Para promover el crecimiento potencial de México a mediano plazo, sigue siendo vital impulsar reformas estructurales que fomenten la productividad, consideró el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner, refirió que el organismo financiero internacional revisó a la baja el crecimiento de México a 0.9% en 2019.
Ello, debido a un menor dinamismo y a la fuerte incertidumbre en torno a las políticas económicas, aunque se espera que repunte a 1.9% en 2020 conforme se normalicen las condiciones, agregó en el blog del FMI “Diálogo a fondo” sobre temas económicos de América Latina.
Resaltó que el cumplimiento de la meta de déficit fiscal de México en 2019 -junto con la aprobación de un presupuesto prudente para 2020- será importante para demostrar el compromiso del gobierno con la responsabilidad fiscal y con una relación deuda púbica/Producto Interno Bruto (PIB) que no aumente.
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En el primer semestre de 2019, el crecimiento de México se desaceleró debido a una subejecución del presupuesto, huelgas de trabajadores y escasez de combustible, comentó.
En México, agregó, persiste la elevada incertidumbre debido a la reversión de ciertas políticas económicas, en particular en relación con las reformas de la energía y la educación, y tampoco se han disipado las preocupaciones acerca de la salud financiera y las perspectivas de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Por otra parte, Werner refirió que la actividad económica en América Latina y el Caribe siguen avanzando lentamente y para 2019 se espera un crecimiento del PIB real de 0.6%, la tasa más baja desde 2016, y un repunte a 2.3% en 2020.
Expuso que este escaso dinamismo es el resultado de sorpresas negativas en el primer semestre de 2019, la fuerte incertidumbre en torno a las políticas económicas en algunas economías importantes, tensiones comerciales agudas entre Estados Unidos y China y un crecimiento mundial algo más débil.
La débil actividad económica en el primer semestre de este año obedece en gran medida a factores transitorios, como las condiciones meteorológicas adversas que redujeron la producción minera en Chile y el producto agrícola en Paraguay, puntualizó.