¿Se pueden combatir las noticias falsas?

Resulta importante replantear si la tecnología ya rebasó al derecho

Frente a la realidad de un mundo globalizado, en el que las tecnologías de la información están en el día a día de las actividades y junto al uso de las redes sociales e Internet; en donde cada segundo se tiene información, la cual se lee pero no se tiene la certeza de verificar si es verídica o no, se pueden encontrar noticias falsas o fake news que afectan la perspectiva, puntos de vista y opiniones respecto a un tema.

Este contenido suele difundirse a través de portales de noticias, prensa, radio, televisión y redes sociales con el único objetivo de desinformar, causar confusión o engañar al público espectador. Algunas pueden incluso desprestigiar o enaltecer a una persona o institución.

El término en inglés fake news fue considerado palabra del año 2017 por el diccionario Collins1, quien estima que fake o falso originalmente fue utilizado por los criminales que pretendían ocultar sus actividades ilícitas. Sin embargo, este concepto se volvió popular con el programa de comedia The Daily de Jon Stewart en el 2005 (en Estados Unidos de América –EUA–) en referencia a su aplicación para fake news que circulaban con la intención maliciosa en contraposición a lo que presentaba el programa.

Es así, que a raíz de las pasadas elecciones en EUA donde resultó ganador Donald Trump como presidente, se observó que los electores tuvieron acceso a noticias falsas en redes sociales y se confirmó que fue por intervención rusa, además de que los propios equipos de campaña las usaron como una estrategia electoral.

En esta misma línea, IDC Asesor Fiscal, Jurídico y Laboral sostuvo una entrevista con el maestro Francisco Javier Gaytán Cruz, vicecoordinador del comité de derecho penal de la Asociación Nacional de Abogados de Empresa (ANADE) quien respondió a las siguientes preguntas en relación con este tema.

¿Cómo influyen las fake news en la toma de decisiones en México?

De forma directa, debido a los medios de comunicación a través de los cuales se informa al ciudadano mexicano. Según datos del INEGI en 2016, después de la televisión y el entorno familiar, Facebook es la tercera fuente de noticias más frecuentada por los usuarios mexicanos.

Es importante entender que, por lo que hace a Facebook, la información es mucha y viene en distintas presentaciones; como infografías, memes, vídeos, videografías o textos llamativos. Pocas veces contienen la realidad exacta de las cosas y en ese sentido cualquier persona puede estar cerca de una noticia falsa, que no siempre va a verificar y la toma como verdadera para emitir recomendaciones, opiniones o comentarios al respecto.

Esto es algo de lo que nadie está exento y que incluso le puede suceder a autoridades o líderes de opinión, tal como el reciente caso de Marcelo Ebrard que replicó fake news desde su cuenta de Twitter.

El impacto es directo y tiene mucho que ver con el gobierno, empresas, cámaras, colegios de profesionales e instituciones educativas, y no deja de lado los núcleos sociales más pequeños.

Se tiene la costumbre de pedir consejos y tomar decisiones con base a opiniones de otras personas. Este fenómeno no se limita a México, es a nivel mundial.

¿Qué relación tienen frente a la confianza en el gobierno?

Es una relación derivada de la información que proporciona el gobierno a su gobernado; es decir, el ser humano decide a partir de los datos con los que cuenta. El Estado puede manejar la comunicación a su favor o en su contra para manipular la confianza e incluso a sus actores contrarios.

Evidentemente la confianza se ve influenciada al no saber si los análisis que se proyectan de un candidato o funcionario son ciertos; pero existen algunos mecanismos para verificar las propuestas.

Los ciudadanos no tienen la capacidad técnica para verificar o constatar; por lo que, decide o emite una opinión favorable a partir de quien habló mejor, destacó en su oratoria o el que defendió mejor su punto, es complicado que pueda cotejar si no está especializado en el tema.

Por ejemplo, si un actor político se expresa sobre hidrocarburos o telecomunicaciones, se necesita un ambito de especialidad muy específico.

Es por ello, que solo hablan de temas principales que afectan a todos, para que lo puedan entender, comúnmente se le dice más de lo mismo y todo eso ayuda a que se incremente la confianza o se disminuya.

¿Qué consecuencias pueden tener en una persona física o moral? ¿Hay derechos afectados?

Sí, esencialmente los derechos humanos de cualquier persona (física o moral) cuando este tipo de noticias afectan su imagen, honor, prestigio, decoro, sentimientos, etc.

Por ejemplo, si una empresa tiene ingresos importantes por cuidar el medio ambiente, ser socialmente responsable, no cometer actos de corrupción y de pronto se hace viral una noticia falsa donde se indica lo contrario, sin duda hará que su oportunidad de negocio disminuya.

¿Cómo pueden combatirse?

A través de un proceso civil complejo, mediante la acción de daño moral y/o el derecho de réplica previsto en la constitución federal. Ante esto, no todos los mexicanos conocen este mecanismo, ni pueden pagar un abogado que los defienda.

Cada vez es más frencuente que las fake news puedan replicarse y hacerse virales en las redes sociales, en cuestión de horas y si esta situación no se atiende de forma inmediata, puede traer consecuencias graves para muchas personas.

