Al cierre del 2018, en coincidencia con el cambio de estafeta en el gobierno federal, las empresas mostraron un nerviosismo significativo y sus desembolsos para inversión física mostraron un desplome de 6.4% considerando cifras desestacionalizadas, la mayor contracción del indicador desde septiembre del 2013, cuando el retroceso fue de 7.3%.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el componente con el mayor impacto en el descenso fue el de gastos en maquinaria y equipo, que tuvo una caída de 9.4 por ciento. A su interior, los gastos en estos productos de procedencia nacional se hundieron 12.1% y la inversión en los de origen importado cayó 7.5%.
Los gastos en construcción se estrecharon 4.6%, en donde el componente residencial disminuyó 0.7% y el no residencial se derrumbó 8%.
“Durante diciembre, la inversión acentuó el débil desempeño que mostró a lo largo del segundo semestre de 2018”, dijo en un reporte el Grupo Financiero Monex.
En el primer mes del sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto, enero del 2012, la inversión fija tuvo también un revés importante con una caída de 4.7%.
“Ante la dinámica de cambio de administración, el gasto público y el apetito de los inversionistas privados se redujo significativamente”, agregaron Janneth Quiroz y Marcos Arias, analistas de Monex.
En términos anuales, la inversión fija logró mostrar un comportamiento positivo, con un avance de 0.6% (el crecimiento acumulado a noviembre era de 1.3%), que representa una mejora respecto de la contracción anual del indicador de 1.6% durante el 2017.
El debilitamiento del índice en la segunda parte del 2018 “es reflejo de las complicaciones estructurales que nuestro país enfrenta para atraer capitales”, agregó Monex.
A finales de octubre pasado el presidente electo Andrés Manuel López Obrador oficializó la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México, que llevaba un tercio de avance.
El presente gobierno también suspendió las rondas de licitaciones petroleras, las subastas de energía eléctrica de largo plazo y la licitación de un par de líneas de transmisión eléctrica.
“A futuro, consideramos que la incertidumbre sobre la aprobación del T-MEC y el programa de desarrollo de la nueva administración, las diferencias con actores de mercado, y las bajas en las perspectivas de las calificadoras de riesgos contribuirán a que la inversión retrase su recuperación”, concluyó Monex.
Con información de El Economista.