A lo largo de este 2019 se han llevado a cabo diversas modificaciones a la legislación mexicana, cada una de ellas se ha destacado por representar temas que llaman la atención, pero que a la vez producen preocupación, porque los cambios que se han introducido tienen un impacto significativo en el accionar tanto de los particulares como de las empresas.
Esos temas álgidos han generado debate durante todo el año, debido a las implicaciones que emparejan los cambios insertados; existe quien alude a que la operación de una empresa se puede ver limitada a causa de las adecuaciones del legislador: ante ello se menciona que el panorama para el 2020 puede no ser alentador.
Por ello, conviene reflexionar sobre el impacto que pueden producir tanto en las empresas como en los particulares los diferentes cambios que ha efectuado la actual administración desde el ámbito penal, hasta el administrativo y financiero nos comenta el maestro Jesús Edmundo Coronado Contreras coordinador editorial de las secciones de Fiscal, Jurídico-Corporativo y Comercio Exterior de IDC Asesor Fiscal, Jurídico y Laboral y coordinador de la comisión de Derecho Penal Internacional del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados de México A.C. para poder vislumbrar en cierta medida qué esperar en 2020 en la óptica corporativa.
Se ha tornado en una constante que los cambios de administración en nuestro país traigan emparejadas múltiples adecuaciones, especialmente cuando se produce un cambio en el partido político que detenta el poder. En está ocasión las modificaciones han sido de corte radical y han llevado a que el vocablo “apocalipsis”, que es uno que constantemente viene asociado con el fin de los tiempos se esté tornando en uno recurrente; sin embargo, ello se debe en gran medida a que los temas que se están tratando son unos que generan atención, pero también suscitan preocupación y demandan por esa situación un tratamiento especial y que se adopten medidas especiales para lo que es su combate y erradicación.
El fenómeno globalizador ha llegado también al ámbito delictivo. La delincuencia, especialmente aquella organizada ha expandido sus redes de operación y ya no se limita únicamente a un accionar local, también ha evolucionado y se ha potencializado hasta adquirir dimensiones inimaginables.
La presencia de la delincuencia organizada y su crecimiento ha implicado muchos de los problemas por los que atraviesa el país y muchos otros a lo largo del mundo.
Identificar a sus actores y operaciones y desmantelar sus redes resultan acciones primarias en la actualidad. La administración en turno desde su entrada en funciones ha comenzado ha introducir determinadas medidas para hacer frente a este mayúsculo problema.
No obstante, muchas de esas medidas requieren que tanto las empresas como los particulares tomen acciones al respecto, porque directamente o indirectamente inciden en sus actividades.
La presencia de la Guardia Nacional ha desatado que se retome de nueva cuenta el debate sobre el uso legítimo de la fuerza y especialmente si este nuevo cuerpo de seguridad podrá hacer frente a la delincuencia organizada; habrá que estar pendientes de su forma de actuar y que este no se preste para actos de corrupción o vulneración de derechos fundamentales.
Los ajustes en la prisión preventiva oficiosa, en donde cada vez se tiene un catálogo más amplio de conductas que la ameritan, también ha generado polémica, debido a que la modificación constitucional suscitó diferentes cuestionamientos porque ampliar el listado de delitos ponía en tela de juicio principios como el de presunción de inocencia.
En materia de prevención de lavado de dinero se presentaron cambios significativos porque se tuvo un programa de auto regularización para aquellos que habían sido omisos en el cumplimiento de sus obligaciones desde la entrada en vigor de la ley administrativa, con resultados bastante particulares. Igualmente, se tiene en el congreso una iniciativa para modificar la legislación que seguramente retomará relevancia a inicios de 2020 y no solamente desde la vertiente del bloqueo de cuentas por parte de la Unidad de Inteligencia Financiera que fue analizado en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, ya que nuevamente los legisladores que pretenden “darle mayores armas” a la autoridad para combatir el blanqueo de capitales. Dicha figura genera controversia porque puede convertirse en una “espada de Damocles” y usarse para vulnerar derechos; por ello, resulta vital estar al pendiente de los ajustes en ese campo porque pueden significar problemas tanto para particulares como para empresas.
Finalmente, también en este 2019 se tuvo la llegada de una nueva ley de extinción de dominio, la cual genera pánico entre los particulares porque es más amplia que su predecesora.
Estos “temas capitales” introducidos a lo largo del presente año hacen que el derecho penal a nivel corporativo sea cada vez más indispensable. El escenario parece alarmante, pero es más bien un escenario que llama a que la “prevención” que resulta más necesaria que nunca. A lo largo de esta edición, el lector podrá encontrar una guía básica de esos temas capitales que despertaron debate a lo largo de 2019, pero que también implican atención para 2020. Esperamos le sea de gran utilidad.
