Consecuencias de subir contenido ilegal a redes

Un joven fue sentenciado en Estados Unidos por actos ilícitos

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 .  (Foto: Getty)

La película Deadpool fue un éxito en las principales salas de cine de todo el mundo al recaudar alrededor de 780 millones de dólares. En una de las películas para adultos más taquilleras de la historia.

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Sin embargo, cerca de seis millones de personas vieron la película una semana antes en Facebook, ello gracias a Trevon Franklin, de 22 años de California, Estados Unidos de América, que la publicó en su página. Este individuo fue arrestado en junio de 2017 y tiene una sentencia de seis meses de prisión.

Franklin se declaró culpable y llegó a un acuerdo con la fiscalía para tener una pena reducida, obteniendo los seis meses de cárcel, un periodo de libertad vigilada de un año y una multa de 100 dólares.

Mediante un comunicado la Corte californiana dio a conocer que bajo el alias de Tre-Von M. King, descargó la película del sitio Plutlocker y posteriormente la subió a Facebook donde acumuló más de seis millones de visitas.

Muchos usuarios le advirtieron que era ilegal, a lo que respondió con frases como: “Tengo la mejor manera de salir de esto, todos se sorprenderán de cómo no iré a la cárcel, sino que me volveré más famoso” o “estoy sentado fumando de mi bong riéndome de estos man seeking females que piensan que saben de lo que hablan. No he vendido mierda a nadie ni he hecho copias”.

Por ello, el tribunal consideró que se incumplió la ley de forma desvergonzada y pública, demostrando una aparente falta de preocupación por cómo esa acción afectaría a los productores de la película. De hecho, Tre-Von M. King publicó un mensaje en el que instaba a sus seguidores a incorporarse a un grupo denominado “Bootleg Movies”, en el cual seguiría subiendo películas.

El tribunal refirió que la pena de seis meses en parte es para mandar un mensaje a los usuarios de que existen consecuencias por la comisión de estos crímenes. No obstante, el abogado de Franklin consideró que la pena era innecesaria y que un año de libertad vigilada era más que suficiente porque su cliente no tenía antecedentes.