Censura “a la china”
Un periodista acusa al gobierno de Pekín porque WeChat bloqueó su cuenta
Corporativo
No resulta una novedad que WeChat comparta información de sus usuarios con el gobierno chino, pues si bien la aplicación es poco usada en muchos países, en China es indispensable tanto para turistas como para los residentes.
Stephen McDonell, periodista de la BBC afirmó que la aplicación bloqueó su cuenta después de compartir algunas imágenes sobre el acto que conmemoraba el 30 aniversario de la represión en la Plaza Tiananmén.
El periodista sostuvo que estaba en Hong Kong cubriendo la multitudinaria vigilia en la que miles de personas portaban velas para conmemorar un aniversario más de una de las fechas más trascendentales en la historia del gigante asiático.
McDonell aseguró que tomó fotografías de los hechos y publicó algunas de ellas en los “momentos” de WeChat (función similar a las historias de Instagram) y que no empleó expresiones o palabras en las publicaciones, solamente imágenes.
Ciertos amigos le preguntaron de qué evento se trataba y en dónde se encontraba. El periodista se sorprendió ante el desconocimiento y respondió: “Esto demuestra hasta qué punto la información sobre lo que pasó en Tiananmén en 1989 se ha eliminado dentro de China".
Al contestar fue bloqueado del servicio y al intentar acceder de nuevo recibió este mensaje: “se sospecha que esta cuenta de WeChat ha propagado rumores maliciosos y ha sido bloqueada temporalmente”.
McDonell aseveró que tuvo que seguir varios pasos poder obtener su cuenta nuevamente, y muchos de sus amigos le cuestionaron, a lo que el aludió que: “la vida en Pekín sería extremadamente difícil sin WeChat”.
Al día siguiente para pulsar el botón “desbloquear”, primero debió grabar un video recitando una serie de números en voz alta en chino mandarín, para que su imagen y su voz quedaran registradas.
A principios de junio, China impuso restricciones importantes a plataformas como WeChat para imposibilitar a sus usuarios modificar sus fotos de perfil y datos personales. Se sostiene que la censura en parte es avalada por las empresas de tecnología porque estas no desean ser sancionadas o bloqueadas.