En su sentido formal corresponde a cuando la resolución se encuentra firme
Este concepto se produce durante la sentencia, que representa la conclusión del proceso. Dentro de un procedimiento regular y una vez que se han agotado los recursos de impugnación marcados por la ley, se infiere que la sentencia está firme y por ende se puede determinar que corresponde al término que nos ocupa.
Sus efectos hacen irrevocable una determinación, es decir, ya no puede dar marcha atrás, una vez que ya se han agotado todas las instancias de un procedimiento, impidiendo un nuevo pronunciamiento sobre el mismo negocio.
Es decir, que para considerar una determinación como cosa juzgada, debe ser sobre la última sentencia pronunciada en la instancia final.
Esta figura procesal tiene su fundamento en los artículos 14, segundo párrafo y 17, tercer párrafo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM) por lo que en principio solo afecta a las personas que intervienen en el proceso y que se encuentran vinculadas jurídicamente con la resolución final.
Teóricamente se le atribuye dos sentidos:
- formal, corresponde a cuando la resolución se encuentra firme, y
- material, cuando se pretende dar seguridad jurídica indicando que no puede procederse a realizar un procedimiento idéntico o similar al anterior
Al respecto, existen requisitos para su configuración conforme a la jurisprudencia de rubro: “COSA JUZGADA. REQUISITOS PARA QUE SE CONFIGURE” disponible en Semanario Judicial de la Federación Décima Época, Tesis: I.6o.T.J./40 (10a.), Jurisprudencia, Registro: 2014594, de junio de 2017, en la que se señalan los supuestos para determinar su existencia, que corresponden a identidad de:
- personas que intervienen en los dos juicios
- cosas que se reclaman,
- causas en que se fundan las demandas, y
- el más importante que el juzgador verifique que en la primer sentencia se haya procedido a analizar el fondo de las pretensiones
La importancia de conocer este concepto jurídico radica en el derecho fundamental de seguridad jurídica, pues de este conocimiento depende su configuración de forma correcta y como dicen “nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo delito”.
