La privacidad y el cifrado de servicios de mensajería son nuevamente temas álgidos, en especial en Europa, en concreto en Alemania. Recientemente, Pavel Durov, cofundador de Telegram declaró que Whatsapp nunca será seguro y Mark Zuckerberg aseveró que el futuro es privado.
Ante ello, en Alemania las autoridades están discutiendo sobre una ley que obligue a las aplicaciones de mensajería a entregar las conversaciones cifradas punto a punto en texto plano (aquellos archivos formados exclusivamente por texto, sin formato y que no requieren ser interpretados para leerse).
El Ministerio del Interior quiere que servicios como Whatsapp, Telegram o iMessage estén constreñidos a entregar los registros de conversaciones en texto plano si existe una orden judicial.
Por ahora, esta clase de aplicaciones han sido empleadas por periodistas, activistas y ciudadanos para comunicarse sin ser espiados en zonas en las que no se respetan los derechos humanos.
Este sería un cambio sustancial en la normativa germana, porque actualmente las autoridades no se dedican a descifrar el contenido de las conversaciones, en su lugar se decantan por tener acceso directo al dispositivo.
De aprobarse estas medidas, en lugar de recopilar datos concretos de una persona sospechosa, las compañías de mensajería tendrían que crear un sistema para que las autoridades puedan acceder a los mensajes que atraviesas sus sistemas.
Las medidas serán discutidas en reuniones de trabajo del Ministerio del Interior durante junio y es probable que encuentren fuerte oposición por los cambios técnicos que implicarían para las aplicaciones y por la cuestión de la privacidad principalmente. Alemania no es único país que quiere legislar en este aspecto, pues Australia desde finales del año pasado también busca eliminar el cifrado en las comunicaciones bajo el argumento de combate al crimen organizado y prevención de ataques terroristas.