Por tercera ocasión la Unión Europea (UE) impuso a una multa a Google. Se anunció que la empresa deberá pagar casi 1,500 millones de euros por prácticas anticompetitivas vinculadas con su servicio de publicidad AdSense.
Existía el rumor de que la multa podía llegar a los 11,400 millones de euros (10 % de la última facturación global de la empresa matriz). La multa se dio a conocer horas después de que la empresa difundió el mensaje respecto a que permitiría a los usuarios europeos de Android decidir navegador y motor de búsqueda.
El caso en específico surgió de las investigaciones realizadas por la UE sobre AdSense, un servicio que permite obtener ingresos a cambio de publicidad en línea. Los reguladores investigaron si los contratos de publicidad de Google vetaban a la competencia, únicamente por esa razón.
Se consideran que estas prácticas son ilegales porque atentan contra las reglas antimonopolio de la UE. De las tres multas millonarias que ha recibido la empresa esta es la de menor importe; las anteriores fueron de 2,430 millones de euros por Google Shopping y la otra de 4,340 millones de euros por Android y su posición dominante en ese mercado.
En las ocasiones anteriores Google recurrió la decisión ante la justicia europea y se espera que haga lo mismo.