La inversión extranjera directa (IED) en México se mantendría estable en 2018 e incluso podría crecer, tras haber caído en 2017, ayudada por el mejor tono en el diálogo entre Andrés Manuel López Obrador virtual ganador de los comicios presidenciales y el sector privado, dijo la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América y el Caribe (Cepal).
“En nuestras previsiones para México, se estima que el flujo de inversión extranjera directa se va a mantener estable. Es decir, va a ser similar al 2017. Eso sería como el piso y de ahí quizás incluso podría crecer”, dijo a Reuters Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la comisión.
El año pasado, México recibió 31,726 millones de dólares en IED, un 8.8% menos que en 2016, aunque fue superior al promedio anual de 29,640 millones recibidos en los últimos diez años, reveló la Cepal en su informe anual sobre la IED.
“Creo que hay una expectativa de estabilidad, de que va a haber apertura al sector privado, que va a haber incentivos para la alianza pública-privada (...) Cambió la conversación entre los empresarios y el gobierno que va a entrar y creo eso es un factor muy importante”, agregó Bárcena.
LEE: INVERSIÓN EXTRANJERA DIRECTA ALCANZA LOS 9,502.4 MDD
Si bien reconoció que persiste incertidumbre sobre las inversiones foráneas en México por el contexto internacional, explicó que esta afecta a algunos sectores más que a otros en los que sí hay expectativas de crecimiento, tales como el aeroespacial y el de equipos de transporte.
Desde hace casi un año México negocia con Canadá y Estados Unidos el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), pero las conversaciones se estancaron en medio de una guerra de aranceles propiciada por la administración de Donald Trump, que ha afectado a gigantes como China y a Europa, pero también a sus socios en el bloque.
La industria automotriz es una de las más vulnerables a un resultado poco favorable de la renegociación del TLCAN, pero incluso en este sector la representante de la Cepal es optimista debido a la gran integración regional en la cadena productiva.
“Todo ese entramado institucional de plantas productoras no se va a desarmar de la noche a la mañana por una serie de anuncios (...) Es una industria muy consolidada que es muy difícil que echen para atrás”, dijo.
López Obrador ha prometido duplicar la inversión pública como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) durante su gestión, que arranca en diciembre, una meta que, de lograrla, podría “detonar” también la inversión privada, según Bárcena.
“Una de las metas es llevar la inversión pública de 2.2% a 4% del PIB, y eso sí se puede hacer bajando el gasto corriente y subiendo el gasto de capital. Y si hay indicaciones claras (de hacia dónde se van a dirigir las inversiones), ahí hay un indicador clave de adónde va a haber incentivos”, agregó.