las inversiones que ya no se adapten a tus necesidades debido al bajo rendimiento o ya no encajan en tu estrategia.
Por ejemplo, si estás cerca de retirarte y todavía tienes 70% de tu cartera asignada en acciones, entonces una repentina caída del mercado podría acabar con una gran parte de tus ahorros justo antes de que los necesites para vivir.
Tratar de medir los tiempos del mercado
Sí, es posible hacer una fortuna si mides tus inversiones perfectamente al comprar de acciones en los mínimos del mercado y al venderlas en los máximos; no obstante, también es posible hacer una fortuna ganando la lotería.
Medir los tiempos del mercado convierte a la inversión en apuestas simples y llanas, ya que no es predecible saber si las acciones subirán o bajarán – ello incluye a los gestores de inversión-, y para empeorar las cosas, tendrás que pagar comisiones y, posiblemente, impuestos cada vez que realices una transacción y repercutir gravemente tus rendimientos.
Por ello, es mejor adquirir inversiones de calidad y mantenerlas por largos periodos.
Mantener todo tu dinero en ahorros
¿Sabías que si simplemente tienes todo tu dinero en tu cuenta de ahorros la inflación consume ese dinero?, si, a través del tiempo de tu dinero no quedará nada ya la inflación promedia alrededor del 3% a largo plazo, por lo que se necesita obtener al menos un retorno del 3% - ciertamente no existe una cuenta de ahorros que pague ese interés- para quedar solo en “equilibrio”.
Es mejor mantener el suficiente dinero en tu cuenta de cheques para cubrir tus gastos y protegerte de los sobregiros, y solo destina a una cuenta de ahorros lo suficiente para cubrir emergencias; luego, el resto dirígelo a inversiones para el retiro o en una cuenta de corretaje.
Por ejemplo, si dejas 10,000 pesos en una cuenta de ahorros que paga un interés del 1% durante 20 años, alcanzarás una suma de 12,202 pesos; pero si esa misma cantidad se pusiera en una cuenta de retiro con impuestos diferidos que rindiera un promedio de 7% anual durante 20 años, se alcanzaría una suma de 38,697 pesos.
No tener metas
¿Dónde quieres estar en 10 años, financieramente hablando? ¿Qué tal en unos 20 años? Si no tienes una meta, te costará mucho idear a un plan de ahorro, y eso significa que tu dinero saldrá en gastos en lugar de generar ganancias con la inversión.
Por ejemplo, si pretendes tener lo suficiente para dar el pago inicial de una casa dentro de cinco años, busca una calculadora financiera e idea un plan que te permite llegar a esa meta.
Con información de CNNMoney