Generalmente esta figura es “tradicional” y utilizada como protección; sin embargo, existen nuevos mecanismos
El fiador en una renta inmobiliaria subsistirá en el corto y mediano plazo, debido a que en la actualidad cerca de 80 % de los contratos, principalmente los informales, se pide uno, y solo un 20 % prescinde de él , aseguró el director ejecutivo de RG Asesores, Saúl Alcántara.
Refirió que si bien existe una disminución del empleo del fiador “por el avance en las tecnologías que hoy ofrecen información más rápida de una persona, `estamos lejanos para erradicarla´”, pues la sociedad necesita llevar a cabo un proceso de cambio de mentalidad y sensibilizarse de que “existen otros mecanismos para protegerse”.
En el marco de un debate llamado "¿Qué tan necesario es el fiador como garantía en la industria inmobiliaria?", explicó que por tradición y costumbre, una persona de la tercera edad tiende a protegerse a través de un fiador, por lo que esta es una "figura arraigada"; no obstante, existen alternativas para los diferentes tipos de arrendatarios.
Precisó que RG Asesores ofrece un esquema de cobertura integral que provee de herramientas para minimizar los riesgos en el arrendamiento, tal como el incumplimiento del pago, daños a la propiedad y apoyo legal ante las faltas del inquilino.
“La figura del fiador es importante, en particular por la presión moral y psicológica que ofrece a quien renta un inmueble para el cumplimiento del contrato”; sin embargo, “es un porcentaje mínimo de fiadores el que paga por el incumplimiento del inquilino”.
Al respecto, el project manager de la firma, Rafael González, señaló que en el arrendamiento siempre existen riesgos "por lo que el fiador es la única firma que garantiza al 100 % la recuperación de todos los adeudos ante un conflicto".
Cabe señalar, que en el caso particular de algunos clientes con amplia solvencia económica (personas de otras nacionalidades o empresas) el contrato no solicita este requisito.
Retos del arrendamiento
El director general de Sí Renta, Octavio González, apuntó que uno de los principales retos de la industria de la renta formal en México es dar servicio y minimizar los riesgos para quien renta un inmueble.
Refirió que en el mercado informal, al dueño del inmueble lo que más le importa es el pago de la renta puntual, sin considerar los daños al inmueble; en tanto que el inquilino enfrenta las vicisitudes del vivir cotidiano dentro de la propiedad.
“Se trata de dar un acompañamiento al propietario y al inquilino durante el proceso de la firma del contrato, para que sea este tipo de empresas las que se hagan cargo de todos los inconvenientes naturales que pudieran surgir, como la descompostura de un bóiler o fregadero”, concluyó.