Lo que sugiero es atacar el problema integralmente, por medio de dos ejes:

  • promover la educación y conciencia social de las personas respecto de lo que se tiene a nuestro alcance en las redes sociales, procurando desarrollar su capacidad de análisis; de tal forma que puedan discernir cuando se encuentran ante una noticia falsa, y
  • combatir estas notas con la ayuda de procedimientos jurídicos, que incluyan el proceso criminal usando los servicios de inteligencia cibernética; y así resolver el problema de fondo, que no es más que retirar las noticias de la web. De igual manera procurar la reparación del daño ocasionado y establecer sanciones a los responsables.

¿Qué vía jurídica debe optarse para perseguirlas y sancionarlas?

El procedimiento criminal. El daño moral también forma parte del derecho penal que se conoce como sanción, que no solo tiene que ver con la reparación del daño o pena privativa de la libertad, sino con el daño moral causado por un hecho delictivo.

Existen delitos que protejen el honor, la libertad personal, vida privada y honra; por tanto, al momento de dictarse una pena, aplicar un acuerdo reparatorio u otra solución alterna de conflictos, cualquier autoridad jurisdiccional o ministerial tendrá que velar porque la reparación del daño moral haya sido integralmente subsanada.

La legislación en este país tiene criterios contradictorios, hay delitos que si protejen lo anterior; pero, no hay aquellos que defiendan lo derivado de una noticia falsa.

¿Es posible sancionar a las personas que se benefician de estas?

Sí, es posible. Siempre hay una persona encargada de haber difundido, publicado o realizado esta noticia falsa, que sin duda tendría que indemnizar integralmente al afectado. Este último tendrá que iniciar proceso jurídico, que la mayor parte del tiempo resulta desgastante y costoso, esto para acreditar que sufrió ese daño o hubo una disminución en su credibilidad o en su honra.

¿Es posible configurar un tipo legal por generarlas y dinfundirlas?

Por supuesto, es urgente buscar el consenso político para legislar al respecto. No se puede ignorar que actualmente la tecnología ya no solo nos alcanzó, nos rebasó y si no hacemos nada al respecto, en los próximos años nos rebasará aún más.

Se debe empezar por convencer al legislativo de que es necesario regular este tema de forma preventiva, no reactiva.

La mayoría de las personas consideran que el derecho penal actua de forma reactiva y que solo castiga; cuando en realidad también se encarga de la prevención de conductas indeseadas para la sociedad.

De hecho este último punto lo encontramos desde el momento en que se tipifica una acción o conducta. Considero que la conducta se podría configurar cuando una persona dolosamente falta a la verdad con el objeto de dañar a un tercero difundiendo noticias falsas; y en caso de que se tenga un beneficio derivado de esta mentira, la pena tendría que ser mayor.

El impacto puede afectar a los países; pero le corresponde al Estado mediante sus órganos y representantes ante la comunidad internacional marcar directrices; sobre las noticias falsas, que de una u otra manera pueden afectar el funcionamiento interno de los estados parte.

¿Hay casos documentados en los que los responsables hayan sido sancionados por noticias falsas?

Las noticias falsas no son un tema nuevo, simplemente son un tema de moda. Existen sentencias derivadas del procedimiento civil iniciado por daño moral y hay sanciones penales que lo han contemplado.

El problema es que, aunque las autoridades judiciales están obligadas a ejercer control convencional y proteger el honor, la libertad personal y vida privada dentro de un asunto, esta salvaguarda de derechos (sentencias protectoras) no tiene efectos generales, solo entre partes.

El gobierno tiene la obligación de proteger, preservar y reparar daños que se causen por violaciones a derechos humanos, que realicen el estado a particulares o entre civiles; investigar y garantizar que el daño causado se repare, por eso se ha convertido en un tópico más importante.

Existen antecedentes en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que hacen referencia al daño que han causado en la imagen de un gobernado. Por ejemplo, el gobierno en una investigación penal, tratando de desacreditar la legitimidad o veracidad de las víctimas, para efectos de tener una mejor posición ante la comunidad internacional, daña a la víctima. Generalmente lo hace cuando se encuentra amenazado.

La CIDH estableció, con una serie de casos documentados, que los estados parte (de la Convención Americana sobre Derechos Humanos) no pueden violentar la imagen de las víctimas en los procedimientos de cualquier carácter.

Conclusión

En México en vistas de estar influenciados por el país vecino, encontramos una guerra de información sobre todo política tras las pasadas elecciones, y se reconoce la colaboración de organizaciones independientes.

Un ejemplo de impedir la divulgación y verificar si las noticias son falsas o no, es el portal https://verificado.mx que inicialmente comenzó como un grupo de jóvenes para informar y servir en el pasado sismo del 19 de septiembre ante la ineficiencia del gobierno. Esta iniciativa tiene el apoyo de Facebook, Google News Lab, Twitter, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, Open Society y Oxfam.

Adicional a la obligación por parte del Estado ya mencionada, se debe saber que existe el derecho de réplica que funciona como garantía que permite a cualquier persona solicitar aclaraciones que resulten pertinentes, respecto de datos o informaciones transmitidas o publicadas por los sujetos obligados, relacionados con hechos inexactos o falsos y que derivado de su divulgación le causen un agravio político, económico, en su honor, vida privada y/o imagen.

En general, los sujetos que se encuentran obligados son los que deben garantizar en conjunto con el gobierno el que se erradique la divulgación de estas noticias (incluídos todos los medios de comunicación, agencias de noticias, productores independientes y cualquier otro emisor de información responsable del contenido original).

De alguna manera se ponen limitantes a la libertad de expresión y atiende a la protección de la dignidad e intimidad de las personas.


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 .  (Foto: IDC)